Omega y alfa.

Epílogo/Palabras finales.

— ¡Llegué! — Festejo Chifuyu mientras tomaba asiento, había obligado a recorrerse a sus amigos.

— Pensé que no podrías venir.

— Casi Hakkai, casi, un compañero me estaba pidiendo apoyarlo, pero alcancé a escapar.

— Vaya, eres muy solicitado. — Admitió Emma.

— Solamente para mí trabajo. — Se lamentó Chifuyu.

— ¿Viste a Mitchy en el camino?

— No, pero me mandó un mensaje diciendo que por favor atendieras tu celular.

— Maldición, me quede sin batería. — Se lamentó Mikey.

— Puedes usar el mío.

— ¡Gracias Takuya, siempre eres el mejor! — Festejo mientras aceptaba el celular. — Iré afuera, el ruido de aquí no me va a dejar escuchar.

— ¿Te acompaño? — Ofreció Draken.

— No es necesario, ustedes sigan disfrutando y cuidando mi bebida. — Pidió, con dificultad salió del lugar. Llevo el celular contra su pecho cuando pudo respirar aire fresco.

— Disculpa. — La voz femenina le hizo levantar la vista y sus oscuros ojos miraban cautivos la marca de belleza que tenía cerca de sus labios.

— ¿Si? — Cuestionó.

— ¿Este es el club Meeting?

— Sí, es este, ¿Estas perdida? — La chica negó con la cabeza y su acto altero sus castaños cabellos.

— No, solamente que me confundí un poco y como este lugar no tiene señalamientos, lo vuelve un poco difícil de encontrar.

— Lo sé, pero es el mejor. — Mikey dio por terminada la conversación, pero la chica no parecía querer irse y eso lo empezaba a poner nervioso. — ¿Necesitas algo más?

— Veras, quería decirte algo. — El sonrojo en el rostro de ella le hacía ver linda. — Me gusta tu colonia, es tan suave y me gustaría saber su nombre, claro, si me permites saber. — Mikey la miro confundido, relamió sus labios e intento olfatear su persona.

— Lo siento, no uso ningún tipo de colonia, puede ser que fuera la de alguno de mis amigos o tal vez de mis amigas.

— Ya veo, bueno, gracias. — Sin esperar más entro al establecimiento, Mikey la miro entrar y cuando la creyó lejos se permitió inhalar profundamente, formo un puchero con sus labios al no percibir ningún olor.

— Hola, ¿Estas solo? — Mikey dio media vuelta y sus ojos se iluminaron al ver a su novio.

— Mitchy. — Nombro con emoción, Takemichi acepto el abrazo de su pareja y correspondió feliz aquel beso. — Te extrañe.

— Pero nos vimos en la mañana y fuiste a mi trabajo para comer juntos. — Le recordó, Mikey asintió con la cabeza y le regalo un beso más, al terminar sostuvo entre sus dientes el labio inferior del ojiazul, lo mordía con saña.

— ¿Entonces no me extrañaste? — Se quejó dispuesto a morder nuevamente a su novio, Takemichi se separó, realmente las mordidas de Mikey eran dolorosas.

— ¡Sí! ¡Te extrañe mucho! — Mikey sonrió satisfecho.

— Aquí estas, tardabas mucho, vaya, Takemichi, bienvenido.

— Hola Draken.

— Acaba de llegar, dime Kenchin, ¿qué castigo debería darle a Mitchy por llegar tarde? — Takemichi trago saliva.