Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]

Vete!!

Kageyama camino rápido hacia su cuarto sin siquiera mirar a su alrededor.

Ya dentro vio como Yamaguchi se quitaba la toalla, pues al parecer acababa de bañarse.

El pecoso no se había dado cuenta de su espectador y comenzó a vestirse.

Claro que un rubio alto si se dio cuenta y en cuestión de milisegundos ya estaba pateando la puerta de su cuarto.

Ambos voltearon hacia aquel ruido sordo, esta vez Yamaguchi se apresuró en meterse a su cama y taparse hasta la cabeza.
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💀

Tsukishima*

Vi que Kageyama estaba a punto de ver algo que ni yo en mis mejores sueños había podido ver, la hermosa imagen de Yamaguchi desnudó.

Prácticamente estaba explotando de la irá que sentí en ese momento.

Logré abrir esa maldita puerta de una patada y me acerque a dónde estaba Yamaguchi, sabía que a él no le gustaba que nadie viera su cuerpo, ni su propia madre.

Él lloraba.

— ¡¡¡Maldito!!! Te voy a matar

— Wow tranquilo Tsukishima yo no quería que él llorará yo solo... Solo...— como era de esperar el idiota no sabía que responder.

- ¡¡VETE!!

El peli negro obedeció y al instante ya estaba fuera de la habitación, cerré la puerta con seguro, por si acaso, y me acerque más a ese chico tan lindo.

— Ey...Tadashi-— susurré cerca de su oído — Tranquilo ya nadie puede verte.

El pecoso salió de su escondite y me miró de reojo, pero seguía sin quitarse esa manta de su cuerpo.

Lo entendía y nunca le obligaría a qué me muestre algo que él no quería, me levanté y salí de la habitación.

Sí, sí lo sé, lo que hice no estuvo bien y Kageyama de seguro estaba confundido o incluso- mis pensamientos fueron interrumpidos por los murmullos provenientes de mi cuarto.

— ¿Estás bien? Ese Tsukishima siempre da miedo

— Sí, eso no fue nada, salí de ahí porque el ambiente era muy... Intenso.

Abrí la puerta de una y el pelinegro se escondió detrás de Hinata, en verdad era un miedoso.

— Yo... Tch lo siento— susurré lo más bajito que pude — ¿Cómo? No pude escuchar lo que   dijiste— respondió instantáneamente Kageyama con una mano apuntándome, claramente él quería ver el mundo arder.

— QUE LO SIENTO BIEN?!!— los dos chicos que estaba ahí abrieron sus ojos como platos, vamos no es como si yo fuera un demonio sin corazón.

— Bien eso es... NO TE PERDONÓ TSUKISHIMA!!!!

¿Qué mierda? ¿Acababa de ignorar mi orgullo solo para que no me perdoné?

— Escucha no sé qué quieres pero no lo haré— levanté mi cabeza y  me giré para salir de la habitación.

— Vamoooos Tsukishima , mi única petición es ... Vamos a fuera— Salimos de la habitación y seguimos hablando.

— ¿Podemos cambiar de habitación?— Cuando Kageyama me preguntó eso agradecí a la mayoría de dioses que existían en el mundo entero — Te tardaste mucho— sentía pena por Hinata pero estoy seguro de que ahora que estaban juntos ya no seria tan necesario ayudarlo.

Volví a entrar a la habitación y me acerque a Hinata, — Escucha, a petición de tu chico ese me iré a la otra habitación... Solo no hagan mucho ruido ok? — La cara de el peli naranja se puso casi del mismo color que un tomate.

— IDIOTAA!!! No haré ESE tipo de cosas.

— ¿De qué mierda hablas? Yo decía que no griten mucho por sus recurrentes peleas.... Agg .

Agarra mi mochila y me retiré, di unos cuantos paso y suspiré, dormiría con Yamaguchi... Oh dios DORMIRÍA CON YAMAGUCHI OTRA VEZ!!

Abrí la puerta y ahí estaba, la razón de mis sonrisas, la razón de por qué mi estómago daba muchas vueltas.

— Tsuki....

El pecoso corrió a abrazarme y yo recibí su cálido abrazo con gusto, vamos quién en el mundo entero se negaría a un abrazo de Yamaguchi.

Él separó su cabeza de mi pecho y me miró a los ojos, la tensión se sentía en el aire, los labios de mi amigo son tan... Apetecibles,  mi instinto me decía a gritos que me acercara pero mi lado lógico no quería arruinar nuestra amistad.

— Ups, mi mano se resbaló— comento el idiota de Hinata cuando de la nada apareció y me empujó hacia Yamaguchi, menos mal él aparto un poco la cara y así evito el beso....

Me hubiera gustado probarlos por lo menos una vez en mi vida.

— Idiota Hinata!! Casi haces que Tadashi se caiga.

— Ahh~ que aburridos son mejor me voy, yo solo vine por la piyama de Kageyama, se quedó por.... Ajá ahí esta— Cogió un polo con un dibujo absurdo y se fue otra vez pero ahora la puerta estaba cerrada.

—mmm Bueno ordena tus cosas yo... Tengo que ir a practicar.

— Si corre, yo iré en unos minutos.

Se despidió otra vez y cerro la puerta.

"Maldita sea, se veía muy bien con ese uniforme" Fue lo único que mi cerebro podía pensar en es momento.

En ese lapso de tiempo pasaron como unos 30 minutos y algo más, cuando salí escuché gritos de el cuarto que antes era mío.

"PUES DEBISTE PENSAR ESO ANTES DE VENIR AQUI!!"

De pronto salió un Hinata con los pelos más revoltosos que de costumbre , ni bien me vio al parecer olvidó que no me agrada, pues corrió y se paró a mi lado para comenzar a llorar.

— Uhh... ¿Problemas en el paraíso?

— Ese no es ningún paraíso... Yo pensé que él me quería siquiera un poco...

— Vamos, ¿Cómo es que no te querría? Ósea ¿sabes el sacrificio que hizo por ti? Dejo de dormir al lado de Yamaguchi, eso es como dejar pasar miles y miles de dólares por alguien como tú!

Sí, bueno esas no debieron de ser las palabras de aliento que ese enano necesitaba pero al parecer al mínimo intento de ánimo él volvía a si mismo y con todas las ganas del mundo.

Secó sus lágrimas y volvió a su cuarto, de ahí en adelante ya no puedo explicar, pero estoy seguro de que esos dos serian más rápido de lo que imaginé.