POV: Ivanna Bennet *ੈ✩‧₊˚
Observaba fijamente al suelo obteniendo una clara visión de mis pies colocándose uno detrás del otro como si de un bucle se tratara, caminando con el sonido de mis zapatos chocando contra el suelo siendo mi acompañante, y es que en ese momento necesitaba hablar, necesitaba que alguien me aconsejara y puesto que Rue había vuelto esa misma tarde para luego volverse a marchar y estaba enfadada con ella, acudí a mi otra persona favorita.
Todo giraba en torno a un algo, a una persona. Alex. Si me acercaba lo suficiente a él podía ser la clave en mi venganza hacia Nate, pero lo estaría utilizando, y pese a que intentara ser como las chicas y que no me importara nada sobre los demás, sabía que me sentiría horrible si llegaba a jugar con alguien en mi propio beneficio.
Era un enigma sin una respuesta correcta, todo dependía de si quería ir por el camino de la moralidad o del beneficio personal, pues cabe decir que si no llevaba a cabo mi plan no recuperaría a mis amigas.
Quizá era un poco cobarde de mi parte, pero esta prefería que fuera otra persona quien resolviera esta duda incesante.
—Hazlo.—Soltó Fezco sin más.
—Pero, Alex ha sido amable conmigo y a la larga me sentiría mal...
—Entonces no lo hagas.—Estaba claro que Fez no era la mejor persona para dar consejos, para él era todo tan fácil, simplemente hazlo si quieres o no lo hagas si no quieres. No era capaz de entender que había puntos intermedios. Y menos podía entender que yo estaba atrapada en ese punto intermedio, en la cuerda floja donde podía ir hacia un lado o hacia el otro.
Suspiré fuertemente, llegando a asustar al pelirrojo sentado en frente mío.
—A ver, Anna, ¿acaso te importa ese chico?—Me preguntó, haciendo que me replanteara todo.
—No realmente, pero no es un mal chico y no quiero utilizarle para joder a su primo, por mucho que se lo merezca.—Dije un poco a regañadientes.
—No lo hagas entonces.
—¡Fez! ¡Entonces voy a perder a mis amigas para siempre! ¡Para siempre! ¡Eso es mucho tiempo!—Exclamé, haciendo que el chico me mirara algo confuso.
—¿Sabes? No soy bueno para estas cosas tía, no... No me preguntes a mi, no puedo ayudarte tanto como me gustaría. Sabes que te quiero, enana, pero no puedes pedirme más de lo que yo te puedo dar...—En ese momento me sentí fatal.
—Lo siento, Fez. Pero, ¿a quién puedo pedirle consejo si Rue ya no pasa tiempo en casa y Gia no sabe nada sobre esto?—Le pregunté.
—A Ash.—De alguna forma, creo que el pelirrojo no termina de entender la rivalidad que hay entre su hermano y yo, o puede que la entienda pero haga como si no existiera para ver si en algún momento realmente deja de existir, y aunque dudo mucho que eso pase, no tenía nada que perder.
—Te odio.—Le dije, evidentemente en broma, antes de darle un leve golpe en el hombro y dirigirme a mi sitio menos favorito de la casa, donde estaba mi persona menos favorita de la casa.
Tragué saliva antes de tocar a la puerta con mis nudillos tres veces.
—¿Que quieres, Fez?—Pude escuchar a Ashtray desde el otro lado de la puerta.
—No soy Fez. Necesito que me ayudes con una cosa...—No recibí respuesta y tuve que esperar varios segundos antes de que la puerta se abriera dejando ver al chico de mi misma edad. Esbocé una media sonrisa al darme cuenta como las cosas habían cambiado, seguramente en otro momento él ni siquiera me habría abierto la puerta.
—Ivanna.—Dijo, mirándome con asco.—¿Qué quieres?
No esperé a que me diera permiso antes de entrar a su habitación. Pese a ser mi sitio favorito de la casa, debo admitir que es una pasada, si no fuera de Ashtray quizá entraría más. Su cama, la cual siempre me parecía bastante cómoda (pero nunca había llegado a probar), tenía unas sábanas negras, no se podía distinguir el color de las paredes, pues estaban llenas de pósteres o fotos. Tenía en lo alto de los muros unas luces led que iluminaban toda la habitación y en ese momento estaban azules. Pero mi parte favorita siempre ha sido y siempre será el ordenador. Un ordenador de sobremesa bastante impresionante teniendo en cuenta la capacidad económica de los chicos. A día de hoy sigo pensando que probablemente sea robado.
No quería imaginar las ilegalidades que haría con ese increíble equipo, pero si tengo claro que algún día voy a chantajearle para que me deje jugar al Minecraft o al LoL. He visto que los tiene instalados.
—Necesito un consejo, y tú eres la persona más cruda y realista que conozco, además, tú hermano me ha dicho que te pida consejo a ti y no tengo nada mejor que hacer.—Empecé a contarle mi plan y como Alex era extremadamente necesario para llevarlo a cabo, y él me escuchó con atención.
—Ivanna... Está jodido. ¿Prefieres a ese chico o a tus amigas?
—No es cuestión de preferir a nadie, es cuestión de que... está mal.
—Claro que está mal, en cierta parte todo lo que hacemos está mal, pero piénsalo, ¿el fin justifica los medios?—Estuve algunos segundos pensando antes de contestar aquella pregunta.
—Depende.
—¿Y en este caso?
—El fin es mezquino, al fin y al cabo solo es fastidiar a Nate Jacobs.
—Y recuperar a tus amigas, esa parte no es mezquina. Recuerdo bien cuando llegaste a la tienda contándole a Fez que habías conocido a unas chicas de la clase de Rue, que eran muy simpáticas y te habían invitado a una fiesta. Desde ese día, todas las tardes venías contando como cada vez erais más amigas. Creo que ellas son la razón por la que más feliz te he visto jamás, incluso cuando tu hermana tuvo que ir a rehabilitación, recuerdo haberlas visto aquí contigo y de verdad les importas.—Quedé estática, sin saber que responder. Al parecer, Ashtray es más observador de lo que yo pensaba.
—¿Entonces crees que merece la pena hacer cualquier cosa por ellas?
—Creo que ese chico es un Jacobs, y no sabes si estás renunciando a tus amigas por no hacerle daño cuando quizá él sea quien te haga daño. Te recuerdo que por sus venas corre la misma sangre que corre por las de Nate.—Esbocé media sonrisa, hablar con Ashtray de vez en cuando me sentaba bien, pese a todo, él podía llegar a ser una persona sensata. Pero sigo odiándole.
—Tienes razón... Entonces voy a llevar mi plan a cabo.—Dije, intentando sonar malvada y fallando en el intento, pues una media sonrisa se dibujó en los labios del chico.
—Vete ya, parece que no tienes casa.
—Y vuelve el Ashtray que yo conocía. Iba a abrazarte por ayudarme, pero solo por eso no voy a hacerlo.—Dije, jugando.
—Que asco, a mi no me toques ni con un palo.—Rodé los ojos mientras sonreía.
—Adiós, amargado.—Fui de nuevo hacia la puerta de su habitación, donde me detuve por unos segundos.
—¿A que esperas, pelo de estropajo?
—Y gracias, por lo de hoy y por venir a casa el otro día. Significa mucho viniendo de ti.—Sentí como el corazón se me encogía al pronunciar esas palabras, pero iba a ser peor al pronunciar las siguientes.—Adiós, Ash.
—Adiós, Ivanna.—Se despidió de mí con una media sonrisa en su rostro, y por primera vez, sus ojos no me mostraban despreció, sino que me miraba genuinamente, su mirada era amable, y de nuevo, se me encogió el corazón.
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𝙖𝙣𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚; 𝘢𝘴𝘩𝘵𝘳𝘢𝘺 ➜ 𝙥𝙖𝙪𝙨𝙖𝙙𝙖
Fanfiction𝙖𝙣𝙙 𝙞 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙘𝙧𝙮 𝙞 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙡𝙚𝙖𝙧𝙣 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙗𝙪𝙩 𝙖𝙡𝙡 𝙢𝙮 𝙩𝙚𝙖𝙧𝙨 𝙝𝙖𝙫𝙚 𝙗𝙚𝙚𝙣 𝙪𝙨𝙚𝙙 𝙪𝙥 𝘐𝘷𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘉𝘦𝘯𝘯𝘦𝘵 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘢 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘢 𝘥𝘦 𝘍𝘦𝘻𝘤𝘰, 𝘴𝘪𝘯 𝘦𝘮𝘣𝘢𝘳...