Omega y alfa.

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— Y Kazutora me propuso eso, entonces fui con Baji-san y le comenté la situación y él me dijo que no tenía problema, que estaba de acuerdo. — El omega y el alfa que lo acompañaban escuchan atentamente la explicación de Chifuyu. — Pero no lo sé. Kazutora es lindo, pero seamos sinceros, no sabe lo que quiere y Baji-san.

— ¿No te gusta? — Preguntó Hakkai.

— No, lo admiro mucho, es genial y lo seguiría al fin del mundo, pero cómo pareja no me agrada la idea, además ellos dicen que sueñan con un futuro dónde los tres tenemos una tienda de mascotas.

— ¿Tu no querías ser piloto?

— ¡Exactamente! — Exclamó con emoción Chifuyu. — Aparté, una relación poliamorosa, no me gusta mucho, también que Kazutora es omega y Baji-san es un alfa y yo soy un beta.

— ¿Tienes algo encontrá de los omegas y alfas? — Volvió a hablar Mitsuya.

— No, para nada, pero ustedes tienen periodos de celos y así, no se ofendan, pero que miedo, estaría poniéndome en mucho peligro para una situación así. — Hakkai estuvo apuntó de darle la razón, pero sus palabras murieron al ver cómo el rubio no seguía caminando, ni contando el chisme.

— ¿Chifuyu? — Confundido lo llamó el omega, Hakkai miraba a Mitsuya en busca de respuestas, pero el alfa negó.

— ¿Ese no es el alfa que tiene a Mikey pegado a su ser últimamente? — Los otros dos miraron a la misma dirección que el rubio y lo encontraron, la cabellera alborotada de color negra que se intentaba esconder entre unos arbustos, dejando expuesto su trasero.

— Sí es. — Aseguró Hakkai, sin perder más tiempo caminaron a su dirección y los tres se colocaron de cuclillas detrás del menor que seguía sin notarlos.

— ¿Qué se supone que haces? — El gritó que expulsó el alfa pelinegro los sorprendió y casi hace perder el equilibrio a Chifuyu.

— ¿Qué hacen aquí? — Cuestionó asombrado y avergonzado de haber sido descubierto.

— Paseábamos. ¿Tú qué haces? — Fue el turno de Chifuyu de hablar, Takemichi asintió con su cabeza ante la respuesta, pero rápidamente fue consciente de su entorno y apartó bruscamente la mirada de los recién llegados, entra las calles parecía buscar algo y cuándo lo encontró suspiro de alivio.

— ¿Qué buscas? — Volvió a hablar Chifuyu mientras se levantaba y trataba de descubrir que tenía tan interesado al pelinegro, Takemichi le miro con pánico y sin pensar en las consecuencias de sus acciones lo tomó del brazo y lo hizo caer de rodillas al frío suelo.

— ¡No hagas eso! — Le regañó en un tono bajo, procurando no destacar más de lo que ya hacía, Takemichi notó cómo Hakkai tenía la intención de hablar y nuevamente presuroso volvió a tomar la palabra. — Hagan silencio, vamos a ponernos un candado. — Los tres imitaron la acción del pelinegro, se veía tan determinado en hacerlos callar y el brillo que tenía en sus azules ojos les hizo sentir sus corazones acelerar, un ligero sonrojó adorno las mejillas de ellos y un pensamiento colectivo los abordo: "Es tan lindo. ¿Realmente es un alfa?". — Miren de ese lado. — Pidió señalando la ubicación y así lo hicieron, los tres mostraron verdadero asombró al ver al Kawata peliazul acompañado de alguien de lentes. — Y ahora por este lado. — Pidió mientras señalaba el lado opuesto y ahí podían ver al otro gemelo, demasiado acaramelado para su gusto con un joven más alto que él.

— ¿Esos no son los hermanos Haitani? — Takemichi miró al rubio con duda.

— ¿Haitani?

— Son unos hermanos que dominan ciertas zonas, pelean sucio, siempre usan armas y trucos bajos, se comenta que han llegado a matar personas. — Takemichi palideció ante la explicación del omega.