18. La clase de Defensas Contra las Artes Oscuras

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Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo; Rosa: vergüenza; Violeta: amado; Azul: triste; Celeste: emocionado; Blanco: peligro; Amarillo: preocupado; Verde: asustado; Naranjo: confundido; Gris: dolido; Marrón: neutro; Verde menta: alegre; Negro: cansado; verde oliva: miedo; Rosa pálido: culpa; Rubio cenizo: nerviosismo; Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma.

Capítulo 18

La clase de Defensas Contra las Artes Oscuras

Mayo 3, martes al mediodía

—Ah... —Después de un largo tramo de silencio, JiSung soltó todo el aire que tenía contenido en sus pulmones, nervioso. —Sí... Bueno- como sea, nos vemos.

Notando cómo sus uñas y ojos de un intenso color verde, se levantó y sintió una fuerte corriente golpeándole la cabeza, como si alguien se la hubiese sacudido drásticamente para dejarlo un momento quieto.

—Estás pálido —mencionó MinHo.

—Sí- de tanto en tanto me acuerdo de que tengo anemia. Adiós.

Drásticamente, cuando JiSung se dio la media vuelta, vio a HyunJin aparecer por el estante de la biblioteca, sorprendido.

—¿Estás bien? —preguntó HyunJin, antes de notar que MinHo estaba ahí—. ¿Te hizo algo?

—No, no, no —se apresuró en decir JiSung, tosiendo ligeramente para tomar a HyunJin del brazo y guiarlo—. Sigamos buscando.

—¿Hiciste algo? —HyunJin preguntó directamente a MinHo, y alzó su muleta para amenazarlo.

—Que no. —JiSung sacó a HyunJin de ahí.

«¿Qué mierda? —El pulso de JiSung era rápido e intrépido, como su cabeza parecía recibir diversos azotes de la realidad que lo dejaba totalmente maltrecho y encandilado. La cantidad de información que había recibido esos dos minutos de conversación con MinHo era insano—. ¿Acaso está de joda?»

—¿Es que estamos jodiendo? —preguntó SeungMin al aire, sarcástico—. Somos magos.

Dicho eso, dio un paso hacia atrás de los estantes para apuntar el pasillo con su varita y decir: —Accio mapa del- ¡AH!

Como un gran torbellino que no tenía sentido, un montón de pergaminos salieron a través de los libros de los estantes y chocaron incesantemente contra el cuerpo de SeungMin.

—Oh, woah —se asombró Felix, yendo rápidamente hacia SeungMin para ver los mapas pegados a su cuerpo—. Sí fue eficiente, ¡gracias!

—¡¿Se pueden saber qué están haciendo?! —gritó la profesora Prince desde el otro lado de la biblioteca.

—¡Perdón! —volvieron a exclamar los cuatro, con los tres chicos revisando cada uno de los mapas que había en el cuerpo de SeungMin.

JiSung estaba nervioso, y tanto sus uñas como el temblor de sus manos lo delataban. HyunJin lo miraba de reojo, cosa que él no se daba cuenta; preguntarle de nuevo sobre lo que sucedía frente a los chicos haría que JiSung se colocara reacio y quisiera huir de la situación.

«Si MinHo le dijo algo, juro que lo mato», sentenció HyunJin, antes de voltear un mapa.

—¡Lo he encontrado! —exclamó, tropezándose consigo y el bastón mientras levantaba el mapa—. Aquí..., ¡aquí está!

Como pequeños niños, los cuatro salieron rápidamente de ahí. Entre los pasos de bastón de HyunJin, los estudiantes paseando y la falta de comprensión en el entorno, demoraron cerca de diez minutos en poder llegar al séptimo piso y, emergiendo entre las paredes, apareció la puerta hacia la Sala de Menesteres.

Han JiSung y el gato platinado [#3]; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora