Destinados || Jeongjin

CINCO

Se sentía emocionado. Justo ahora se dirigía a la casa de Hyunjin para ir a recogerlo para llevar a cabo su primera cita.

¡Tendría una cita con Hyunjin! Muchos desean.

Sus padres le habían prestado el carro para que pudiera recoger y dejar al omega en su casa. Su madre Hyuna se sentía un poco ansiosa porque su padre Hyojong le había entregado tan fácilmente las llaves, pero él ya tenía su licencia de conducir desde hacía algunos meses.

Venía escuchando algunas canciones para disipar por completo su ansiedad o por lo menos tratar de alejar sus nervios. Su lobo estaba tan inquieto por ver a su omega y eso lo inquietaba a él también.

Divisó la casa del omega a unos metros y detuvo el carro enfrente para después salir y dirigirse hacia la puerta, para segundos después tocar el timbre.

Escuchó unos pasos adentro de la casa para después ver cómo la puerta se abría y lograba ver a Chaeyoung, la madre alfa de Hyunjin.

—Hola.—Lo miraba tan fijamente que lo intimidaba.

—Buenas tardes.—Hizo una leve reverencia.

—Hyunjin saldrá en unos minutos, ¿vas a pasar?—Dijo haciéndose a un lado para que el alfa menor pudiera adentrarse a su hogar.

—Claro.—Murmuró mientras se dirigía al sofá de la sala de estar y sentarse a esperar a su omega.

—¿A dónde llevarás a mi Hyunjin?—Dijo Chaeyoung sentándose en el sofá de enfrente.

—Abrieron una nueva galería de arte en la ciudad. Quiso ir allí así que no pude negarme.—Se sorprendía por su tono de voz calmado en comparación a su nervioso corazón.

—¿Te gusta el arte?—La alfa se relajó un poco al notar que Jeongin velaba por los gustos de su único hijo.

—Solo sé la diferencia entre el arte de dibujar, el arte del baile y el arte de la música.—Rió un poco.—No sé nada sobre arte, pero sé que a Hyunjin le gusta mucho.—

Vio cómo la alfa mayor asentía lentamente con su cabeza mientras no decía nada más.

—¿Y dónde está la señora Mina?—Ya le parecía raro que la omega no estuviera merodeando por ahí.

—Se fue con una amigas de compras.—E iba a añadir algo mas si no fuera por los pasos bajando en las escaleras que escucharon.

Se volteó para ver cómo Hyunjin llegaba hasta el último escalón.

El omega estaba hermoso. Su cabello perfectamente rubio, jeans claros con un cinturón negro remarcando su pequeña cintura y un chaleco jersey verde con detalles rosados. Definitivamente una completa obra de arte.

—¿Nos vamos?—Preguntó Hyunjin mientras esquivaba la penetrante mirada del alfa posada sobre él, sintiendo sus mejillas un poco calientes por el sonrojo que estaba haciendo aparición en su blanco rostro.

—¿A-ah? Digo, sí.—Por fin reaccionó.

—Nos vemos, mamá.—Dijo el omega mientras se acercaba para darle un abrazo de despedida a su madre alfa.

—Adiós, cariño, no dudes avisarme si algo pasa.—Dijo mientras le devolvía el abrazo y le daba una rápida mirada al alfa menor.

Jeongin tragó duro mientras Hyunjin agarraba su mano y salían juntos para momentos después adentrarse al auto, colocando música a un volumen considerable para que pudieran hablar tranquilamente si así les apetecía.

*****

Ver al omega tan ensimismado por las obras que se exponían en la galería de arte debió ser su momento favorito del día. Hyunjin tenía una sonrisa hermosamente grande y sus ojitos brillaban de la emoción. Tenía una galaxia completa en esos orbes oscuros.