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— ¿Sabes que esto es cero profesional de tú parte?

— Lo sé, ¿Te molesta? — Takemichi se encogió de hombros. — Puedes fingir que es cómo esos días de trae a tu hijo al trabajo, aunque podrías pensar que traje un perro.

— Te estoy escuchando maldito. — Se quejó Mikey, Takemichi río ante eso y Wakasa lo ignoró.

— Muy bien, ¿Deseas continuar o hay algo nuevo que deseas contar? — Takemichi lo meditó.

— Estoy conociendo más personas. — Expresó feliz. — Antes tuve este temor de terminar sólo y alejar a las personas de mi alrededor, pero recientemente estoy conociendo más y más personas y eso me hace sentir bien. — Wakasa observó cómo su cuñado sonría presumido, Mikey era plenamente consciente que por él Takemichi hacía crecer su círculo social.

— ¿Ese temor por quedarte sólo tiene relación con tus pensamientos sobre la jerarquía? — Takemichi asintió con su cabeza, le dedicó una suave sonrisa al adulto, un agradecimiento por ser discreto con su tema. — ¿Quieres hablar sobre eso o hay algo más que deseas contarme?

— Últimamente mis amigos se comportan de manera extraña.

— ¿Puedes ser más específico?

— Tengo cuatro amigos y uno de esos amigos lo conozco desde que soy un niño, él se llama Takuya. — Mikey entrecerró los ojos, concentrando toda su atención en esa nueva información. — Y los que hice en la secundaria: Makoto, Yamagishi y Akkun. — Takemichi guardó silencio un momento, esperando que el adulto le diera alguna señal de qué lo escuchaba, Wakasa la hizo y Takemichi continuó. — Pero últimamente están extraños, Takuya parece molesto cuándo le digo que deberíamos salir con mis nuevos amigos, entonces cómo él no quiere salir Akkun tampoco, él no era así, Yamagishi está siempre muy nervioso y está intentando muchas cosas raras, en la escuela nos hace quedarnos más tiempo para hablarnos de muchos temas, porque a él le gusta la información relacionada a las pandillas, pero como mis nuevos amigos están relacionados con eso, entonces a Takuya no le gusta, si a Takuya no le gusta Akkun no le agrada tampoco, en resumen, el pobre de Yamagishi no puede hablar de lo que le gusta porque está prohibido.

— ¿Y Makoto?

— Ah, él siempre anda en las nubes, consiguió una novia y mi mamá dice que está en la fase de luna de miel, está muy feliz, pero es cómo arrastrar a un zombie, no reacciona. — Se quejó frustrado.

— ¿Podrán ser celos de parte de ustedes?

— ¿Celos?

— Porque él tiene novia y ustedes todavía no. Podrían intentar conseguir a alguien para estar en sincronía con él, dijiste que te hiciste amigo de unos gemelos y un amante de los gatos, podrías intentarlo. — Wakasa logró esquivar un libro que iba directo a su rostro.

— Solamente escucho que ladras y ladras, mi hermano debería adiestrar mejor a su perro. — Wakasa enarco su ceja derecha ante las palabras de Mikey.

— Toma quince minutos afuera y calma tus feromonas, estás haciendo sentir mal a Takemichi. — Mikey miró al pelinegro y jadeó al verlo con una expresión enferma, cubría su nariz y se veía agonizante.

— ¡Perdóname Takemicchi!

— Quince minutos. — Repitió Wakasa y Mikey aún inseguro hizo caso a la petición del adulto, Wakasa al ver salir al menor abrió las ventanas y le entregó una botella de agua natural al pelinegro, Takemichi agradeció y abrió la botella, sin pensarlo demasiado bebió su contenido. — Lo siento por eso.

— Está bien, Mikey-kun es muy celoso con sus amigos y es agradable que lo sea, me hace sentir querido y apreciado. — Wakasa observó un ligero sonrojó manifestarse en las mejillas del adolescente.

Omega y alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora