Hora de hablar con Elena II✅️

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Aquellas personas que más sonríen son las más rotas y dañadas, una sonrisa no siempre significa estar bien, yo lo sé. Darleny

-Elena, necesitamos hablar acerca de Klaus -digo, tomando asiento en la cama.

-¿Sobre Klaus? -Elena frunce el ceño-. ¿De qué tenemos que hablar sobre él?

Trago saliva antes de hablar. Esto no será fácil.

-Elena, puedo ver el futuro -le digo, esperando que no me tome por loca. Sus ojos se abren, sorprendida-. Si no aceptas el trato de Klaus, él matará a Jenna. La usará para el sacrificio.

Veo cómo el dolor y las lágrimas se acumulan en los ojos de Elena.

-¿Qué podemos hacer? -pregunta, con la voz quebrada.

-Aceptar un trato -le digo, sabiendo que eso no es lo que quiere oír.

-¿Qué trato? -pregunta con cautela.

-Klaus romperá su maldición con la condición de que no podrá matar a nadie importante para ti. Y tú volverás a la vida. Las brujas de Klaus ya lo tienen todo preparado -le explico.

-¿Cómo sabes todo esto? -me pregunta, entre desconfiada y asustada.

-Hice un trato con Klaus. Él descubrió mi poder y me ofreció una opción: si le decía dónde estaba uno de sus mayores enemigos, no mataría a mi madre ni a ninguno de mis amigos. Además, buscaría una forma de que tú sobrevivieras al ritual... y liberaría al verdadero amor de Sage -digo, tratando de sonar convincente. Dios mío, me he convertido en una excelente mentirosa, pienso para mis adentros, sintiendo un nudo en el estómago.

Elena se queda callada, procesando toda la información. Sé que está asustada, pero también sé lo mucho que ama a su familia. Yo también la amo, es como una hermana para mí, y no podría soportar verla perder a alguien más.

-No lastimará a nadie que yo quiera, ¿cierto? -pregunta Elena, casi suplicando una confirmación.

-No. Para asegurarnos de que cumpla con su palabra, le pediremos a Sheila que haga un hechizo para sellar el trato -le respondo, intentando tranquilizarla.

Elena me mira durante unos segundos más y luego asiente lentamente, esbozando una pequeña sonrisa, aunque claramente forzada.

-Acepto -dice, finalmente.

Cuando entro a la pensión, Damon me recibe con una expresión seria. Apenas me ha visto y ya sé lo que va a preguntar.

-¿Lo conocías? Sabías quién era, ¿verdad? -me dice Damon, directo.

-Sí -respondo con calma, sin molestia. Para qué negarlo ahora.

Me da una mirada de decepción, como si no pudiera entender mis razones.

-¿Y Elena? Es tu amiga. ¿Por qué lo hiciste? -me pregunta, esta vez con más dolor en la voz.

Mi paciencia se agota de repente, y algo en mí estalla.

-¿Quieres saber por qué? ¡Porque no quiero que Jenna muera! No quiero que Tyler y yo seamos usados como sacrificios, para que luego tú llegues y Tyler te muerda. Y la única cura para una mordedura de hombre lobo es la sangre de Klaus, así que para salvarte, Stefan se entregaría a él. ¡Y entonces Klaus lo convertiría en un destripador, y lo obligaría a apagar su humanidad! -le grito, las palabras saliendo a borbotones, mi voz temblando con la frustración-. Hice el trato con Klaus y le dije a Elena que aceptara porque no quiero perder a nadie que ame. ¡Eso es por lo que lo hice!

Mi respiración está agitada, y solo entonces me doy cuenta de que los demás estaban allí. Todos me miran con expresiones mezcladas de admiración, conmoción y compasión. Las lágrimas comienzan a acumularse en mis ojos, y ya no puedo contenerlas.

-Lo siento, Caroline -dice Damon, en voz baja. Es lo único que dice, pero es suficiente.

Comienzo a llorar mientras él me abraza. Siento que el agotamiento me consume.

-Estoy tan cansada -susurró entre lágrimas-No quiero que nadie muera, pero es tan difícil. En serio lo intento, créeme, pero estoy agotada.

Las lágrimas caen con más fuerza mientras divago, soltando todo el peso que llevo acumulando.

Damon no dice nada más, solo me sostiene. No recuerdo mucho después de ese arrebato. Lo último que recuerdo es que Damon me cargó en brazos.

Abro los ojos lentamente, sintiendo una presencia en la habitación.

-Hola -me dice una voz familiar.

-Hola -le respondo débilmente. Es Stefan.

Parece nervioso. No es típico en él, pero lo entiendo. Todo esto es demasiado.

-Así que... un destripador, ¿eh? -dice Stefan, tratando de romper el hielo.

-Así es -respondo con una leve sonrisa. Pero el momento no tarda en volverse serio.

-¿Por qué?- pregunta, sin entender. Por qué Klaus lo quería.

Respiro hondo y comienzo a explicarle.

-Tú y Klaus ya se conocían en los años 20, cuando eras el destripador. Fuiste el primer amigo real que Klaus tuvo después de mucho tiempo. La chica de la que te hablé, la que te ha amado durante más de 90 años, es Rebekah, su hermana. Ella es un vampiro original. Los originales tienen la habilidad de obligar a otros vampiros, y Klaus te obligó a olvidarlos porque alguien venía por ellos. ¿Por qué te transformó de nuevo en un destripador? Porque quería a su compañero de vuelta. Lo siento, Stef.

Stefan se queda en silencio, procesando todo lo que le acabo de decir. Sé que es mucho.

-El ritual se llevará a cabo, Stefan. Tanto Elena como yo hemos hecho nuestro trato le digo finalmente.

Stefan asiente, aunque sé que aún le cuesta aceptarlo. Todos estamos atrapados en esta guerra, intentando sobrevivir.

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