Sanctum Sanctorum

1.5K 141 31
                                    

"Dr.Strange es propiedad de Disney/Marvel. Todos los derechos reservados."
******

Stephen Strange no tuvo otra alternativa. Wanda era demasiado peligrosa para dejarla sin supervisión.

Lo que había pasado en el Hex de Westview, y recientemente en el bosque donde la había encontrado, era tan sólo una pizca de su poder destructivo y caótico.

Así que para su sorpresa, ella había aceptado su propuesta de traerla al "Sanctum Sanctorum" con el fin de ayudarle a tener el control de sus poderes, tratando de serenar su espíritu en primer lugar.

-Las damas primero.- la invitó a pasar.

La puerta se cerró detrás suyo.

Caminó por la enorme estancia del santuario, asombrada por lo amplio que era en realidad ya que desde la calle aparentaba ser un lugar mucho más pequeño.

-Entonces...¿Aquí vives?- estaba un poco confundida.

Él asintió a la vez que volvía a conjurar su vestimenta habitual.

- Bienvenida, Wanda.- sonrió. -Wong no debe tardar en llegar así que mientras te llevaré a la habitación donde te hospedarás.-dijo amablemente.

-¿Wong? ¿Es el hombre que te acompaña siempre?- preguntó curiosa.

-Sí, así es.- sonrío levemente.- Es por aquí.- indicó.

Subieron las enormes escaleras y caminaron por un largo pasillo hasta pararse frente a una de las muchas puertas que había en el lugar.

-Disculpa la decoración, puede que no sea mucho de tu estilo.- bromeó. -Pero confió en que estarás cómoda.- abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarla pasar.

Wanda se introdujo en la habitación y la observó con detenimiento.

-Bueno...es mejor de lo que esperaba a decir verdad, pensé que me quedaría en un calabozo o algo así- bromeó también.

-¡Auch! - Stephen rió divertido.- ¡Oye, no vivimos en el Medioevo!.- sonrió.

-Si tú lo dices...-gesticuló con sarcasmo.

-Bueno, ehm...ponte cómoda. Vendré en un rato a ver si ya te instalaste y para que puedas conocer a Wong. -se dispuso a retirarse.

La pelirroja asintió en respuesta.

-Ah, casi lo olvido. ¿Podrías darme "el libro", Wanda? Lo pondré en un lugar seguro.- extendió la mano.

Pestañeó. -Claro.- conjuró el "Darkhold" y se lo entregó sin objetar.

-Bueno, con tu permiso.-cerró la puerta tras de sí.

Si bien la decoración no era de su estilo tal y como el Hechicero había dicho encontraba la habitación bastante confortable y espaciosa.

La arquitectura era "Bastante europea" a su parecer.

Tenía una gran cama matrimonial con dosel, y un balcón por el que entraba mucha luz natural y desde el cual podía verse la calle y algunos edificios aledaños de la gran ciudad de Nueva York.

No podía quejarse considerando que se había "quedado sin casa", de nuevo.

Su maleta apareció delante de ella y la abrió.

Con ayuda de su magia empezó a acomodar sus pertenencias donde ella consideraba que debían de estar colocadas. Debía aceptar que tener magia poseía sus ventajas.

De hecho todo el santuario estaba lleno de magia, de hechizos y objetos encantados, ella podía sentirlo; exploraría más tarde el lugar.

Se sentó sobre el borde de su cama y se quedó pensativa un buen rato.

En tiempos de caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora