Sí, este capítulo en general nació por un video y la música que lo inspiro es San Lucas.
Aquí el enlace que lo inspiro, la autoría del video es de "revengers.....all".
https://www.tiktok.com/@revengers.....all....0/video/7088428147028397318?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_id=7091340808074872325
[...]
— ¿Qué te sucedió? — Ran tembló al encontrar a su hermano en el suelo, recargando su espalda en la pared, los cristales de sus lentes estaban quebrados y usaba sus dedos para evitar que más sangre saliera de su nariz. — Rin. - Llamó preocupado, arrodillado delante de su hermano menor, temeroso de tocar sus lastimadas mejillas, su pálida piel tomaba un color lila mezclado con rojo, de sus labios aún quedaba la evidencia de sangre. Ran sentía que lloraría al ver a su hermano, solamente lo había dejado unas horas sólo. Estaba seguro que cuándo estuvo con Souta estaba bien y algo debió haber pasado en el inter de separación de la pareja.
— Shion, eso pasó. - El menor bajó la mirada, sentía vergüenza por su estado. — Parece que entrará en celo pronto y empezó a exigir sus supuestos derechos cómo la mierda de pareja destinada que es de mí. - Rindou volvió a limpiar con el dorso de su mano izquierda sus labios, se sentía sucio por el beso que le había robado. La respiración de Ran empezó a ser más acelerada. — Yo solamente quiero estar con Souta, es lo único que quiero hermano, solamente lo quiero a él, me importa una mierda lo que el supuesto destinó diga. - Ran refugió al menor en su pecho, su hermano era lágrimas y temblores, el omega mayor sentía que volvía a su infancia y en lugar de sostener a un adolescente, tenía la impresión de tener a un pequeño niño que pedía a gritos cuidado y refugió, su pequeño cachorro, su pequeño hermanó. — Prefiero morir antes de estar con Shion. - Determinó, Ran tembló ante eso.
— Tú no tienes porque, es él quién merece morir. - El omega menor levantó su vista, Ran con cuidado le quitó los rotos lentes y secó con cariño y cuidado las lágrimas se su hermano, Rindou relamió sus maltratados y secos labios.
— ¿Lo asesinarías? - Ran siguió llenándolo de mimos, volvió a recostar a su hermano contra su pecho y comenzó a tararear alguna canción.
Los gemelos Kawata veían las noticias locales, aunque no evitaron el asombro al ver la imagen de cierto conocido que no era de su agrado. La presentadora fue demasiado breve.
[La víctima cayó y falleció.]
Eso fue lo que impactó a los hermanos, después se eso sus oídos se hicieron sordos, Nahoya sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, aunque la atención para si mismo paso a segundo plano cuándo escuchó los sollozos de Souta. — ¿Realmente murió? - Cuestionó, el temblor en su cuerpo no podía pasar desapercibido, Nahoya abrazó a su hermano, repartía suaves caricias en su espalda. No era secreto que aquél individuo se había dedicado a ser un tormento en la relación de su hermano, los acosaba, molestaba, incomodaba e incluso llegó a agredir físicamente a la pareja de omegas.
— Ese imbécil no volverá a ser un estorbó. - Aseguró mientras apagaba la televisión. — Ahora ustedes podrán ser felices, ya no habrá más problemas.
— ¿Soy un monstruo? - La inestable mirada de su hermano peliazul le desconcertó.
— ¿Por qué? - La confusión se sentía en sus palabras.
— Estoy feliz de qué este muerto, estoy aliviado de qué ya no esté, porque ya no molestaré a Rindou, tampoco a mí. - Nahoya besó la frente de su hermano.
— No, no eres un monstruo, vamos, por favor, deja de llorar y ve por un suéter, te llevaré con Rindou, apuesto que él desea verte y ambos se deben necesitar en estos momentos. - Souta asintió y corrió a su habitación por un suéter, no perdió tiempo ni aliento y en lo que su confundida mente terminaba de procesar los hechos ya estaba delante del departamento de los hermanos, cuándo la puerta del lugar se abrió reconoció el rostro del omega mayor, Ran se veía sorprendido de verlos.
— Entra, está en su habitación, en un momento les llevaré un poco de chocolate caliente. - Ran veía al ansioso y tembloroso omega peliazul, Souta no necesito más y corrió a su habitación. Ran rascó su cuello incómodo y sintió su estómago revolverse ante el ácido olor que desprendía el pequeño alfa.
— ¿Qué hiciste Ran?
— Lo que debía hacer, ese infeliz no intentará nada más contra mi hermano o el tuyo.
— No debiste, ¿Qué harás si te descubren?
— Nadie lo hará, era un pobre diablo, a nadie le importa su muerte.
— Pudimos buscar otras soluciones.
— ¡Pero no las encontramos, ya no iba a permitir más esto!
— Pero.
— Deja de buscar excusas, lo hice, yo lo hice. ¿No lo escuchaste en las noticias? - Cuestionó desesperado. — No volverá a intentar tocar a mi hermano. - Nahoya estuvo a punto de volver a hablar, pero el omega mayor no lo permitió. — Tu igual eres un hermano mayor, deberías entenderme, por fin logré que nuestros hermanos puedan estar en paz, al menos yo no iba a seguir permitiendo eso, soy su hermano mayor, yo por él haría lo que fuera.
— ¿Hasta matar?
— Hasta matar.
— Ellos iban a encontrar una solución y nuestro deber cómo sus hermanos mayores era ayudarlos.
— Claro y quedarme de brazos cruzados esperando, no soy tú Nahoya, yo no iba a esperar al horrible momento de ver a mi hermano menor haber sido forzado por esa bestia.
— ¡Tampoco era esperar a ese momento!
— ¿¡Entonces a qué!? - Nahoya cubrió con sus palmas su rostro y expulsó todo el aire de sus pulmones, después quitó sus manos e inhaló profundamente, no debía perder la razón.
— Desde que te conozco, tu siempre defiendes a tu hermano, incluso recibes los golpes por él. No lo dejas ser o crecer, siempre juntos, la sombra del otro.
— ¿Y qué? Es mi problema.
— Entiende que no eres su padre, nuestros hermanos son humanos que deben aprender y encontrar soluciones por ellos mismos, nosotros debemos ayudarlos, apoyarlos.
— Nahoya, es mi maldito puto problema si quiero ser un padre suplente para mí hermano.
— Solamente te llenas de presión y carga extra, tú dices ser alguien maduro y que creció muy rápidamente, pero solamente eres un niño que llora en las noches.
— Cállate, no pienso escuchar esto. - Nahoya miró sorprendido cómo la puerta del departamento empezaba a cerrarse delante de él. — Souta pasará la noche aquí, Rindou lo llevará a tu casa mañana, yo me encargo de que lleguen bien.
— ¡No! - El gritó del alfa sorprendió a Ran. — Esto no ha terminado y me vas a escuchar. - Sin dar permiso a una negativa entró al departamento y cerró la puerta detrás de sí. Cuándo su conversación por fin terminó a Ran le dolía la cabeza, Nahoya le entregaba un vaso llenó de agua, intentando aliviar el malestar consecuencia de haber llorado, el reloj en el celular de los dos marcaba las tres y cuarenta y uno, no evitaban temblar por el frío de la madrugada que se filtraba y el chocolate prometido a los hermanos menores jamás llegó, aunque ellos no reprocharían nada.
— Gracias. - Nahoya asintió con su cabeza mientras veía a Ran beber lentamente del líquido, tenía sus ojos irritados e hinchados, aunque a ojos del alfa, su omega se veía tierno. — Que se joda el puto destino por ser cruel con quién no lo merece. - Nahoya soltó una risa nasal por aquél comentario, no sería Ran si no terminaba la conversación tomando la última palabra e insultando a algo.
— Tienes razón, que se joda. - Ran le regaló una sonrisa y apretó el vaso en sus manos, su pareja le había dicho varías cosas que seguían revoloteando en su mente, aunque ahora tenía más frío y sueño. — Te amo. - La confesión lo sorprendió, pero se limitó a corresponder el suave beso que le regalaban.
— Te amó Nahoya. - Sin esperar más tiempo caminaron a la habitación de Ran, el frío de la madrugada era demasiado cruel para sus cuerpos. — Deberías decirles a tus papás que no vas a regresar.
— ¿Por qué no lo haría?
— Porque te vas a quedar con un loco que no va a parar de amarte.
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Omega y alfa.
FanfictionTermina y vuelve a empezar, así es este ciclo sin final. [Nosotros terminaremos el ciclo.]