POV: Ashtray *ੈ✩‧₊˚
Nunca en mi corta vida he sido capaz de sentir afecto por nadie que no fuera mi hermano o mi abuela. Quizá el hecho de que por mi casa solo pasaban narcotraficantes influía en ello.
Cuando Fezco conoció a Ivanna encajaron perfectamente, como dos piezas de un puzzle, hechas la una para la otra.
Y es que ellos dos no estaban destinados a forjar una amistad, vivían en mundos completamente diferentes pero hicieron con el destino lo que les dio la gana, mi hermano y ella son mas fuertes que cualquier fuerza supersticiosa.
Sin embargo, mientras ellos encajaban nosotros desencajábamos. Podría haberle perdonado a Ivanna lo de la hostia, pero ella no lo buscaba. Simplemente me soportaba por ser el hermano de Fez, tenia que aguantarme cuando venía a la tienda o a mi casa pero ese era el precio a pagar por ser cercana a mi hermano.
Ella es carismática, una chica graciosa con buen sentido del humor que usa el sarcasmo como principal recurso. Es muy sensible y muy apegada a las personas que quiere, diría que depende emocionalmente de quienes la rodean. A veces ese amor actúa como una venda sobre sus ojos y la ciega de la realidad, quizá por eso tiene a su hermana mayor en un pedestal pese a que Rue nunca ha pensado en nadie más que en ella misma, y eso no va a cambiar por muchas noches que duerman juntas.
Ivanna Bennet mide unos centímetros menos que yo, su piel es morena y tiene unos rizos increíbles. Su gusto en música, libros, ropa y todas esas cosas es infinitamente superior al de otras personas. Sus ojos son de un color marrón oscuro que es capaz de cautivarte con solo un par de miradas, pero lo más cautivador de ella es su sonrisa.
Desde el primer día que pisó la tienda con su hermana, me he fijado en ella. No hasta puntos enfermizos, siempre me ha gustado observar a la gente desde las cámaras, me hacía sentir el maestro de juego, pero la mierda y lo que realmente me asusta es que a ella no la observo por querer ser el maestro de juego, a ella la observo porque me interesa, quiero saber de ella, entenderla, pero Ivanna no quiere saber de mi.
Me lo dejó bien claro: "y tu y yo volveremos a llevarnos mal, aún que nunca dejamos de hacerlo".
Creo que nunca entenderé como debía haberme tomado eso, quizá lo hice bien o quizá lo hice mal, pero la realidad es que aquellas palabras me dolieron como una estaca en el corazón.
Cada vez que ella esta cerca tengo peleas internas conmigo mismo, no soy una persona que exprese sus sentimientos fácilmente y por mucho que lo intento, las palabras no salen, pero adoraría poder decirle que me parece una chica inusual, llamativa y excepcional en el buen sentido. Que podría hablar todos los días con ella y nunca me cansaría. Me encantaría decirle lo mucho que me gustaría poder ser su amigo.
Su amigo.
—¿Has hablado con Ivanna?—Le pregunté a mi hermano durante la cena de ese día.
—Si, me ha llamado antes. Dice que vino a la tienda pero no estaba. Ha conseguido que Nate confiese.—Fezco soltó una risa.—Es increible como consigue todo lo que se propone.
No le faltaba razón.
—Ya, eso es bueno, supongo.
—¿Tú has hablado con ella?
—¿Yo? ¿Acaso crees que hablo con ella normalmente?—Intenté mentir.
—Bueno, me has preguntado por ella, tío. Soy idiota pero sé leer entre líneas y pienso que esta situación os ha hecho más cercanos.
—Habla por ti, ya me ha dejado muy claro que pasa completamente de mi.—Dije mientras con el tenedor empujaba un trozo de comida, evitando mirar a mi hermano a los ojos.
—¿Qué?
—Nada, nada importante, voy a comer en mi habitación.—Cumpliendo con lo dicho, agarré mi plato y sin dejar que Fez dijera algo al respecto, me levanté.
—Tú no vas a ninguna parte.—Espetó.—Siéntate, Ash.
—No me apetece comer aquí hoy, deja que...
—He dicho que te sientes.—La mirada intenta que me regalaba el pelirrojo como una auténtica tortura hizo que me viera obligado a soltar el plato y sentarme de nuevo en mi silla.
—¿Qué ha pasado con Ivanna?
—Ha venido y me ha contado lo de Nate, y luego ha dicho: "todo volverá a la normalidad y tú y yo volveremos a llevarnos mal, aún que nunca dejamos de hacerlo".—Imité la voz de Ivanna citando textualmente sus palabras.
—¿Acaso no quieres que sea así?—No pude evitar dibujar una mueca sobre mi rostro.
—¿Estaría muy mal decir que no?—Fez esbozó una pequeña sonrisa.
—Siempre lo he sabido...
—¿Vas a empezar con eso o vas a ayudarme?—Mi hermano volvió a reírse.
—Es muy simple, tío. Habla con ella.
—Lo hice, pero no creí que fuera capaz de afrontar su respuesta, así que me fui adentro y ella se fue. No soy muy inteligente, pero creo que eso dice en pocas palabras que no quiere saber nada de mí.—Fez apartó su plato de comida, para acercar su silla a la mía y mirarme a los ojos.
—Eso es porque sois iguales, no sois capaces de permanecer ahí cuando la situación está tensa. Alguno de los dos tendrá que dejar las cosas claras.—Asentí con la cabeza.
Mis mayores temores se habían hecho realidad y estaba amaneciendo. No había logrado conciliar el sueño más de un par de horas, estuve toda la noche pensando en lo que iba a decirle a Ivanna, y pese a tener miles de opciones, aún estaba indeciso sobre las palabras que iba a utilizar.
Ese día ella tenía clase, y pese a que varias personas de su instituto me conocían por ser el proveedor de droga local junto a Fezco, iba a arriesgarme. Pensaba presentarme allí cuando sus clases acabaran y hablar con ella.
Me cuestionaba constantemente si esto sería una buena idea, pero de alguna manera el tiempo había pasado rápido, la puerta de mi casa había sido cerrada a mis espaldas y ya no tenía más opción que seguir adelante con esto. Fez dijo que alguno de los dos tenía que dejar las cosas claras, pero yo sigo pensando que podría haber sido ella la que viniera aquí.
Pero por alguna razón, estaba dispuesto a ir a su instituto, no sé realmente hasta donde podría llegar si Ivanna me lo pidiera, pienso que lejos, y aún no entiendo por qué, lo único que sé es que no sabría vivir sin la forma en la que mis órganos se encogen cada vez que ella está cerca.
El East Highland, el sitio que a muchos adolescentes les parecía una tortura pero a mi me parecía algo inalcanzable, se ceñía frente a mi. Sus alumnos iban saliendo y pude reconocer a varios, pero no a quien yo buscaba.
Hasta que la vi, llevaba puestos unos pantalones anchos con roturas en las rodillas y un top sin mangas de color morado, llevaba unas converse y el pelo recogido en dos trenzas. Mi mandíbula se tensó al verla. Pero fueron mis puños los que se apretaron cuando pude notar que no estaba sola. Un chico de pelo castaño y ojos del mismo color iba con ella, y supe quién era al instante. Alex Jacobs, el chico que había llegado hace unos días a la tienda hablándome sobre Ivanna.
Dude unos segundos sí acercarme, pero lo hice.
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𝙖𝙣𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚; 𝘢𝘴𝘩𝘵𝘳𝘢𝘺 ➜ 𝙥𝙖𝙪𝙨𝙖𝙙𝙖
Fanfiction𝙖𝙣𝙙 𝙞 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙘𝙧𝙮 𝙞 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙡𝙚𝙖𝙧𝙣 𝙩𝙤 𝙡𝙤𝙫𝙚 𝙗𝙪𝙩 𝙖𝙡𝙡 𝙢𝙮 𝙩𝙚𝙖𝙧𝙨 𝙝𝙖𝙫𝙚 𝙗𝙚𝙚𝙣 𝙪𝙨𝙚𝙙 𝙪𝙥 𝘐𝘷𝘢𝘯𝘯𝘢 𝘉𝘦𝘯𝘯𝘦𝘵 𝘦𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘭𝘢 𝘰𝘵𝘳𝘢 𝘩𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘢 𝘱𝘦𝘲𝘶𝘦𝘯̃𝘢 𝘥𝘦 𝘍𝘦𝘻𝘤𝘰, 𝘴𝘪𝘯 𝘦𝘮𝘣𝘢𝘳...