Capítulo 13

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Jin encendió su móvil, justo cuando estaban entrando en el pueblo, inmediatamente la maldita cosa comenzó a enloquecer, se mordió el labio al ver la lista de llamadas y llamadas perdidas, mensajes y mensajes de textos, y muchos, muchos mensajes de voz.

—Quedamos que nada de contacto con el mundo durante este fin de semana— Kook le arrebató el móvil.

—¡Oye! No hagas eso— Intentó recuperarlo, pero Kook fue más rápido, guardó el móvil en el bolsillo de sus pantalones.

—Sácalo si quieres— Lo retó. Jin estaba tentado a aceptar su reto, pero se lo pensó mejor, ya estaban en el pueblo, Kook manejaba y simplemente ese tipo de juegos no iban con él.

—Esas llamadas pueden ser de mi asesor de tesis, tengo mi examen ante el comité de educación pronto— Aseguró, regresando su vista hacia la calle, era un pueblo pintoresco tenía que admitir, pero a él le gustaba más la ciudad.

—Seguramente te irá de maravilla, así no tienes que preocuparte por tu tesis en unos días —

—¿Cómo puedes estar seguro de ello? —

—Por qué puedo apostar a que te sabes tu proyecto de investigación de memoria— Kook rió y Jin frunció el ceño. — ¿Me equivoco?—

Por supuesto que no se equivocaba, pero no quería admitirlo. No quería admitir la dura verdad, que él era tan aburrido y obsesivo. Dejó el tema. Era más seguro que Kook pensara que era un obsesivo del estudio, ya que sería vergonzoso decirle a Kook quien era la persona que estaba acosándolo tanto. Kook condujo por las calles del pueblo hasta que llegaron a un pequeño hostal. ¡Un hostal! Ni siquiera un hotel, o un motel, un pequeño, cómodo y hogareño hostal. Jin ni siquiera sabía que esos lugares seguían existiendo, a lo mejor era para mantener la magia del pueblo intacta.

Jin intentó pagar la habitación con su tarjeta de crédito, pero la mujer le sonrió educadamente y le dijo que no manejaban ese sistema de cobro. Kook pagó en efectivo, y Jin le aseguró que le pagaría su parte en cuanto encontraran un cajero. Kook simplemente rodó los ojos y fue a buscar las maletas. Cuando lo vio alejarse, Jin intentó echarle una mirada al libro de registros del hostal, por primera vez sintió curiosidad por saber el apellido de Kook, pero algo en su interior le impidió acercarse del todo, ¿sería necesario que supiera su apellido completo? Hasta ahora se daba cuenta de que había tenido infinidad de sexo con este hombre, pero en realidad no sabía nada de él, hasta donde sabía Kook era escritor, pero no tenía la menor idea sobre nada más, ni que tan famoso era, ni porque vestía de esa manera, para Jin, simplemente era su vecino, el cual lo había ayudado en un momento de necesidad y las cosas se complicaron después, y de hecho, Kook no era que conociera mucho a Jin, pero dado llegado a ese punto, no fue muy necesario que supieran más.

Nada más entrar en la pequeña habitación con dos camas estuvo tentado de tirarse en la cama y no levantarse en dos días. Maldita excursión. Y lo que más le sorprendía era que Kook estaba tan fresco como una lechuga. Gureum entró en la habitación tan tranquilo y campante como si fuera el dueño, le sorprendía que permitieran mascotas en la habitación y como era de esperarse, Gureum inmediatamente se subió a una de las camas a dormir. La habitación era relativamente amplia, considerando el lugar, pero para Jin era un pequeño espacio, más aún considerando que tenía que compartirlo con otro hombre y un enorme perro.

—Te hace falta una buena ducha— Aseveró Kook cerrando la puerta tras de sí.

—Creo que tienes razón —dijo intentando evitar el sarcasmo, como si él no supiera mejor que nadie lo que necesitaba. Kook comenzó a quitarse la ropa de camino al cuarto de baño. Se detuvo al ver que Jin no lo seguía.

—¿Qué esperas? —Inquirió a punto de bajarse los pantalones.

—A que termines —Respondió Jin aplicando toda su lógica.

Enamórate De Mí [KookJin] |•Adaptación•| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora