23. MinHo se desangra por JiSung, metafóricamente

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Guía de colores de Han JiSung:

Rojo: enojo; Rosa: vergüenza; Violeta: amado; Azul: triste; Celeste: emocionado; Blanco: peligro; Amarillo: preocupado; Verde: asustado; Naranjo: confundido; Gris: dolido; Marrón: neutro; Verde menta: alegre; Negro: cansado; verde oliva: miedo; Rosa pálido: culpa; Rubio cenizo: nerviosismo; Crema: decepción. Magenta; frustrado. Turquesa: calma.

Capítulo 23

MinHo se desangra por JiSung, metafóricamente

Para los días siguientes después de la luna llena, JiSung se planteó la mejor idea de poder enajenarse del mundo y concentrarse en las cosas que priorizaba:

El mapa, y los TIMOs.

HyunJin le había insinuado explícitamente el mensaje que su madre le había dado respecto a la Compañía, pero JiSung se encontraba tan cerrado en su cabeza que prefirió ignorar por completo el tema. La noticia respecto al metamorfomago atacado también fue algo que voló de su mente, que, a pesar de recibir ciertas miradas furtivas, de pena o burlescas, él decidió no hacerse frente. Tampoco quería permitir su corazón oprimirse por la drástica muerte que había tenido el metamorfomago.

Era mejor dar un paso hacia al lado, porque así podría entender un poco mejor la estructura en la cual vivía.

Por otra parte, su relación con SeungMin terminó helándose un poco- ninguno sabía qué era lo posibilitado de poder interactuar o de cómo hablar sobre ciertos temas que eran sensibles. HyunJin y Felix se sentían dejados de lado, pero tanto SeungMin como JiSung eran conscientes de no poder contar sus problemas cuando en la noche del dieciséis las cosas se salieron de control.

No obstante, JiSung supo que no podía enfrentarse a Chan en ningún momento. Verlo le generaba cólera y lo incendiaba de rabia, sintiendo sus ojos tornarse rojos de forma drástica que le hacía sentir endemoniado.

«Ni siquiera deberías de preocuparte por esto», se regañaba JiSung las veces que veía a Chan pasar por los pasillos. Lo único beneficioso de aquello era que, dentro del gran orgullo que Chan poseía, este no le había hablado ni dirigido la palabra.

Y MinHo...

«—Eres una bestia», le había dicho JiSung con total naturalidad. Con tanta sencillez que era una realidad predispuesta y que ambos habían negado que estaba ahí; tal vez por cortesía o porque era lo correcto, pero ser correcto no era lo mismo que desviar la realidad, y JiSung había colocado en la mesa la única forma en la cual nunca había visto a MinHo.

Algunas veces JiSung pensaba si eso valía la pena, en realidad, porque- ¿Ahora él debía de sentirse culpable? Su lado egoísta priorizaba que no debía de hacerlo, porque MinHo le había hecho igualmente daño; no obstante, el enamoramiento de JiSung no era lo mismo que el estilo de vida de MinHo. Y en la ambigua relación que ambos se encontraban, decir esas palabras como también ignorar el beso que tuvieron antes era dañino.

Pero JiSung ya no quería estar involucrado en más cosas. Quería concentrarse en las cosas reales y tangibles de su mundo, como también asumir que MinHo prontamente ya no lo sería.

Él había dado por cerrado toda la situación cuando un jueves, antes de la práctica de patronus con el profesor Dumbledore; MinHo se le acercó con su rostro magullado, movimientos lentos y una voz ronca.

—¿Estamos bien? —le había preguntado.

«¿Por qué eres tú quien lo cuestiona, si soy yo el que debería hacerlo?», pensó JiSung para sus adentros a la par que asentía. —Sí- creo. SeungMin no ha dicho nada.

Han JiSung y el gato platinado [#3]; minsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora