Enamórate De Mí [KookJin] |•Adaptación•|

Capítulo 22

Al siguiente día, la bomba estalló, siguiendo el consejo de Kook, ShinHye y TaeJoon enfrentaron al mundo, como era de esperar la noticia no fue de mucho agrado a la familia de ShinHye, Jin se sentía mal por su amiga, había sido un día demasiado largo, después de que Shin le hablara para advertirle, Jin estuvo en su casa atendiendo las llamadas de los padres de ShinHye, y de su propia madre, para Roseanne, Jin había recibido la peor de las humillaciones, estaba indignada, y furiosa con la familia de ShinHye. Su amiga, lo había dejado fuera de todo, jamás mencionó a nadie que Jin había sido cómplice, se lo agradecía, pero no se sentía bien fingiéndose la víctima, él los había ayudado en todo, incluso en ese momento, Jin había movido algunos hilos, y había conseguido un abogado para TaeJoon, ya que inmediatamente el padre de ShinHye lo había despedido de la empresa.

ShinHye por su parte había dimitido, y ahora la pareja estaba escondida en algún lugar decidiendo que hacer a continuación, Kook les había sugerido que se fugaran a las vegas y se casaran. Jin no estaba de acuerdo, no eran unos vándalos para seguir huyendo, ni tampoco eran unos niños que necesitaran la aprobación de sus padres, eran adultos, profesionistas, y no necesitaban ayuda, ShinHye se merecía una boda por todo lo alto, y no ser la novia fugitiva.

Jin se limpió las manos en el delantal y miró su creación. No era un experto cocinando, pero la pasta olía delicioso y estaba seguro de que había acertado en el punto exacto de la salsa. Jin se sentía algo ansioso esa noche, mirando el reloj cada pocos minutos. No estaba seguro de si Kook vendría. No habían hecho ningún arreglo anoche. Las tres conversaciones por mensaje que tuvieron durante el día, giraron en torno a ShinHye y a TaeJoon y ahora Jin no estaba seguro de qué esperar. ¿Kook estaba planeando venir todas las noches? ¿Siquiera iba a volver? A pesar de las palabras de Kook, Jin medio esperaba que Kook cambiara de opinión. Inconscientemente esperaba algo más.

En ese momento su móvil sonó, y su corazón dio un vuelco pensando que era Kook, se odió a sí mismo por esa reacción, no debería de alegrarse tanto, anoche había quedado claro que no eran nada y no tenían que esperar mucho uno del otro. Su corazón cayó en vuelo libre al infierno cuando se dio cuenta de que la que llamaba era su madre. Frunció el ceño, ¿De qué se sorprendía? El noventa por ciento de sus llamadas hasta ahora habían sido de su madre, el otro diez, eran cosas de la universidad, su vida social no existía, no tenía amigos, nadie lo llamaba para invitarlo a salir y ahora de buenas a primeras se esperanzaba pensando que Kook podría llamarlo.

Eran las diez de la noche ya. Seguramente Kook no vendría. Iba a contestar la llamada de su madre, cuando el timbre sonó. Jin luchó contra la esperanza y fue a abrir la puerta. Kook estaba parado al otro lado. Jin mojó sus labios, tomando una mirada en Kook.   No estaba acostumbrado a ver a Kook en otra cosa diferente a camisetas, vaqueros, chaqueta, y con esa enorme barba, se preguntó cómo sería verlo de traje, era escritor, seguro de que acudía a eventos de gala. Ahora llevaba un par de pantalones vaqueros oscuros y un suéter gris claro de aspecto suave que acentuaba la anchura de sus hombros y el color de sus ojos… Ojos que inmediatamente se fijaron en Jin. Era tan fácil perderse en aquellos ojos, en aquella mirada.

—Hola— dijo Jin, dándose cuenta de que había estado simplemente mirando a Kook en silencio. Kook finalmente apartó la mirada de su rostro para barrerla por encima de su cuerpo. Sus labios se torcieron.

—¿Estabas cocinando?— Jin se sonrojó, recordando que estaba algo desalineado con la camisa arremangada en los brazos, sin corbata, y con un delantal color verde pistacho.

—Las personas deben comer y tengo hambre— Dijo él a la defensiva, sacándose el delantal. — Eres bienvenido si gustas a acompañarme, aunque no esperes demasiado no soy muy bueno cocinando— dijo, señalando torpemente hacia la cocina.