6. SeungMin, guardián de secretos

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Guía de colores del cabello de Han JiSung:

Rojo: enojo; Rosa: vergüenza; Violeta: amado; Azul: triste; Celeste: emocionado; Blanco: peligro; Amarillo: preocupado; Verde: asustado; Naranjo: confundido; Gris: dolido; Marrón: neutro; Verde menta: alegre; Negro: cansado; verde oliva: miedo; Rosa pálido: culpa; Rubio cenizo: nerviosismo; Crema: decepción. Magenta; frustrado.

Capítulo 6

SeungMin, guardián de secretos

Marzo 24, más en la noche

Felix podía encontrar incómoda la situación.

Tal vez porque Madame Pomfrey había eliminado las alas en sus orejas, pero a cambio dejó que una gran cantidad de humo saliera de ellas. O tal vez porque en la cama del frente había un chico vomitando falsas pepitas de oros. O, la mayor causa de su incomodidad, era porque ChangBin estaba a su lado.

—¿Cómo te pasó eso? —preguntó ChangBin, drásticamente.

Felix se encogió en sí mismo. —Hacemos unas bolitas con los tubérculos de las plantas de la profesora Sprout, y al disolverlo en agua, te maldicen con algo aleatoriamente.

—¿Cómo es que son creativos?

—Tiempos desesperados necesita medidas desesperadas.

De nuevo, ambos quedaron en silencio.

—Entonces... —comenzó Felix, jugando con sus dedos—. ¿Quieres que te lea las cartas?

ChangBin, aun jugar con la seda de la cama, miró desconcertado al otro. —¿Eh?

—Ya sabes- las cartas...

—¿Por qué querría que me leyeras las cartas?

Felix se encogió de hombros.

Si pudiera narrar su historia con ChangBin, sería contestada con dos palabras: inmadurez y falta de comunicación.

(Bueno, esas eran cuatro, pero entienden el punto).

Desde que tuvo la comprensión del amor, o cuando dio su primer beso con SeungMin, Felix pudo divisar la característica postura de ChangBin desde el otro lado del pasillo cada vez que este pasaba cerca. A veces le gustaba observarlo caminar, y otras veces tenía la inminente necesidad de hacer algo ridículo contra él solo para estar en su foco de atención.

Pero Felix consideraba aquello normal- porque era normal, ¿No? Querer que alguien te observe...

Y, de repente, la observancia pasó a la corporalidad, y su mente se vio difusa en un torbellino de circunstancias y su cuerpo ahogado en intensas emociones que le hizo enrollarse románticamente con ChangBin al notar que, por alguna razón, era correspondido.

Todo bajo una poción.

Y desde que le dieron aquel remedio para dejar de estar bajo el encantamiento, ni Felix ni ChangBin pudieron confrontarse con el otro.

—¿Por qué estás acá? —preguntó esta vez Felix.

Con frustración, ChangBin dejó de anudar la sábana. —Para hablar contigo. ¿Podemos actuar como siempre?

—Estamos actuando como siempre- o sea, normalmente. Nosotros no hablamos.

—¿Cómo que no?

Felix miró con ojos grandes a ChangBin, intentando emanar aquel recuerdo conjunto. Los dos nunca hablaban.

Han JiSung y el gato platinado [#3]; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora