Hope Mikaelson y las gemelas Saltzman ✅️

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"La traición de una madre hacia sus hijos es una herida profunda, un quiebre irreversible en el vínculo que se suponía indestructible, una quebrantada promesa de amor incondicional que deja cicatrices invisibles en el alma, que marca el corazón con la amarga sensación de haber sido abandonado por quien debía ser la fuente más pura de confianza y protección."

Todos los Mikaelson permanecen en silencio, procesando toda la información que les he dado. Cada uno reacciona de manera diferente, pero el impacto es claro en sus rostros.

Finalmente, Kol rompe el silencio con una carcajada, aunque su tono refleja más amargura que diversión.

-Bueno, nuestra querida madre es una maldita perra -dice, riéndose con su característico tono burlón.

-Kol, más respeto -interviene Elijah con su calma habitual. Aunque puedo notar una parte de él que parece estar de acuerdo con Kol, su naturaleza de caballero lo lleva a guardar la compostura, manteniendo su habitual dignidad.

Finn, siempre el hijo leal y protector de su madre, no dice nada en su defensa. Observa en silencio, mientras Sage le sostiene la mano, brindándole consuelo. Me doy cuenta de que incluso él, el más devoto, ha perdido el último gramo de amor que le quedaba hacia Esther Mikaelson.

Rebekah, la más emotiva de los hermanos, no puede contener las lágrimas. La traición de su madre la afecta profundamente. Rebekah siempre había deseado ser madre, pero ahora se da cuenta de que, si hubiera tenido un hijo, Dahlia se lo habría llevado. Me doy cuenta que esta verdad despierta en ella una profunda ira y una sensación de traición hacia su madre.

Nik, en cambio, está furioso. La ira arde en sus ojos, y su mandíbula se tensa mientras intenta contenerse. Cualquiera que lo mire sabe que está a punto de estallar. La decepción y el odio que siente hacia su madre son casi palpables en el ambiente.

-Nuestra madre siempre ha sido una mujer especial -dice Nik con un tono cargado de desdén y odio-. Convierte a sus hijos en monstruos, maldice a otros y abandona a otro junto con todo su linaje principal.

Me estremezco ante las palabras de Nik, pero lo entiendo. Su madre los convirtió en vampiros, en "monstruos", lo maldijo por algo que fue su propia culpa, y Nik no tuvo nada que ver. Luego, como si eso fuera poco, se enteró de que Esther no solo permitió que se llevaran a su hermana mayor, sino que también sacrificó el primogénito de cada uno de ellos. Comprendo el horror de saber que, si cualquiera de los Mikaelson hubiera tenido un hijo en su vida humana, Dahlia se lo habría llevado sin piedad.

Pienso en Hope, en lo que significó para Nik, y en cómo Dahlia apareció para intentar arrebatarla cuando apenas era una bebé indefensa. Según lo que me contaron los Mikaelson, Dahlia no solo es extremadamente poderosa, sino también astuta y calculadora. Es una amenaza real, y Esther entregó a su propia familia a esa amenaza.

Uno a uno, los Mikaelson van abandonando la sala en silencio. Finn es el primero en irse, con el rostro sombrío. Sage me lanza una mirada que promete una futura conversación y lo sigue rápidamente, manteniéndose a su lado, como siempre ha tenido que ser.

Kol se detiene antes de marcharse y me lanza una mirada desafiante.

-Avísame cuándo deba reunirme con las brujas Bennett -dice, su tono es neutral, aunque puedo percibir una chispa de cansancio-. Voy a revisar algunos libros de magia, a ver si encuentro algo útil.

Le doy un leve asentimiento y él se va, dejando tras de sí una atmósfera densa. Rebekah lo sigue en silencio, con los ojos aún enrojecidos y una mezcla de tristeza y enojo en su expresión. La traición de su madre parece haberle arrancado cualquier ilusión que le quedara de que du madre merecia una oportunidad.

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