Nada más a su habitación Connan se tiró a la cama, el doctor tenía razón, era demasiada información. Pero lo peor es que tenia sentido, no había fallos...
Trató de no darle demasiadas vueltas al asunto e intentar dormirse, no estaba segura de que hora era pero seguro que más de las once. Le costó bastante conciliar el sueño pero al final sus párpados cedieron al cansancio y se quedó dormida.
Al día siguiente despertó a las siete de la mañana, cosa más bien extraña ya que acostumbraba a levantarse bastante tarde. Entonces se dio cuenta que se había dormido con la misma ropa del día anterior y fue a darse una ducha, aunque prefería hacerlo por la noche, pero necesitaba hacerlo.
Al salir se percató de que no tenía más ropa que con la que había llegado, pero según el doctor le había explicado su armario estaría completo de ropa de su talla y gusto. Y al parecer no mentía, Connan se puso lo primero que cogió unos vaqueros negros rotos, una camiseta de su grupo favorito y unas zapatillas negras.
Acto seguido bajó a desayunar, al llegar el comedor ya estaba bastante lleno aunque como no tenía mucha hambre simplemente cogió una magdalena y fue a dar una vuelta por los jardines.Después se sentó en un banco y sacó un folleto que había guardado en el bolsillo de su pantalón, se lo había dado el doctor Walters y en el explicaba el horario de sus clases. Según este ahora le tocaba una hora de clase con la orientadora elemental, con la que al parecer iban a pasar un par de clases para descubrir el elemento al que estaban vinculado y aprender sobre él.
Quedaba poco para la hora, así que se dirigió al aula en el que tendría lugar. Al llegar vio que era un lugar bastante espacioso, con unas cuantas mesas esparcidas por la clase, otra más grande para el profesor y una pizarra de tiza. Tenia unos enormes ventanales con vistas directas al patio.
Aunque faltaban un par de minutos para comenzar la clase estaba ya completa, con todos los alumnos presentes (diez contando con Connan). Entonces llegó su profesora, la orientadora elemental supuso. Esta era una mujer de pelo canoso y ojos cansados, probablemente con más de cincuenta años. Nada más llegar todos los alumnos de dirigieron a sus respectivos pupitres mientras su profesora si caminaba tranquilamente hacia el centro de la estancia.- Hola y bienvenidos a esta clase, no tiene un nombre concreto, ya que solo asistiréis a ella hasta que conozcáis el concepto al que estáis vinculado. Después, si sentís la necesidad de acudir a mi por cualquier did que tengáis, tan solo venid a mi despacho, está al lado de la biblioteca. - dijo la orientadora, parando de hablar para aclararse la voz. - Aunque el término que se suele utilizar es elemento, no es del todo correcto, así que preferiría nombrarlo "concepto". Porque vosotros podéis estar vinculados a un elemento como fuego, agua, tierra, metal... Pero también a otro tipo de cosas oscuridad, sonido, incluso algunas sensaciones. Pero eso me parece que el término "concepto" es más correcto. Una vez dicho esto, comencemos la clase.
Y empezó a repartir unas bolas de cristal a todos los alumnos.
- Estas bolas están hechas de un mineral encantado para amplificar el poder de vuestra vinculación. - explicó. - Para ello necesitareis una emoción fuerte de alegría, un recuerdo feliz muy potente. Al ser esta vuestra primera vez será complicado, pero con el tiempo y las veces de invocación os será cada vez más fácil y menos necesario de avivar el recuerdo. Bien, tratad de hacerlo. No os preocupéis si no podéis, tenéis toda la semana para intentarlo y os podéis llevar la bola fuera del aula.
Decidida, Connan cerró los ojos y se concentró en avivar todos sus recuerdos felices, no eran demasiados, pero esperaba que juntos fueran suficientes. Sin darse cuanta empezó a tensionar su cuerpo, utilizando todos sus recuerdos felices para invocar su poder.
Entonces abrió los ojos, para comprobar sus resultados.
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Vinculado al dolor.
Ciencia FicciónPara algunos lo anormal es lo normal, los hechos extraños no son más que comunes en su día a día. El resto, vive en la ignorancia. Connan antes era así, una más entre millones, pero las cosas cambiaron cuando llegó a aquel lugar, donde le mostraron...