Han JiSung y el gato platinado [#3]; minsung

22. El día siguiente

Guía de colores de pelo de Han JiSung, hecho por Hwang HyunJin:

Rojo: cuando se enoja, creo, o insulta demasiado. Rosa: cuando tiene vergüenza de sí mismo. Violeta: cuando ama, lo quieren o MinHo, la mayor parte del tiempo. Azul: triste. Celeste: histérico o contento de algo. Blanco: peligro cerca. Amarillo: está preocupado. Verde: hámster asustado. Naranjo: confundido (la mayor parte del tiempo). Gris: más que triste. Marrón: no sé, creo que es cuando está normal. Verde menta: contento de la vida. Negro: cansado de la vida. Verde oliva: tiene miedo (no sé en qué se diferencia del verde). Rosa pálido: culpable de alguna mierda. Rubio cenizo: nervioso. Crema: decepcionado, aunque aparece cuando se menciona a MinHo. Magenta: frustrado, o cuando se menciona a MinHo. Turquesa: """"calma"""".

Capítulo 22

El día siguiente

Mayo 17, en la madrugada.

Aunque doliera como el infierno, JiSung meneaba su rodilla compulsivamente mientras que, en sus heridas manos, sostenía una taza de chocolate caliente que el profesor Dumbledore le había dado a él, SeungMin y Chan.

SeungMin, con lentitud, estiró su mano para poder colocarla sobre la de JiSung, que con algunos rasguños había rasgado el pantalón del uniforme del chico. —Cálmate.

—Estoy calmado —susurró JiSung.

«¿Cómo puedo estar calmado?», se preguntó JiSung sarcásticamente. Chan, quien también miraba hacia su propia taza de chocolate, lucía magullado, sucio y totalmente absorto de su alrededor.

»Y todo por una estúpida rivalidad», siguió pensando, ofendido.

JiSung sentía que tenía su brazo dislocado, pero no dolía lo suficiente. Cuando se giró para ver a SeungMin, el chico estaba lleno de hollín y sudor.

—¿Cuántas veces tendremos que salvar nuestras vidas este año? —preguntó JiSung en voz baja.

—Entre la casa de HyunJin y esto, ha pasado como un mes —recapituló.

JiSung cerró sus ojos y se apoyó en el hombro de SeungMin. —Oh, mierda...

Y lo más ansiógeno de la situación: Dumbledore se encontraba en su escritorio, calmado, también bebiendo una taza de chocolate caliente.

—¿Cuánto tiempo estaremos acá? —preguntó SeungMin, cansado.

—El tiempo estimado- hasta que lleguen sus jefes de casa —informó Dumbledore—. ¿Seguros que no quieren ver a Madame Pomfrey?

JiSung, colocándose recto, cerró sus ojos por un momento y se concentró en la presencia de sus huesos- donde, con un movimiento, terminó acomodando su propio brazo gracias a su fácil habilidad de mover sus huesos. —No, gracias...

Chan seguía sin hablar. Cada minuto que pasaba la sangre de JiSung se hervía.

Otros tres minutos pasaron en silencio hasta que, en conjunto, la profesora Sprout, la profesora McGonagall y el profesor Flitwick entró a la oficina.

—¿Cómo se les ocurre entrar a la Casa de los Gritos? —fue lo primero que interrogó McGonagall, al ver a los tres chicos. Su mirada quedó detenida en JiSung, y él supo enseguida lo que se venía—. ¿Qué querían lograr con eso?

—Ni siquiera podemos pasar el Sauce Boxeador —se intentó justificar JiSung enseguida, enrabiado. SeungMin presionó su muñeca para que mantuviera la calma, pero las uñas del chico estaban rojas—. ¿Por qué querríamos ir ahí?