𝑛𝑖𝑛𝑒;𝑠ℎ𝑒'𝑠 𝑛𝑜𝑡 𝑚𝑦 𝑓𝑟𝑖𝑒𝑛𝑑

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POV: Ashtray *ੈ‧₊˚

Por primera vez en mucho tiempo, había decidió salir de mi escondite, como Ivanna lo llamaba, e ir a ayudar a mi hermano en la tienda. Debía tener en cuenta que la tienda también era parte de nuestras ganancias, y si bien no éramos de clase demasiado alta, me había acostumbrado a cierto tipo de vida, quiero decir, Fez amenaza con vender mi ordenador, mi ropa y mis cadenas, así que tengo que ayudar en la puta tienda.

—Aquí los chicles... Aquí las patatas...—Iba murmurando al mismo tiempo que iba colocando cosas en sus respectivos lugares.

Bro, ¿ayer hablaste con Anna?—Me preguntó Fez desde la otra punta de la tienda.

—Sí, vino a pedirme consejo sobre no sé qué cosa del Nate Jacobs de mierda. Me dijo que la habías mandado tú. Fez, no seas cabrón, sabes que nos llevamos mal y aún así lo haces.—Le reclamé.

—Bueno, yo no podía darle la respuesta que necesitaba, y no pareció salir muy enfadada de tu habitación. Aunque me sigue pareciendo raro que la dejaras entrar.—Dijo, y si bien no podía ver su rostro, sabía muy bien que en este había dibujado una sonrisa.

—Cállate, es tu amiga, la llego a echar de mi habitación y me pisas el cuello.

—También es verdad.—Dijo él, mientras yo rodé los ojos. Ivanna rodaba mucho los ojos, de hecho, creo que lo hago porque me lo ha pegado. Es una buena forma de mostrar muchos tipos de emociones.—He acabado, me voy fuera a fumar.

—Qué cabrón...—Murmuré una vez estaba seguro de que no iba a escucharme. A mi aún me quedaban seis cajas enteras de productos por colocar, pues nos acababan de llegar. Solo me había encargado de dos de ellas y ya estaba hasta los huevos. Mi hermano se había repartido el trabajo entre ayer y hoy, por eso ha tardado tan poco.

Creo que debería hacer lo mismo.

Estaba pensando en formas de escaquearme cuando la campana indicante de que alguien acababa de entrar a la tienda sonó. Miré para comprobar si era Fez, pero resultó ser un chico de pelo castaño y ojos del mismo color.

—Está cerrado. ¿No lo has leído en la puerta?—Le solté, con el mismo tono apático de siempre.

—Ya, perdona, es que el chico que hay fuera me ha dicho que podía pasar, que te pidiera lo que quisiera.—Hice un sonido de disconformidad con mi boca.

—Bien, coge lo que quieras y ahora te lo cobro.—Le dije.

Me costaba mucho decir que no cuando mi hermano me encargaba algo, siempre me había sentido en deuda con él, una deuda que por muchos años que pasaran nunca podría pagar, porque a su abuela y a él les debo la vida. Tengo claro que si algún día tengo que dar la vida por Fez, la daré. Y si tengo que organizar cajas de procesados o cobrarle a un chico con pinta de pijo, lo haré.

—Solo esto.—Dijo él, colocando tres paquetes de chicles sobre el mostrador.—Creo que tú eres amigo de una amiga mía.—Me soltó de repente.

—Yo no tengo amigos.—Le respondí. Había tratado de sonar rudo y rebelde, pero más que eso había sonado deprimente, tanto que el chico me dedicó una mirada con lástima.

—Oh, vale, perdona.

—Pero, ¿cómo se llama tu amiga? A lo mejor la conozco.—Dije, intentando arreglar lo de antes.

—Ivanna... No me sé su apellido.

—Ivanna Bennet. La puta pelo de estropajo no es mi amiga, ¿queda claro?—Le hablé, con un tono ciertamente amenazante.

—Vale, perdona.—Respondió el chico.

Le cobré los chicles y justo cuando acababa de cruzar la puerta de la tienda, haciendo sonar otra vez la campana, mis dos neuronas, como Fez me decía a veces, fueron capaces de unir conceptos y darme cuenta de que ese chico era el famoso Alex Jacobs. Quiero decir, es el único amigo que Ivanna tiene ahora mismo aparte de mi hermano y yo... O sea, yo no, no tengo el más mínimo interés en ser su amigo.

Volví a rodar los ojos y de pronto la imagen de la pelo de estropajo vino a mi cabeza, acto seguido miré las seis cajas y sin dudarlo busqué mi teléfono.












—Hola.—Dijo cierta chica de pelo rizado al entrar por la puerta, yo la saludé haciendo un movimiento de cabeza.

A lo mejor era un cabrón por haber llamado a Ivanna para que me ayudara con el trabajo, pero yo le di consejo ayer, así que me debía un favor.

No tenía su numero por gusto, pero Fez me obligaba a tenerlo por si había una emergencia y él no disponía de su teléfono, aunque dudo mucho que ante una emergencia decidiéramos llamar a la cosa esta.

—¿Estas son las cosas?—Me preguntó ella mirando las cajas sobre el suelo. Yo me limité a asentir con mi cabeza. Luego ella empezó a colocar cosas por la tienda. Ivanna sabía dónde iba cada cosa, no era la primera vez que venía a ayudar.

Por un momento, me sentí mal y decidí ayudarle a organizar la tienda, y en aproximadamente treinta minutos en silencio en los que yo solo murmuraba y ella tarareaba alguna canción fea de vez en cuando, terminamos.

—Ya está, que coñazo.—Solté, causando la risa de ella.

—¿Me necesitas para algo más?—Me preguntó ella con una sonrisa. Dibujé una mueca en mi rostro, hoy Ivanna estaba más simpática de lo normal. A lo mejor me apiadé de ella por un momento y quise ayudarla con su problema de ayer, pero eso no significa que ahora seamos los mejores amigos.

—No.

—Hoy es Viernes, ¿no vais a hacer nada?

—Fez dice que no tiene ganas de salir a vender, así que... supongo que no.—Le dije sin ni siquiera mirarla. Se estaba poniendo muy pesada.

—¿No te gustaría ir a alguna fiesta sin tener que vender droga? ¿Sólo para pasártelo bien?—Me dijo.

—No lo sé, a veces si.

—Alex me ha contado esta mañana que Nate le ha contado que hay una fiesta en casa de una tal Morgan, si quieres podemos ir.—Esto ya estaba pasando de castaño a oscuro, Ivanna estaba extrañamente amable y mi increíble desconfianza hacia la vida me hizo pensar que solo era un truco o una trampa, por lo que hice una de las cosas de las que más me arrepiento en mi vida.

—¿Contigo? Ni de coña.—Y tras eso solo le dediqué una mirada de desprecio, esperando un insulto, esperando que rodara los ojos o incluso que me diera un golpe, pero mis ojos se abrieron como platos cuando la chica de mi misma edad torció la boca, se acarició los brazos y, tras pedirme disculpas, salió de la tienda.

𝙖𝙣𝙤𝙩𝙝𝙚𝙧 𝙡𝙤𝙫𝙚; 𝘢𝘴𝘩𝘵𝘳𝘢𝘺  ➜ 𝙥𝙖𝙪𝙨𝙖𝙙𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora