POV: Ivanna Bennet *ੈ✩‧₊˚
La visita de Ashtray me había pillado por sorpresa al igual que me había reconfortado, es ciertamente agradable saber que al menos alguien se preocupa por ti, pero por supuesto, no he dejado de odiarle, espero haberlo dejado claro.
Las cosas no iban especialmente bien para mi, el mismo día que la versión humana de Chucky había venido a mi casa, por la noche no dormí bien, Rue se había ido por la tarde y no había vuelto. Ya era por la mañana del día siguiente y seguía sin haber rastro de ella, pero lo que más me fastidiaba era que yo tenía que mentirle a mamá y decirle que Rue estaba bien, aún que puede que estuviera muerta por sobre dosis en alguna cuneta, pero yo le había contado a a mamá y Gia esa historia de que ella estaba con su amiga nueva.
Esa chica me caía mal, me estaba robando a mi hermana en mi peor momento, pero mientras que ella sea feliz, yo soy feliz. Todo esto en caso de que no esté muerta en una cuneta, como he dicho antes.
En una hora tenía que ir a clases y por alguna razón me había levantado más temprano de lo normal, así que aproveché para ducharme y peinarme, aparte de ponerme una mascarilla hidratante y aplicarme alguna que otra crema. Lo que Cassie llamaría un "ritual de belleza". Nunca me había preocupado especialmente mi imagen, pero todo eso cambió cuando empecé a llevarme bien con las chicas, ellas me iniciaron en el placer de la manicura bien hecha, las mascarillas y el maquillaje, y tampoco es un mundo que me desagrade.
Cuando terminé, me vestí con algo sencillo, pues al fin y al cabo solo iba a clases. Un conjunto de color negro, con una camiseta corta con cintas que até alrededor de mi torso y pantalones de campana, que combiné con un bolso negro y unas botas. Probablemente a Kat y Maddy les hubiera gustado.
Pensar en ellas no me hacía bien, solo tenía que seguir llevando a cabo mi plan infalible contra Nate Jacobs, aún que aún me faltaba una pieza, y no tenía ni idea de cómo iba a conseguirla...
Traté de disimular la mueca que se había dibujado sobre mi rostro cuando tuve que despedirme de mi madre y caminar junto con Gia al porche de la casa, donde pudimos ver el coche del padre de una de sus amigas. Por lo visto, habían acordado que todas las mañanas mi hermana se iría en el coche con ellos. Empiezo a pensar que el mundo está conspirando para quitarme a mis hermanas, primero Rue y ahora Gia.
Rodé los ojos antes de abrazar a mi hermana y empezar a caminar hacia el instituto, con mis auriculares puestos y caminando al ritmo de la música mientras sonreía o movía mi cabeza inconscientemente de vez en cuando, probablemente cualquier persona que pasara por ahí y me viera pensaría que estoy loca, pero que les den, estoy en mi derecho a estar loca.
Mi felicidad comenzó a disiparse a medida que el gran edificio conocido por mi como infierno se iba dejando ver ante mi, aquel lugar donde me esperaba, en pocas palabras, soledad y desamparo, porque aunque suene muy exagerado, así es como me sentía después de todo.
A veces deseaba que Fez estuviera aquí, o incluso Ashtray, creo que podría llegar a convivir con él.
—Ay no, que asco.—Murmuré para mi misma cuando me di cuenta de las cosas que estaba pensando, creo que me estoy volviendo desquiciada.
Para terminar de hacer que quisiera morirme, tenía una maravillosa y deseada clase de matemáticas a primera hora, donde probablemente mis compañeros hablarían sobre cómo mi mejor amiga me pegó y me tiró a la piscina en una fiesta en la que ni siquiera habían estado, pero esto es un pueblo pequeño y los rumores vuelan, por desgracia.
Como buena marginada de la sociedad en la que me había convertido, decidí ser única y diferente y sentarme al final de la clase, al lado de la ventana, así podría observar el sufrimiento de las personas que pasarán por ahí y sentirme mejor conmigo misma.
Reí ante mis pensamientos. Definitivamente, estaba perdiendo la cabeza.
En realidad, tenía pensado atender al profesor y sacar el curso adelante con una media de sobresaliente, como venía haciendo desde que entré al mundo estudiantil y como pensaba seguir haciendo hasta salir de este.
Digo pensaba porque las cosas dieron un giro en el instante en el que un chico castaño se sentó a mi lado, me miraba fijamente como si quisiera algo, y yo no sabía que hacer.
Hasta que me di cuenta que aún llevaba los auriculares puestos, y con algo de vergüenza los retiré de mis oídos para introducirlos en mi bolso.
—Perdona, no había caído en que los seguía teniendo puestos.—Comenté riendo nerviosamente, a lo que él imitó mi acción.
—No te preocupes.—Se relajó sobre la mesa.—¿Eres nueva o algo así?
—No, por desgracia llevó aquí unos cuantos años.—Le respondí.—¿Por qué preguntas?
—Porque estás sola y te has sentado al final de la clase y al lado de la ventana, ¿pensabas pasar la clase mirando por ella mientras piensas en tu horrible vida?—No pude evitar soltar una carcajada.
—Tú has leído mucho Wattpad, y no, no pensaba hacer eso. Estoy sola porque han habido... problemas. Y me he sentado aquí para poder atender la clase sin que nadie me diga nada. Aún que tú tampoco debes de tener muchos amigos si acabas de sentarte a mi lado.—Finalicé, en tono burlesco.
—Pero yo soy nuevo, tengo excusa, tú no.—Se mofó de mi.
Ya decía yo que algo no cuadraba, ahora entendía porque me parecía no haber visto a este chico en mi vida.
—Fascinante.—Rodé los ojos.
—Soy Alex, ¿y tú?—No pude responder, pues un hombre de unos cuarenta años apareció por la puerta exigiéndonos silencio, supuse que ese era el profesor, y creo que no iba a hacer muy buenas migas con él.
El idiota empezó a repasar cosas del curso pasado, y puesto que yo iba un paso por delante y no me hacía falta revisar nada, decidí escribir en un papel mi nombre y pasárselo a Alex.
Bonito nombre.
Me respondió él en la parte trasera del mismo papel.
¿Por qué has entrado al East Highland?
Escribí.
Ha habido algunos inconvenientes con mis padres en mi otra ciudad, así que me han mandado a vivir con mis tíos y mis primos durante un tiempo.
Leí en el papel, y no pude evitar que la curiosidad corriera por mis venas como si de una droga se tratase.
¿Quiénes son? A lo mejor los conozco, de hecho, seguro que los conozco, en este pueblo todos se conocen.
Escribí y se lo pasé al chico, antes de recibir el mismo papel con unos nombres escritos con buena caligrafía, y justo en ese momento, pude sentir mi sangre helarse y mi piel ponerse pálida. Mi perplejidad duró unos segundos antes de mirar al chico, estaba mirando al profesor y podía observar su perfil, y no pude evitar sonreír.
Mis tíos son Cal y Masha Jacobs, y mis primos son Nate y Aaron Jacobs
Él era lo que me faltaba, una persona lo suficientemente cercana a Nate y su familia como para conseguir aquello que yo tanto anhelaba, aquello que iba a devolverme mi vida y mis amigas.
Porque todos tenemos secretos, y estaba dispuesta a descubrir el más perverso e inquietante de Nate Jacobs, ya que he tenido pocas cosas claras en mi vida, pero una de ellas es que siendo como es, oculta algo, oculta muchas cosas con las que quizá alguna pequeña cabrona lo podría chantajear.
Alex me miró y me sonrió de vuelta, si él supiera lo que estoy pensando quizá no lo haría, pero no tiene porque enterarse, solo voy a utilizarle por un bien mayor.
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𝙖𝙣𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚; 𝘢𝘴𝘩𝘵𝘳𝘢𝘺 ➜ 𝙥𝙖𝙪𝙨𝙖𝙙𝙖
Fanfiction𝙖𝙣𝙙 𝙞 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙘𝙧𝙮 𝙞 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙡𝙚𝙖𝙧𝙣 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙗𝙪𝙩 𝙖𝙡𝙡 𝙢𝙮 𝙩𝙚𝙖𝙧𝙨 𝙝𝙖𝙫𝙚 𝙗𝙚𝙚𝙣 𝙪𝙨𝙚𝙙 𝙪𝙥 𝘐𝘷𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘉𝘦𝘯𝘯𝘦𝘵 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘢 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘢 𝘥𝘦 𝘍𝘦𝘻𝘤𝘰, 𝘴𝘪𝘯 𝘦𝘮𝘣𝘢𝘳...