—¡Jinnie! ¿por qué no me esperaste?—Jeongin llegó corriendo al lado de Hyunjin quien se estaba dirigiendo a su casa después de clases.
—¿Por qué debería hacerlo? Puedo irme solo.—Respondió sin siquiera parar su caminata.
—No, no puedes, ¿cómo esperas que deje a mi omega irse solo con tantos alfas alrededor? No y no, sobre mi tumba.—Negó rotundamente.
—Jeongin, no soy tu omega.—Responde suspirando.
—Pero lo serás.—Una sonrisa engreída, pero grandemente hermosa decoró el rostro de Jeongin.
Intentó que las palabras y la sonrisa del alfa no hicieran ningún efecto en él, en serio que lo intentó, pero su tonto omega se retorció emocionado en su interior mientras que comenzaba a expandir su olor por toda la calle, colocándose nerviosos segundos después por llamar la atención de tantos alfas y betas con su olor a vainilla y caramelo.
Jeongin, notando cada mirada puesta sobre su mayor, tomó a Hyunjin por la cintura acercándolo a él mientras le dedicaba fuertes miradas a todos los que se habían tomado la osadía de ponerle un ojo encima a su omega, soltando feromonas territoriales para que nadie se acercara a ellos.
—J-Jeongin.—Dijo Hyunjin colocando sus manos sobre el pecho del menor, su omega estaba tan sensible que no pudo evitar querer tener más contacto con el alfa.
—Vamos a casa, Jinnie.—Jeongin lo miraba tan intensamente a los ojos que solo pudo asentir sumiso a sus palabras.
El alfa tomó una de las manos del mayor para seguir con su caminata hacia la casa de este. Hyunjin no hizo nada para soltarse, le agradaba el tacto del alfa aún así si no lo admitía en voz alta.
El camino hacia la residencia del omega fue silencioso, ambos estaban cómodos con la compañía contraria.
—Llegamos.—Dijo Jeongin sin siquiera querer soltar la mano de Hyunjin.
—Sí...—Suspiró.
—Jinnie, ¿te enojarías si te abrazo?—Jeongin dijo mirándolo a los ojos, su respiración intensificándose junto a la del omega por los nervios de ambos.
El mayor no sabía qué decir, a él sí le gustaba el alfa, y ni hablar de lo enamorado que estaba su omega, pero no quería caer tan fácilmente. Él llegó nuevo ese año al instituto y la conexión que sintió con Jeongin fue tan inesperada que no supo cómo actuar. Descubrió a los días después que el alfa era su destinado, pero las cosas que decían de Jeongin por los pasillos no le hacían bien a su delicado corazón. Todos decían de lo hermoso que era el alfa, pero que jamás había tomado a una o un omega en serio. Solo acostones de una noche y cuando se ilusionaban los botaba. Y él fue testigo de cada una de las propuestas románticas que había recibido el alfa en lo que llevaban del año escolar, y también fue testigo de la poca empatía que tenía el menor para rechazar a los pobres omegas y betas ilusionados.
Y él no quería ser de los que tenían un corazón roto por causa de un alfa tonto.
Jeongin, al ver la poca respuesta del omega, acarició delicadamente la mano que todavía tenía entre las suyas para segundos después soltarla y llevar su propia mano a su nuca.
—Y-yo, lo siento, no debí preguntarte eso, te puse incómodo.—Dijo apartando la mirada y con un tono decepcionado adornando su voz.
Hyunjin reaccionó por los quejidos de su omega al ver que él le había causado dolor a su alfa.—¡No!—Se sobresaltó por su repentino tono de voz alto.—Q-quiero decir, no me incomodaste, mhm... s-sí puedes abrazarme.—El sonrojo era notable en sus mejillas y orejas.
La sonrisa que le dedicó el alfa fue la más preciosa que alguna vez sus ojos pudieron captar, notando cómo se acercaba y tomaba su pequeña cintura entre sus brazos y escondía su rostro en su nuca, respirando fuertemente del aroma dulce del menor al estar en su fuente de olor.
—Hueles tan bien, omega.—La respiración del alfa le hacía pequeñas cosquillas, pero escuchar su tono ronco y el aroma de lluvia y tierra mojada mezclarse con el suyo lo relajó tanto que colocó todo su peso en los brazos del alfa, tomando entre sus dedos los cabellos de la nuca del menor.
Ambos estaban en su propio mundo distraídos de todo lo que los rodeaba. Para ellos era suficiente tener la compañía del otro para sentirse felices y en paz, era suficiente tenerse mutuamente para seguir viviendo.
Su pequeña burbuja de amor y tranquilidad fue interrumpida cuando escucharon la puerta principal de la casa del omega abrirse, para segundos después ver el rostro de la madre de Hyunjin.
—Oh, Jeongin, qué bueno verte otra vez.—Dijo la mayor con una hermosa sonrisa en su rostro.
—Lo mismo digo, suegra.—Respondió con una sonrisa burlona sin siquiera soltar la cintura del mayor.
La mamá omega de Hyunjin le había dado permiso de llamarla así después de varias visitas a su casa. Obviamente solo la llamaba así a ella y no a su otra madre alfa. Ella sí le daba miedo.
Mina, la madre omega de Hyunjin, solo soltó una suave risa por la confianza del alfa y el omega menor solo se sonrojó.
—Bien, ya suelta a mi bebé que ahorita viene Chaeyoung y si los ve así te corta las manos.—Dijo mientras miraba al interior de la casa.
Jeongin, completamente asustado por lo dicho por la mayor, soltó al omega delicadamente para después mirarlo a los ojos y dedicarle una pequeña sonrisa.
—Está bien, de todos modos ya me iba.—Dijo.
—¿No te gustaría quedarte a comer?—Preguntó la omega mayor.
—Oh, muchas gracias, pero hoy no puedo. Llegó mi hermana mayor de visita y vamos a almorzar todos juntos, pero sin duda aceptaré su invitación la próxima vez.—
—No me dijiste que tu hermana había venido.—Dijo Hyunjin mirando al alfa con un ceño fruncido y un pequeño puchero en sus labios.
—No me mires así que te beso aquí mismo.—Dijo el alfa completamente inmerso en las hermosas facciones del omega. Solo pudo escuchar una risa por parte de Mina y vio el hermoso sonrojo que se estaba apoderando de las mejillas del mayor.—No tuve tiempo de decírtelo, Jinnie, pero prometo comunicarte mejor las cosas, ahora sí, me tengo que ir. Fue un gusto volver a verla, suegra, me saluda a mi otra suegra, pero no le diga que le dije de esa forma porque necesito vivir para poder marcar a su hijo.—
—¡Jeongin!—Dijo Hyunjin completamente avergonzado.
—Yah, Jeongin, me caes tan bien.—Dijo la mayor mientras aguantaba su risa.—Hyunjin, ya entra para comer; que te vaya bien, Jeongin-ah.—Dijo despidiéndose.
—A-adiós.—Dijo el omega para solo adentrarse a su hogar completamente rojo.
Jeongin solo soltó una suave risa mientras movía su mano a modo de despedida para después tomar rumbo a su propia hogar.
Definitivamente iba a hacer bien las cosas con Hyunjin.
y este fue el primer capítulo. de verdad espero q les guste y puedan darle apoyo.
esta historia ya está casi terminada y los demás capítulos se irán actualizando en los siguientes días<3
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Destinados || Jeongjin
De TodoOMEGAVERSE: Hyunjin y Jeongin son destinados. -Jeongjin. -Hyunjin omega, Jeongin alfa. -Historía completamente de mi autoría. -No se permiten adaptaciones sin mi previo consentimiento. -Aparición de todos los miembros de skz, txt y enhypen como pa...