En un mundo donde la jerarquía de las castas sigue teniendo especial importancia a pesar del mejoramiento de la igualdad entre Alfa, Betas y Omegas, Kihyun, un desdichado omega, sufre las consecuencias de estar con un alfa de doble cara que aunque p...
Cuando entró a la casa del alfa por primera vez, realmente no sabía qué esperar. Todo lo que conocía de ese tipo llamado Shownu es lo que había visto y oído o sea, que era un alfa fuerte y apuesto pero de personalidad calmada y dulce, bastante trabajador y reconocido en su pueblo, soltero y que lo había salvado. Eso era todo. Pero se sorprendió gratamente al cruzar la puerta y ver que la pequeña pero acogedora casa de Shownu era todavía más cálida en el interior.
En ese pueblo no parecía haber grandes casas o edificios de apartamentos. Todas parecían ser casas individuales pero de tamaño regular o muy pequeñas, con algún pequeño patio y poco más.
La casa de Shownu tenía lo justo y necesario para vivir, pero estaba bien ordenada y hasta podría decirse que un poco vacía, ya que sólo había una persona viviendo en lo que parecía ser una casa familiar.
Echó un largo vistazo a todos los rincones que pudo y Shownu lo siguió en silencio, hasta que sintió necesidad de hablar.
—Oye, Kihyun... —le llamó para atraer su atención, lográndolo sin problemas. —La casa tiene dos habitaciones, pero como vivo solo, digamos que sólo una está habilitada así que si quieres puedes descansar en la mía. Yo me quedaré en el sofá mientras preparo la otra habitación.
Su cara estaba tan inocentemente sincera que Kihyun se sintió indigno de tal amabilidad.
—No es necesario. —declinó. —Yo me quedaré en el sofá el tiempo que sea necesario y...
—¡De ninguna manera! —lo interrumpió el alfa con preocupación. —¿Qué tal si accidentalmente te caes de ahí? ¿Qué le pasará al bebé entonces?
El omega se sorprendió por la observación que Shownu hizo, porque incluso a él se le había olvidado su embarazo ya que no estaba acostumbrado a ello.
El día que se enteró fue golpeado casi hasta la muerte y estuvo inconsciente el resto del tiempo. Apenas había despertado ese día, así que según su memoria no llevaba más de dos días estando consciente de su propio embarazo, a diferencia del alfa que lo tenía presente mucho antes de que él despertara.
—Oh, bueno... —dijo dubitativo.
Shownu miró su rostro preocupado y retraído, igual que el de cualquier persona que sintiera que no encaja en un sitio, así que se sintió mal por el omega.
—¿Quieres ir de compras? —preguntó con emoción.
Kihyun no sabía qué responder exactamente. Él no tenía dinero y por ende no podía comprar nada, pero tampoco es como si tuviera algo mejor que hacer.
—Claro. —contestó inexpresivo.
El alfa se dio la vuelta y comenzó a prepararse con lo necesario para una salida casual mientras que el omega lo esperaba de pie en el mismo lugar porque no tenía nada consigo, así que no había nada que preparar.
Ya casi estaba todo preparado para irse pero en ese momento Shownu se dio cuenta que sólo tenía una bicicleta para salir, y no sabía hasta que punto era malo para un omega embarazado el andar en bicicleta. Quizá debía hacer una lista de preguntas para que el doctor despejara sus dudas.
—Oye, Kihyun... —volvió a llamarle con timidez como habitualmente lo hacía. —¿Cuantos meses tienes de embarazo?
El tema volvió a ser dirigido al bebé y el omega no sabía cómo sentirse. Quizá el alfa estaba siendo demasiado amable con él sólo por el bebé, o quizá sólo hacía énfasis en él porque no le agradaba la idea de que estuviera embarazado y quería hacerle ver lo difícil que es la vida para un omega con un bebé. No sabía qué pensar, pero le era difícil pensar en algo bueno.
—El doctor dijo que aproximadamente cuatro meses y medio. —respondió en un susurro apagado.
Incluso si deseara deshacerse del bebé a esas alturas ya no le era posible.
El alfa se sorprendió al escucharlo.
—¡¿Tanto?! —preguntó sorprendido. —¿No se supone que estés un poco más...? —hizo una señal redondeando su estomago.
Kihyun sonrió levemente.
—Creo que debería estarlo, pero como no sabía de esto antes de mi problema, no me he cuidado en absoluto así que es probable que el bebé esté un poco desnutrido... —dijo con tristeza. —Yo en realidad... —soltó un suspiro y se contuvo de hablar de su pasado y de su bebé muerto siete meses atrás. —Estuve enfermo, asi que probablemente los síntomas se mezclaron y por eso no lo noté.
Shownu asintió con comprensión aunque quería preguntar mil cosas ya que el doctor le había dicho que este omega ya había tenido un primer embarazo, pero desde su punto de vista parecía ser muy novato en el tema, como un padre primerizo. Quizá tendría la oportunidad de preguntar después, pero no quería abrumarlo con tantas preguntas porque ya había pasado por una situación mala y no quería que desconfiara de sus buenas intenciones.
—Bien, entonces creo que es momento de sacar esto. —dijo levantando una tarjeta en su mano. —Vamos de compras.
Después de eso, Shownu llamó un taxi y se fueron a recorrer el centro del pueblo donde había mucha actividad comercial. Era muy diferente a lo que Kihyun estaba acostumbrado pero después de todo estaba familiarizado con los lugares comerciales.
Mientras miraba por la ventana tratando de adivinar cuál era el negocio que le hacía falta a esa zona, el taxi se detuvo justo enfrente de una tienda comercial y Shownu bajó con mucha seguridad, por lo que él no tuvo más remedio que seguirlo.
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó un poco confundido. —No creo que a tu casa le haga falta ningún electrodoméstico.
El alfa le sonrió dulcemente.
—Necesitamos un transporte lo suficientemente cómodo para que un omega embarazado se movilice. —dijo con dulzura señalando un grupo de motocicletas que estaban cerca de la entrada. —Escoge una, esta será nuestra primera compra del día. —informó con emoción.
Kihyun se quedó estupefacto ante lo dicho.
—N-no. —dijo con dificultad. —¡No es necesario! Yo-yo, yo en realidad... ¡No puedo manejar!
—No importa, yo te enseñaré. —respondió el alfa con naturalidad.
—Pero... —el omega balbuceó un par de cosas, sin embargo su mano fue envuelta por otra muy cálida que lo animó a avanzar dentro de la tienda comercial.
Sus pasos se detuvieron justo enfrente del grupo de motocicletas y las señaló con una sonrisa.
—No seas tímido... —le regañó con ternura. —Dime, ¿cuál te gusta?
Kihyun no sabía qué decir.
¿Siquiera se merecía tal trato especial?
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