Capítulo 12

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Jin arrugó la nariz, algo olía sumamente mal, intentó mover su cuerpo para poder escapar del horrible hedor, pero sus brazos se sentían pesados, y todos los huesos de su cuerpo le dolían, se sentía como si lo hubiera atropellado un tráiler o como en esa ocasión cuando fue a un gimnasio por primera vez.

Con esfuerzo abrió los ojos y entonces comprendido que la comparación con lo del tráiler era más acertada, no fue una pesadilla, seguía en el maldito bosque, la lona del techo de la tienda no lo engañaba, además de que el maldito peso que sentía sobre el pecho, era la cabeza de Gureum y el olor… Era la señal de que tendría que buscar la manera de cepillarle los dientes al perro. Giró la cabeza hacía un lado, pero encontró el lugar de Kook vacío. Miró a su alrededor y vio la claridad de la tienda lo cual significaba que ya era bastante tarde por mañana. Confirmando con su reloj se dio cuenta de que eran las diez de la mañana ¡jamás había dormido tanto en su vida!

Bostezando se llevó las manos a su cara para tallar sus ojos, entonces sintió cierta rigidez, en sus mejillas y parte de su frente y… ¡Mierda! Se sentó rápidamente, haciendo que Gureum protestara y se girara hacia el lugar de Kook. Con horror Jin volvió a tocar su rostro.

—¡Por Dios!— Jin sintió mortificación al darse cuenta de que se había quedado dormido con el semen de Kook en todo el rostro, el cuello… ¿Podría ser esto más desagradable? Recordó lo sucedió anoche, como había permitido que Kook se corriera sobre él como si Jin fuera una puta que ansiaba la corrida de su amo. ¡Mierda! Ahora tenía semen seco en la cara y cuello y no quería ni siquiera mirar el resto de su ropa. Ahora que lo pensaba, podía sentir la rigidez en su entrepierna, al mirar hacia su regazo, descubrió con horror que tenía sus pantalones a medio bajar, y su pene de fuera.

—¡Esto no puede ser verdad! — Susurró mortificado.

¿En qué clase de persona se estaba convirtiendo? Acomodándose la roma, se levantó rápidamente, buscó sus zapatos y salió rápidamente de la tienda, tratando de no estremecerse cuando el aire fresco de la mañana lo golpeó, no vio a Kook por ninguna parte, le llamó la atención algo pegado en la silla. Encontró una bolsa plástica y una nota que decía que Kook estaba río arriba pescando el almuerzo, que, dentro de la bolsa, había fruta, queso y pan para que desayunara, que además en el fuego había una olla caliente con café.

¿Cómo fue que no había escuchado a Kook hacer todo eso? Debió de haber estado realmente cansado. Pero ahora mismo se sentía más descansado, salvo por el hecho que se sentía sucio. Dejando la nota donde la encontró se apresuró a buscar su mochila, saco una toalla y su neceser. No era como si pudiera tomar un baño, ni loco se metería en el río, pero podría lavarse y sobre todo cambiarse de ropa.

Una hora después, apareció Kook, con unas botas de lona hasta por encima de la rodilla. Jin se había aseado, desayunado y ordenado un poco la tienda de campaña, había deseado desarmar esa cosa para asegurarse de que Kook cumpliera su promesa de marcharse esa misma tarde, pero no tenía la menor idea de cómo hacerlo, fue triste darse cuenta de que cosas tan sencillas que un padre le enseñaba a un hijo a hacer mientras este estaba creciendo, pasaron desapercibidas para Jin. Ni siquiera sabía encender una fogata, tuvo que tomar el café medio frío.

—Buenos días, dormilón— Dijo Kook acercándose a él —¿Dormiste bien? —

—¿Por qué no me despertaste? — Preguntó arrugando la nariz al ver los tres peces colgando de la mano de Kook.

—Parecía que necesitabas un descanso— Kook se acercó con toda su carga y sin importante la incomodidad de Jin se inclinó y le dio un beso en los labios. Eso fue raro, ellos no eran pareja, no necesitaban ese tipo de saludos.

—¿A qué hora nos iremos al pueblo? — Preguntó ansioso, necesitaba un baño, asearse en el rio no era suficiente.

—Después de almorzar, levantaremos el campamento y nos pondremos en marcha, esta noche quiero cenar una pizza— Kook se rió mientras se encaminaba hacia el río con los peces en la mano, Gureum a su lado se levantó y siguió a Kook seguramente esperando tener algo también para almorzar. Desde lejos Jin vio como Kook trabajó en los peces, y después vio como los cocinó en la fogata, al parecer, mirar era la única actividad montañesa que Jin podía desarrollar.

Enamórate De Mí [KookJin] |•Adaptación•| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora