El alfa llevó a sus labios el shot de aguardiente, arrugó un poco el rostro y gruñó por sentir el líquido quemar su garganta. Su cabeza comenzaba a doler y el escándalo de la música acompañado de las voces de todos los presentes, no hacía más que enfadarlo.
—Pero que cara de mierda que te cargas —le escuchó decir a Kim Namjoon, este se veía igual de mierda que él, pero por alguna extraña razón creía que estaba aún peor.
Levantó sus hombros y asintió, dándole la razón. Levantó su mano, llamando al omega que atendía en la barra, pidiéndole más tragos.
—¿Y tú qué cuentas? —inquirió Yoongi con preocupación, aún si él y Namjoon ahora no eran más que conocidos.
—Bueno, ¿por dónde puedo empezar? —suspiró y tomó de su cerveza—. Me han despedido de mi trabajo por follar con unos chiquillos de diecisiete años.
—Eras profesor, ¿cierto? —Namjoon asintió— ¿Al menos estuvo bueno?
Carcajeó, aún si se sentía de la mierda. —Si tú vieras a ese par de omegas te los cogerías sin dudar ni un poco.
—¡Eso sería imposible! —se unió Hoseok a la conversación, apareciendo tras sus amigos—. Min Yoongi está enamoradísimo de su novia —dijo con burla y sarcasmo.
Yoongi bufó, llevando a sus labios otro trago de cacique, arrugando de nuevo su nariz y gruñendo un poco. Se dio la espalda para darle una mala mirada a su amigo, poniéndose de pie y recostando su espalda en la barra.
Miró a su alrededor, había mucha gente para ser una noche del martes, incluso él mismo se sorprendía de estar allí cuando él odiaba ese ambiente.
—No sabía que tenías novia, hombre —soltó Namjoon con sorpresa.
—Nunca hablamos de nada en particular, ya ni nos reunimos como lo hacíamos en el colegio.
Solían ser buenos amigos, Hoseok, Namjoon y Yoongi fueron compañeros durante los cinco años del colegio, eran inseparables. Creían fielmente que seguirían siendo amigos, sin embargo, parecía que al ser adulto sus responsabilidades los hacían perderse.
Namjoon asintió y tomó la misma posición de Yoongi. —Bueno, cuéntame de ella, trabajaremos en recuperar nuestra amistad —sonrió, dejando a la vista sus hoyuelos.
—Realmente no sé qué contarte de ella, de lo que tenemos.
Hoseok carcajeó y arrebató el trago de Yoongi para tomarlo él.
—Su nombre es Song Yuqi, tiene veintidós años, es china y una beta con extraños fetiches.
Namjoon alzó las cejas y miró a Yoongi, quién cerró los ojos y asintió con resignación. —Es cierto, algunas son normales pero otras rebasan los límites, un día me pidió que le dejara follarme con un dildo.
Sus dos amigos se rieron escandalosamente mientras Yoongi los veía con diversión e incluso reía un poco por la reacción de estos, se sostenían con dificultad de la barra y apretujaban sus abdómenes.
—¡No puedo creer que te hayas dejado meter algo por el culo! —dijo Hoseok con dificultad.
—¿Le has dejado hacerlo? —inquirió Namjoon, entre divertido y asombrado.
—Yoongi le complace en todo —respondió Hoseok—, dice que es porque está enamorado, pero no es eso. Creo que se siente culpable por usarla para olvidar a su hermano y por esa razón la complace con lo que quiere.
—¿Hermano? —preguntó Namjoon— No recuerdo que tuvieras uno.
—Mi padre se casó con la madre de ese omega, y antes de que preguntes, no, no estoy enamorado de él, Jimin no es nada más que eso, mi hermano, lo amo como tal y hasta ahí.
—¿Jimin? —su boca se secó, aun si ese nombre no era uno inusual, su estómago se revolvió al ver a Yoongi asentir— ¿Park Jimin?
Yoongi levantó la mirada para verle, su ceño se frunció y asintió de nuevo. —¿Lo conoces?
Apartó la mirada y tragó grueso. —Sí, era profesor en Dwight School, tu hermano fue mi estudiante.
El pelinegro abrió sus ojos, mirándolo con desconfianza. —¿Acaso tú...? No, olvídalo, mi Jimin no haría algo así.
Mientras tanto, Hoseok miraba expectante a sus dos amigos, él vivía del chisme y definitivamente no pasaría por alto aquello, había escuchado anteriormente la conversación de los dos alfas frente a él y, por supuesto, luego hablaría con ambos por aparte.
...
Jimin estaba en su cama, intentaba dormir pero no podía. Era media noche y Yoongi aún no aparecía, le había dejado unos cuantos mensajes y no había recibido respuesta alguna.
Se removía en su cama, de un lado a otro, hasta que escuchó la puerta principal ser abierta. Se levantó de un brinco de su cama y bajó las gradas con velocidad, el aroma de su hermano mezclado con el alcohol inundó sus fosas nasales, pero había dos aromas más y uno de ellos lo conocía más que bien. Se detuvo una vez estuvo en el último escalón.
Su hermano estaba hecho un desastre, era sostenido por Namjoon y Hoseok.
—Jimin, hola, hace mucho no nos vemos, pésimo reencuentro, ¿no? —sonrió nervioso, hacía pocos días había tenido a Jimin, absorbiendo su miembro con vehemencia—. Tu hermano se ha pasado un poco con los tragos.
—Ho-hola, sí, sí, eso veo —dijo, bajando la mirada a sus piernas desnudas y bajando con sus manos un poco su camisa que cubría con dificultad su muslos.
Hoseok carcajeó, Jimin siempre le parecía muy tierno, dejó a Yoongi y se acercó a despeinar su cabello. —¡Eres tan lindo!
Un gruñido fuerte y temible abandonó la garganta de Yoongi, quien no pudo más que soltarse del agarre de Namjoon y caminar con dificultad hasta Jimin. —No quiero que toques a mi omega —dijo con voz de mando, su alfa tomando el control de la situación.
Los alfas temblaron en su lugar y bajaron la cabeza ante el alfa de mayor rango frente a ellos, mostrándole respeto.
Jimin, en su lugar, sintió sus piernas temblar y solo pudo soltar feromonas para calmarlo, e intentar mantenerle en calma, su lobo parecía brincar de emoción al ser reconocido como el omega del alfa, pero su lado racional insistía en que no era más que el alcohol nublando los sentidos de su hermano, haciéndolo delirar.
—Mu-muchas gracias por traerlo —agradeció con sinceridad el omega, colocándose frente al alfa que se encontraba atontado por sus feromonas al igual que los otros dos frente a él—. Y-y lo-lo siento, Gigi solo se calma cuando esparzo mis feromonas.
Bajó la mirada y jugó con sus dedos, avergonzado.
—N-no tienes que disculparte, Jimin —reconoció Namjoon, apretando entre sus dedos su ropa—, lo-lo entendemos.
Hoseok asintió e intentó sonreír, pero la mirada carmín de Yoongi le hizo bajar la mirada nuevamente.
Ambos alfas se inclinaron ante los hermanos, despidiéndose.
—Joonie hyung —llamó Jimin, sorprendiendo a Hoseok por la confianza y haciendo gruñir a Yoongi por la misma razón—. Y-Yo lo siento, por lo que ha pasado.
—No te preocupes, no es tu culpa —le tranquilizó, sonriéndole. Levantó su mano para despedirse y finalmente cerró la puerta para marcharse.
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Trastorno (Yoonmin +18)
Random☑ | ¿Hasta qué punto una fantasía sexual podría considerarse un trastorno? Era sucio y puede que repulsivo también, pero ni una pizca de arrepentimiento se asomaba por su mente, había solo placer, lujuria y pecado. Tener fantasías sexuales es muy co...