Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]

Amor?

Kageyama*

Estaba feliz de tener a Yamaguchi como compañero, él era muy amable y siempre se preocupaba por el resto antes que él.

- Ehh Yamaguchi... Tú dormirás en la cama al lado de la ventana o la que está al rincón?

- ¿Dónde quieres dormir tú? - Cuestionó como respuesta.

- Yo quisiera dormir en la que está cerca de la ventana pero- en eso el chico pecoso me interrumpió - Entonces yo dormiré en la de el rincón, comencemos a arreglar este lugar.

Asentí y saqué mis cosas para ponerme cómodo, de algún modo quería dormir con Hinata, solo para ver qué no haga algo mejor que yo, no es que no lo quiera cerca, para nada.

Cuando termine me tiré en la cama boca arriba y mis ojos pesaban, me había despertado muy temprano tenía que recuperar mis fuerzas.

- Veo que ya te vas a dormir Kageyama, ¿no vas a cenar primero? Yo iré a comer algo, si quieres puedes acompañarme- me ofreció con una sonrisa , era una sonrisa muy linda y no tenía porqué decirle que no.

Salimos y la puerta de enfrente también se abrió, algo raro pasaba ahí adentro.

Tsukishima*

Lo peor que podía hacer una persona era querer pelear con un enano hiperactivo, con complejo de mandarina.

- YA TE DIJE QUE MI CAMA ESTA CERCA A LA VENTANA YO TENGO QUE DORMIR AHI IDIOTAA!!- Hinata gritaba y era un dolor de cabeza tener que soportar eso.

-¡¡CÁLLATE !! ME DUELE LA CABEZA.

Ambos nos miramos y nos mandamos miradas asesinas, era de lo peor tener que compartir habitación con esa cosa, porque de persona no tenía nada.

Ya estaba harto de escuchar sus gritos por lo que trate de salí del cuarto. -¿A donde vas?- cuestionó el enano -¿Te importa o algo? Voy a comer- lo mire por última vez y trate de abrir la puerta.

-Nadie sale de este cuarto hasta que yo tenga la cama de la ventana- exclamó Hinata muy sonriente y con una pequeña llave en la mano , eso ya comenzaba a desesperarme - Dame eso idiota- amenacé -No- esa fue la simple respuesta de ese inepto.

-Si no me das eso yo te lo quitaré- avance hasta donde él y por su corta altura se movía escurridizo por todo el cuarto, en verdad ya me estaba molestando. -Trata de atraparme poste de luz- mi paciencia se acabó aquí.

Lo tome de las manos y lo alcé, no pesaba tanto pero por el movimiento de sus pies logro volver a el suelo, afortunadamente gracias a eso la llave cayó cerca de la puerta, nos miramos con fuego en los ojos, sonreí y fui rápidamente hasta ellas, Hinata se había arrastrado y jalado mi talón por lo que  caí al suelo, aprovecho ese momento de debilidad y se levantó a correr hasta la llave, claro que yo no perdí el tiempo y también le jale uno de sus pies, ambos en el suelo prácticamente nos arrastramos.

Ambos llegamos al mismo tiempo a esa llave, no nos importó nada, esto ya era personal. Sonreí y toque el lugar en el que el vidrio había caído, el soltó un jadeo de dolor, sin perder tiempo puse la llave en la puerta, la abrí pero en el momento de casi salir el idiota se lanzo sobre mi y ambos caímos hacía afuera, resultó algo incomoda y ASQUEROSA la posición en la que caímos.

Levanté la visita y vi como los ojos de mi amigo de la infancia, estaban extraños y algo tristes, claro que no me importo dejar caer a ese enano en el suelo, solo me levanté y fui hasta donde estaba él.

Kageyama*

Si así es, vi como Hinata estaba sobre Tsukishima, la situación era algo comprometedora, pero lo que más me preocupo fue ver cómo ese chico bajito caía de cabeza a el suelo.

Me acerque rápido a ver cómo estaba y ayude a qué se levante, pronto tome conciencia y volví a dejarlo caer, ¿Cómo es que yo había tratado de ayudarlo?, solo debía de reírme de su cara de dolor, sin embargo algo en mi dolió cuando lo vi ahí.

¿Eso es lo que llaman Amor? No, no, no y no eso no va conmigo además, somos rivales nunca podría resultar algo de... a ver ¿Qué mierda es esa que estoy pensando?

Solo dejé a ese idiota en el suelo y camine rápido hasta el comedor que nos había indicado el entrenador.

Atrás mío vino aquel idiota que había dejado en el suelo, solo que ahora estaba con los ojos llorosos y no me gritaba ni nada, era aterrador que solo este callado, y hoy ya pasaban dos veces.

-Ahhg ¿Estás bien?- no es que quisiera preguntarle pero tampoco podía quedarme callado.

-¿Que me pasa? Mira... toca- agarro mi mano y la puso en su pecho -Está latiendo muy fuerte, desde que vine a tu lado, ¿y si me estoy muriendo?

Volteé la mirada y me puse a pensar, ¿y si en verdad ese idiota se estaba muriendo? No él no podía morir, si lo hacía yo ganaría todas nuestras peleas sin antes crearlas.

-Tienes prohibido morir, si lo haces yo haré un ritual, te traeré de vuelta a la vida y luego te matare con mis propias manos.

Ambos nos miramos y reímos, bueno al menos algo estaba igual que siempre.
.
.
.
💫