Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]

Celos

Yamaguchi*

Eran las 5 de la madrugada, en serio ¿Qué tenían en la cabeza ese dúo de hiperactivos?

Se escuchaban como ya estaban peleando por algo tan insignificante como el color de sus camisetas, ya que eran de el mismo color.

Ya era algo molesto, por lo que salí tal y como estaba, aún era verano por lo que solo dormía con mi ropa interior y un polo ancho que me regaló Tsuki en alguna de mis visita a su casa.

Ni bien puse un pie afuera, un balde de agua con algo de tierra cayó sobre mi ropa, quería morir pero tampoco podía dejar que ese dúo destruya el campamento cuando ni habíamos jugado un partido.

- Supongo que esto tiene una explicación ¿verdad?- no quería gritarles ni nada pero ellos hacían que mi paciencia este al tope.

- Yamaguchi, si bueno nosotros estábamos limpiando el suelo ¿verdad Kageyama? - diciendo esto le dio un pequeño golpe el en estómago a su rival - Sisi tienes razón, limpiábamos y de la nada saliste y ahora eh, ¿puedes no enfermarte? Si lo haces Tsukishima nos matara- respondió el pelinegro algo temeroso y viendo a los lados.

Era verdad mi ropa estaba toda mojada y podía enfermarme, tenía que cambiarme.

Tsukishima*

Yamaguchi con la ropa mojada y pegada a su cuerpo, Yamaguchi con la ropa mojada y pegada a su cuerpo, Yamaguchi con la ropa mojada y pegada a su cuerpo, Yamaguchi con la ropa mojada y pegada a su cuerpo. Matare a esos tipos, luego de admirar eso...

Hinata*

Yamaguchi nos miraba con odio pero daba algo de gracia pues él nunca se enojaba y ver cómo se abstenía de gritarnos, era muy lindo.

Vi como Kageyama se ponía nervioso y eso colapso mi mundo, no contuve la risa e incluso me tiré al suelo de tanto reírme, lástima que gracias a eso recibí un fuerte golpe en la cabeza por parte de ese chico pelinegro que últimamente estaba más lindo que de costumbre.

- Boke!!! Quedamos en que nos reiríamos cuando entrara a la habitación, no ahora- ambos nos miramos y sentimos la tensión del momento, teníamos que correr, Yamaguchi daba mucho miedo ahora.

Corrimos a mil kilómetros por hora, hasta que llegamos a el gimnasio principal, ahí estaban unos cuantos chicos practicando las recepciones, era emocionante ver cómo se tiraban al suelo para poder llegar hasta el balón.

- Oye entremos, de todas formas lo haremos más tarde - consulté mientras seguía el movimiento de esa pelota.

 - Bien- una respuesta corta pero directa.

Dimos unos cuantos pasos y pisamos la entrada, accidentalmente, por estar empujándonos hicimos caer el carrito en el cual iban las pelotas.

Todos voltearon a vernos y sentí una vergüenza tremenda, tanto que me escondí detrás de Kageyama, se sentía bien estar protegido, pues él puso su brazo en signo de protección.

- Hola chicos....no se asusten no mordemos, ustedes deben ser los nuevos en el campamento, yo soy Tsutomu Goshiki y aquí los ayudaré a sacar lo mejor de ustedes, bueno los entrenadores lo harán pero yo seré muy esencial para esto.

- Wuooo yo te conozco tú eres el chico con peinado de hongo del shiratorizawa - dijimos al unísono.

Él nos miró algo extrañado y luego nos mostró el lugar, lo seguimos y vimos los geniales remates de todos los presentes, era emocionante.

-¡¡¡ Kageyama tenemos que intentar eso!!! - grite emocionado cuando vi una colocación tan genial que me dejó con la boca abierta.

- Ni lo pienses, nosotros haremos algo mucho mejor- dicho esto jalo mi mano y llegamos hasta el centro de la cancha.

Él me hizo una señal y lanzo la pelota hacia arriba, corrí, salté y llegué hasta ahí arriba donde podía ver el otro lado de la cancha, luego golpeé la pelota con todas mis fuerzas.

El sonido que causó eso era simplemente sublime, todos se quedaron viéndonos, era genial ese sentimiento de ser observado y deseado por todos, era lo que siempre quise.

Pasaban los minutos y no nos dejaban de mirar, Kageyama también se percató de algo pues me dio su casaca para taparme, no entendí al inicio pero luego caí en cuenta de que estaba con un shorts pequeño no tan pegado pero pequeño, además de un polo con imágenes celeste de cuervos bebés durmiendo.

Bueno tampoco podía decir que estaba solo en esto, pues Kageyama estaba con un polo de cuervos pero estos eran grandes y cubrían casi toda la prenda, aunque era del mismo color, también estaban con un shorts pero no era tan pequeño como el mío, en realidad era demasiado grande.

Ahora tenían sentido aquellas risas y esos comentarios algo sacados del lugar de parte de algunos jugadores.

Nos dimos una mirada y salimos corriendo de ahí - Nos vemos más tardee!!!- fue lo único que logramos decir en tanta desesperación.

Llegamos y cada uno entro a su respectivo cuarto, fue algo incomodo ver cómo ese idiota de lentes me veía, claro que su mirada solo duró unos tres milisegundos, a él ni le interesaba.

Resople algo cansado y me cambié de ropa, salí al mismo tiempo que Kageyama.

Y no importa que tan rápido latía mi corazón o las mariposas en mi estómago yo tenía que ganar.

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Hinata y Kageyama corrieron y volvieron a jugar como si nada pasara, claro que ahora nadie olvidaría a ese par en piyama.

Por otro lado, Tsukishima, no paraba de pelear con sigo mismo tras el pensamiento de ir a el cuarto de en frente, en el cual Yamaguchi se estaba cambiando.

Pero también sentía algo en el pecho que no lo dejaba respirar correctamente, era una sensación de irá y tristeza unidas.

La imagen de Kageyama viendo cada noche como su pecoso se cambiaba hacía que sus puños se apretaran fuertemente.

Obviamente eran celos, pero ya nada se podía esperar del inexpresivo y supuesto insensible Tsukishima, ni él mismo se daba cuenta de esos "extraños" sentimientos.