- Os pediría que os sentarais, pero no creo que sea necesario. - a nunció la secretaria, ahora también su profesora de armas y batalla. - Solo tengo una par de cosas que explicaros... Ah si, sé que normalmente en la primera clase los alumnos se presentan, dicen su vinculación, sus gustos y todo eso. Pero bueno, eso se lo dejo a vuestra tutora.
Wow, realmente la personalidad de Margaret Daves era completamente diferente a cuando atendió a Connan y su familia como recepcionista.
- Bien, - continuó la profesora dejando unos papeles sobre la mesa. - Lo primero de todo es deciros que no todas las vinculaciones están hechas para el combate, mejor dicho para el ataque e infringir "daño" en el adversario. Como por ejemplo la mía, estoy vinculada al sueño, simplemente puedo hacer que te entren unas ganas terribles de dormir o justamente al contrario. Puede que en una batalla pueda llegar a ganar dejando a mi adversario dormido, pero, si este encontrará una manera de eludir mi poder, no podría infligirle ninguna clase de daño. Para eso están las armas, el manejo de vuestra arma puede suponer la victoria o la derrota en vuestro combate. En estos papeles de aquí, - y señaló hacia los folios que había esparcido por la mesa. - están vuestros datos, don, altura, peso y demás. Teniendo en cuenta eso he seleccionado el arma que mejor creo que se os ajustaría a cada uno de vosotros. Así pues hoy simplemente cogeremos vuestras armas asignadas y comenzaremos la prácticas con ellas. Si hay alguien que no se sienta cómodo con la suya, que me lo diga por favor, veré que podemos hacer.
Dicho esto, salieron del aula aparentemente hacia el campus, pero al llegar allí no se detuvieron y siguieron a la profesora hasta el interior del bosque, más concretamente hacia un claro del bosque en el que había todo tipo de armas, maniquíes de entrenamiento, incluso había una arena gigante y muchas cosas más que Connan no supo identificar.
Una vez allí se dirigieron a una especie de caseta, solo que veinte veces más grande.
Ya en el lugar, la profesora fue llamando a los alumnos uno por uno, dándoles el arma que había asignada para ellos y explicándoles un par de cosas básicas.
Hasta que llegó el turno de Connan.
- Connan Lein. - la llamó Margaret Daves. - Vinculada a la destrucción, creo que tus armas ideales son estas, las espadas duales. - dijo entregándole unas - Estas no son tus propias espadas, esas las obtendrás más tarde, cuando tengas un mínimo dominio, pero por el momento, utiliza estas para entrenar. Te recomiendo que busques información sobre ellas en la biblioteca, practiques por tu cuenta o preguntes a algún alumno que también use estas armas sobre su utilización y como mejorar. Acabarías mejorando lo mismo en estas clases, pero te costaría bastante más. Aunque eso ya es tu decisión.
Connan cogió las espadas y salió al exterior, sabía más o menos como se utilizaban, había visto algunas películas sobre ello, pero nunca había sostenido unas de verdad. No eran muy pesadas pero tampoco muy ligeras, y tener una para cada mano le generaba mayor equilibrio. Se situó frente a un maniquí y comenzó a practicar con ellas, la profesora iba pasando entre los alumnos, aconsejándoles y riñéndoles. La clase se terminó en un suspiro, aunque en realidad fueron varias horas. Después, los alumnos se dirigieron al aula donde dieron asignaturas normales, como matemáticas o física, en las cuales les mandaron tanta tarea como para parar un tren a pesar de que era su primer día. En clase estaban sentados de dos en dos, y Connan compartía mesa con un chico moreno y alto, aparentemente amable, aunque no había tenido tiempo de hablar con él, ni con ninguna otra persona de la clase "aunque ya lo haré mañana", pensaba.
Cuando acabaron las clases Connan fue a su habitación, donde dejó todos sus deberes apilados en su escritorio, y bajo al comedor. Allí cogió su comida y se sentó en su sitio habitual, donde le esperaba Mars.
- ¿Que tal? He oído que ya tuviste tu primera clase de armas y batalla - le dijo al sentarse.
- Si...
- ¿Y cual es tu arma?
- Espadas duales, me gustan y creo que la profesora acertó con su decisión, pero en la práctica... apenas se movimientos e igualmente lo que se hacer no es demasiado bueno. La profesora nos va ayudando, pero somos bastantes y tardaré en mejorar... Ella nos dijo que pidiéramos ayuda a alguien que llevara más tiempo aquí y que tuviera mejor manejo con las armas... Pero yo no conozco a nadie... A menos que.... ¿No utilizarás espadas duales, no?
- Lo siento, pero no, lo mío es la espada, sin más. Aunque en mi opinión, las duales tienen mucho más estilo... Pero si conozco a alguien que podría ayudarte... - entonces se volteó, mirando hacia la puerta del comedor, por la que una chica entraba. - ¡Es ella!
Era una chica alta, un par de años mayor que Connan, y de aspecto imponente. Llevaba una sudadera roja y unos vaqueros y tenía el pelo largo recogido en una trenza, no sabía de qué color era originalmente, pero estaba teñido de azul pálido con algunas mechas violetas pastel.
Y según Mars, ella podía ayudarle.
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Vinculado al dolor.
Ficção CientíficaPara algunos lo anormal es lo normal, los hechos extraños no son más que comunes en su día a día. El resto, vive en la ignorancia. Connan antes era así, una más entre millones, pero las cosas cambiaron cuando llegó a aquel lugar, donde le mostraron...