Wanda Maximoff y Stephen Strange han estado teniendo extrañas pesadillas que harán que sus destinos se crucen.
Toma en cuenta todo el canon del UCM hasta NWH y hace algunas referencias a los cómics
🖤💚❤️
Ship: ScarletStrange
"Dr.Strange es propiedad de Disney/Marvel. Todos los derechos reservados." ******
Los primeros rayos del sol se hicieron presentes en la habitación.
Abrió lentamente sus ojos y parpadeó varias veces para acostumbrarse a la repentina claridad del día.
Sonrió con alivio al confirmar que no había sido sólo una fantasía suya lo sucedido la noche anterior; la hermosa pelirroja dormía plácidamente sobre su pecho.
Se quedó un buen rato disfrutando de ese íntimo momento con ella, la contemplaba con detenimiento, grabando en su mente cada trazo de su figura, cada expresión de su rostro, el tacto suave de su piel y el aroma floral que despedía su cabello, el cual acariciaba con dulzura.
Pensaba en todo lo que cambiaría de ahora en adelante, era más que evidente que su relación ya no podía ser como hasta hace poco.
Él quería protegerla, aunque ella no estuviera de acuerdo con su manera de proceder, pero no se iba a dar el lujo de permitir que su alma terminara de corromperse, aunque sería capaz de ir hasta el mismísimo infierno a traerla de regreso si era necesario.
Nada ni nadie, se la iba a arrebatar.
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Los rayos del sol que bañaron su rostro la hicieron despertar poco a poco.
Se desperezó con un gran bostezo y talló ligeramente sus ojos.
-Buen día, Maximoff... - dijo dulcemente.
Wanda alzó levemente su vista y se encontró con el rostro del Hechicero, quien la estaba mirando con una sonrisa.
-Strange...- sonrió de vuelta y suspiró.
Se sentía feliz al imaginar que de ahora en adelante podría despertar de esa forma, a su lado.
-...¿Qué hora es?...- preguntó un poco somnolienta.
-Pasan de las 8, será mejor que nos levantemos, hay cosas por hacer.- le dijo con suavidad mientras acariciaba su mejilla, realmente él hubiera preferido quedarse así con ella por más tiempo.
Asintió dando otro bostezo, y sin tener la intención de levantarse en realidad.
Stephen esbozó una leve sonrisa. -Me daré una ducha, puedes esperar a que salga...o entrar conmigo...- la sedujo mientras acercaba lentamente su rostro al de ella.
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-Mmm...- arqueó levemente las cejas-...creo que tomaré la segunda opción...- le sonrió de forma cautivadora, y se besaron apasionadamente.
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Esa mañana era particularmente tranquila.
Como todos los días se había levantado un poco antes del amanecer, gracias a la exactitud de su reloj biológico.
