Omega y alfa.

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Si encuentra errores de ortografía o malas palabras les pido una disculpa. ¡Gracias por comentar en los capitulos y gracias por votar! 

Aunque me pregunto, "¿Quién es el padre?" los dejo tan mal emocionalmente que ya temen cada vez que ven algo bonito. Sus comentarios me hacen pensar eso ;) 

[...]

— ¿Cómo está Takemichi? — Preguntó alterado el omega mayor de los Sano.

— Está bien, todavía no recupera la consciencia, pero los doctores dicen que está estable, lentamente están bajando los efectos de las feromonas de Mikey. — Contestó la pelinegra de ojos azules mientras aceptaba y agradecía el café que su esposo le entregaba, ambos mantenían sonrisas tranquilas.

— Nuestro Take parece que tuvo un día muy ajetreado, se vió expuesto a demasiadas feromonas y bueno, su organismo no lo soporto y terminó teniendo un celo adelantado. — Explicó el padre omega.

— ¿Quiere decir que Mikey no provocó esto? — El matrimonio negó con la cabeza.

— Fueron una serie de acciones a lo largo de su día, su pequeño no tuvo la culpa. Nuestro Take fue cómo un vaso que estuvieron llenando a lo largo del día y Mikey fue la gota que derramó ese vaso. — Shinichiro dejó que la gravedad hiciera lo suyo y terminó en cuclillas en el suelo cubriendo su rostro con sus manos, sentía alivio. Wakasa se inclinó lo suficiente para estar a una altura dónde pudiera regalarle suaves caricias a la espalda de su pareja.

— Gracias. — Susurro con alivio.

— Aquí están. — Una voz femenina llamó la atención de los presentes y la joven pareja se sorprendió al ver la agresividad de una mujer mayor. — Ustedes deben ser los padres de ese mocoso omega. — Wakasa y Shinichiro parpadearon confundidos. — ¿Qué harán para compensar el dañó? Su maldito mocoso casi marca a mi nieto. Ningún alfa de mi familia es digno de relacionarse con un omega tan salvaje qué tiene el descaro de empezar con sus actos de marca.

— ¿Qué? — Preguntó incrédulo Wakasa.

— Querida madre. — Hablo el padre pelinegro de Takemichi, la mujer le miró con furia mal contenida y soltó un golpe al aire para alejar al omega mayor.

— No me toques. — Exigió y el padre de Takemichi levantó sus manos en señal de rendición, pero sin borrar esa sonrisa que su suegra odiaba. — Todo esto es su culpa, pero haré hasta lo imposible para quitarles a mi nieto. — Amenazó. — Y ustedes también prepárense para las consecuencias que su insufrible cachorro provocó. — Wakasa se cruzó de hombros y Shinichiro veía incrédulo a la mujer, ellos ahora tenían una postura recta. — Yo le daré una buena crianza a mi nieto y tengo prospectos para que logré una unión digna.

— ¿Planea comprometer a Take? — Preguntó con burla su yerno.

— Sí.

— Por favor, deja tus ridiculeces, solamente te estás dejando en vergüenza, tu demanda no procede y ningún jurado te dará la custodia de mi hijo, menos sabiendo que quieres comprometer a un adolescente de quince años. — La pelinegra de ojos azules veía cansada a su madre.

— Eso lo dirá mi abogado.

— Tengo las pruebas de que quieres comprometer a un menor de edad y estás adelante de un psicólogo. ¿De verdad crees que vas a ganar algo? — La madre de Takemichi cruzó sus brazos y enarco su ceja izquierda, ella esperaba cualquier acto infantil de la omega mayor.

— ¿Psicólogo?

— Yo soy. — La castaña miró a Wakasa y sus labios formaron una mueca. — Señora, puedo hacerle un descuento por la terapia si lo creé pertinente. — La abuela de Takemichi formó puños sus manos y encaró a su hija.