Martes 13 de Julio, 2021
Vivir un romance de cuentos de hadas nunca fue tan emocionante para él. Conocía sus problemas, sus dificultades y las condiciones con las que vivía. Por mucho que su físico fuera un imán tanto para mujeres como para hombres, también era el foco principal de todos sus miedos. Miedos irracionales; ser lindo, tierno e inocente no era razón suficiente para que el hombre con quién compartía sangre quisiera corromperlo. Simplemente no existía justificación alguna para torturar una alma pura.
Cuatro días llorando, temblando, sollozando e intentando lastimarse así mismo. Minhyuk y Hoseok no se separaban de él en ningún momento haciéndolo sentir más miserable. Cuando pidió a su tía una casa especial y absolutamente para él, era porque no quería ser una carga para nadie. Por más que quiera engañarse y a los demás, no puede valerse por si solo; no es ni siquiera capaz de salir al supermercado.
Conocer a Hoseok cambió muchos aspectos en su vida. El solo hecho de poder tener a alguien compartiendo su propio espacio ya era mucho pero había algo más; medicación en bajas dosis, sueños tranquilos, menos estrés, confianza, y lo más importante... hablar. Todos sus pequeños avances se fueron por la borda con la posibilidad de que su "padre" quedara en libertad. Las pesadillas volvieron, la ansiedad, los ataques de pánico, el llanto, la limpieza corporal compulsiva y el silencio.
Su tía intentó en muchas ocasiones acercarse a Won pero éste terminaba alterado y gritando monosílabos. El parecido que tenía con la madre de Wonnie era el verdadero problema; ver a la mujer que salvó su vida y murió en sus brazos frente a él no le parecía bueno para su pobre mente. Los recuerdos venia uno tras otro colisionando con su presente causando graves ataques en el menor. Los sedantes fueron sus acompañantes en los últimos cuatro días, la mayor parte del tiempo estaba durmiendo y cuando no lo hacía lloraba o balbuceaba cosas inaudibles en una esquina de su habitación.
–No se que hacer Min. –susurró Seok arrastrando los pies hasta el sillón de tres plazas donde se dejó caer boca abajo.
–¿Comió?
–No....ni siquiera me mira.
Minhyuk asintió mordiendo su labio inferior. Estaba sentado en el piso preparando todos los documentos que llevaría con las abogadas que Hoseok consiguió con ayuda de Hyunwoo. El plan era simple. Min iría a hablar con los abogados y plantear el caso, presentar las pruebas y demás oficios que tuvieran del caso de hace años con la esperanza de encontrar el error o algo que no estuviera bien para resolverlo e impedir que dejaran en libertar a Choi. Hyungwon debería ir pero no estaba ni mental ni físicamente para asistir a la reunión; les quedaban esa semana y la otra para la audiencia y si no lograban controlar a Won todo se complicaría.
–Debes buscar la manera que se alimente... ayer tampoco comió.
–No quiere que lo toque –la almohada bajo su cara complicaba un poco su voz pero no al grado de no ser escuchada por el otro. –sigue tan perdido...
–Hable esta mañana con el doctor ~ dijo que el estado en que está no tiene nada que ver con los medicamentos–habló cerrando la carpeta–los sedantes son cien por ciento naturales. Su comportamiento es completamente normal... él esta creando su propio caparazón justo como lo hizo a los seis
–Si eso pasa no llegaremos a ningún lado con la defensa –se lamentó. – necesitamos que hable.
–Entonces mueve ese trasero y hazlo reaccionar.
Hoseok abrió la boca para decir una y miles de razones del porque no serviría su presencia pero fue interrumpido por un corto lamento que provenía de la habitación principal.
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Los días a tu lado 🎇2 won 🎇
Fiksi PenggemarLee Hoseok o mejor conocido como Wonho, es un joven amable, ingenuo, de corazón puro, atractivo rostro y cuerpo de tentación. Desde que su madre lo dejo a él y a su padre, siempre están juntos. Trabaja por las tardes en el restaurante familiar de...