Capítulo 21.

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— Enojada es poco, T/N— reclamó, y el pelinegro trató de esconderse tras una planta artificial que estaba en la sala de la casa.

Eran las cinco de la tarde; se encontraban en la casa de la chica, habían pasado meditando un par de horas antes si sería ya conveniente ir; y ahí se encontraban. EunWoo "oculto" tras tres hojas de plástico que no le cubrían absolutamente nada, y T/N, la cual estaba cara a cara con su progenitora.

— Pues no sé qué querías que hiciera, mamá.

— ¡Llamarme! ¡Tan fácil como eso!

— No iba a regresar aquí sabiendo que está mi papá.

— Deja de ser orgullosa por una sola vez en tu vida.

— ¡Es que tú no entiendes! ¡Estoy harta! ¡Harta de la forma en la que he llevado mi vida! ¡No soy una persona feliz!

— ¿No eres feliz, hija?— su tono se suavizó.

— No, no lo soy— tenía la voz entrecortada— Es muy difícil tratar con gente que me tiene miedo; no, mejor dicho, miedo a mi papá— inhaló fuerte para tragarse un sollozo— ¡Él!, él es el que se encarga de aislarme de las demás personas, es su culpa; a veces pienso que me odia.

— No, cariño, tu papá te ama— se acercó para darle un abrazo al ver cómo la presión en sus ojos ya no aguantó más y se desbordó en lágrimas.

— ¿Entonces por qué no parece? ¿Qué esconde? ¿A qué le tiene miedo? ¿Por qué es así?— preguntó, escondiendo su cabeza en el cuello de su madre.

— No lo sé, mi amor— suspiró— Todo cambió desde que nos venimos a vivir aquí.

— No entiendo su afán sobreprotector, desconfía hasta de su propia sombra, y eso me preocupa.

— Trataremos de hablar con él, ¿Sí?— la chica sorbió su nariz y asintió.

— Bueno, creo que ya me voy...— interrumpió el momento el chico, si seguía un minuto más ahí se miraría muy entrometido.

— ¿No quieres quedarte?, haré la cena ahorita, y me gustaría que te quedaras— le propuso la señora.

— No me gustaría importunar.

— Oh, no lo haces, mi vida.

El menor volteó rápido hacia T/N diciendo con la mirada: "Entonces dices mi vida porque tu mamá así dice, ¿Verdad?", a lo que ella asintió despacio torciendo una sonrisa.

— Entonces, me quedo.

— Perfecto, Rocky no tarda en llegar, ¿Quieres algo de tomar?

— Agua, por favor.

— Yo la traigo— propuso la castaña, caminando a la cocina.

— EunWoo, ¿no?— él asintió— Mira, desde kilómetros a la redonda se mira que sientes algo por mi hija— abrió la boca para decir algo pero la señora levantó la mano para hacerlo callar— Déjame hablar; para serte sincera, eres el primer niño que conozco de su parte; como su mamá, puedo ver como le brillan los ojos cuando estás cerca, por favor, EunWoo, no la lastimes, T/N es muy especial y merece alguien que la quiera mucho.

— No la lastimaré señora— sonrió.

— Más te vale, porque tengo una escopeta y sé usarla.

— No la lastimaré— reiteró, riendo con un poco de nervios... y cómo no hacerlo si la mujer se miraba muy decidida.

— Así me gusta— le sonrió cálidamente y frotó su hombro para que se relajara.

— ¡La quieren helada ó al tiempo!— gritó T/N desde la cocina.

Mi África [Cha Eun Woo y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora