DOS

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Realmente que hoy no se había levantado con el mejor de los ánimos.

Primero, su alarma no había sonado y por eso se había despertado casi 40 minutos más tarde de lo que acostumbraba; después, no le dio tiempo de desayunar y sus madres le dieron dinero extra para que se comprara algo antes de entrar a clases, pero sus esfuerzos de correr al instituto y de paso sin haber desayunado y siendo un tonto omega con poca resistencia física había llegado tarde a sus clases y su profesor lo había regañado. Y como si el universo lo odiara aún más, al profesor se le había ocurrido la maravillosa idea de hacerles un examen sorpresa que obviamente había perdido.

Ya mejor se daba de baja.

Caminaba por los pasillos porque ya era hora del almuerzo y se estaba muriendo de hambre.

—Hey, Hyunjin.—Se le acercó uno de sus amigos.

—Hola, Beomgyu.—Respondió sin mucho ánimo.

Beomgyu era su amigo desde que había llegado a ese nuevo instituto. El omega era alguien muy agradable y extrovertido que no dudó en acercarse para que pudieran entablar una conversación. Se dio cuenta que Beomgyu era muy hablador, le contó su vida en menos de 5 minutos, enterándose que estaba en una relación con un alfa llamado Yeonjun y justo ahora llevaban alrededor de un año y unos cuantos meses de relación. Aunque el omega no estaba marcado, todo el instituto sabía sobre su relación y ninguna persona con dobles intenciones tenía permitido acercársele por órdenes del alfa.

—¿Cómo te fue en la prueba de física?—Preguntó el omega menor.

—¿Bromeas? ¡Me fue el asco! Si ni estudiando entiendo, menos lo haría con un examen sorpresa.—Respondió triste.

—Seguro y a la próxima nos iría mejor. Podemos decirle a Yeonjun hyung que nos ayude a estudiar, sabes que es muy bueno con los números.—Dijo con una pequeña sonrisa por el solo pensamiento de su alfa.

—Mhm, no, gracias, no quiero ser la tercera rueda.—Se negó mientras recordaba las incontables de veces que Beomgyu había invitado a Yeonjun a una de sus salidas y siempre terminaba abrazado y siendo mimado por el alfa.

Beomgyu rodó los ojos y añadió:—Entonces podrías decirle a Jeongin que nos acompañe, él también es bueno en física.—

—¿En serio piensas que Jeongin podría ayudarte?—La voz de Karina los interrumpió, viendo cómo la beta y su amiga omega se colocaban justo en frente de ellos.—Por favor, Hyunjin-ah, ¿cómo un alfa tan hermoso podría incluso notar tu existencia?—

—¿Te podrías callar mil años? No estábamos hablando contigo.—Respondió Beomgyu.

Karina y Giselle solo se dedicaron a verlo con un ceño serio demostrando su enojo hacia el omega menor.

—Karina, no estoy de humor para soportarte hoy. Beomgyu, vamos a comer.—Por fin Hyunjin intervino.

—Bueno, allá tú que te crees lo suficiente para complacer a Jeongin.—Continuó hablando la beta.—¿Cómo podrías creer que puedes ser alguien para él? Un omega tan común y ni siquiera tan hermoso. Mírate, tan alto y con piernas tan largas, un omega perfecto jamás tendría tanta estatura. De paso que ni tan buen estudiante eres y Jeongin es uno de los mejores de su clase, ¿de verdad crees que estás a su nivel?—Cada palabra que la beta soltaba solo lo hacían sentir cada vez peor. Su omega se sentía deprimido por pensar que su alfa no lo querría por todas sus características que según él eran malas y defectuosas.

Karina y Giselle solo se rieron al verlo tan callado y con sus ojos llorosos, pero es que estaba seguro que si abría la boca lo único que saldría sería un gran sollozo.

Destinados || JeongjinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora