TE AMO

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En el cuarto de Kageyama estaban un chico alto al que le importó una mierda, los insultos que le lanzaba el otro por asustarlo.

Se metió dentro de la cama de Hinata sin pensarlo y fingió estar dormido.

"Tsukishima.... ¿Estás dormido?"

"Sí"

"Enserio? ¿Y como le haces para hablar?"

" Es porque las personas con lentes somos superiores y nuestro cerebro no es tan reducido como el de ustedes"

" Eso ... Es verdad?"

" En verdad eres más idiota de lo que pensé.. COMO MIERDA VOY A ESTAR DORMIDO NO PUEDO DORMIR POR ESTA CULPA QUE SIENTO"

Su respiración estaba agitada, acababa de confesar como se sentía, eso no lo hacía casi nunca.

Tsukishima*

Oh mierda... Acabo de decir todo eso que no quería decir, ahora sí quería morir.

— ¿A qué te refieres?

— No te importa Kageyama, ya duérmete.

Escuché que el peli negro intento hablarme como tres veces más pero en verdad estaba cansado, no podía seguir despierto.

Supongo que pasaron las horas pues cuando abrí los ojos ya era de mañana.

El idiota ya no estaba en la cama de al lado, no es que me importara mucho su vida pero anoche parecía que estaba triste por algo.

Me levanté, antes de salir ordene un poco la cama del otro idiota, que al parecer si se quedó con Yamaguchi toda la noche.

Logré salir, lastimosamente nadie salió del otro lado, en verdad esperaba encontrarlo de casualidad.

En el entrenamiento tampoco se presentó, mi corazón dolía, ni siquiera pude bloquear a ningún jugador.

Me sentí básicamente miserable, nunca había pasado tanto tiempo sin hablar con Yamaguchi.

Ya no me sentía apto para seguir jugando, por lo que avise a el entrenador y me dejó ir, se notaba que no me necesitaban en el partido.

Mis manos por alguna razón temblaban conforme cada paso que daba hasta mi cuarto.

Toque la puerta por precaución, cuando nadie respondió a mis llamados en verdad me asusté, mi cabeza creo millones de escenarios en los que ya no podría estar al lado de Yamaguchi.

Forcé la puerta y cuando logré ingresar vi a un lindo pecoso durmiendo tranquilamente, aún no estaba seguro así que me acerque y arrodille.

Toque su linda nariz y por reflejos intento quitar mi mano, era muy tierno verlo en ese estado suyo, tan vulnerable.

Ya estaba más tranquilo, mi corazón volvía a sus lentos latidos , toque sus labios.

Aquellos que por muchos años me dieron curiosidad probar, necesitaba sentir eso, por lo menos una vez.

Me acerque un poco más y lo admire por varios segundos, ese chico en verdad es muy lindo.

Y así cada vez la distancia se hacía más corta, tanto que ya no había algo que nos separe, éramos uno, nuestros labios se juntaron.

Y puedo jurar por el amor de mi madre que fue la mejor decisión que tome en mi vida, sus labios eran tan suaves, podría besarlos por toda la vida y no me cansaría.

Lástima que no podía quedarme por mucho tiempo ahí, él podría despertar y yo no sabría que hacer, unos últimos besos y me levanté.

Con la cabeza abajo, como el gran cobarde que era, por querer tanto a una persona y aún así tratarla como lo peor, no merecía el amor de nadie.

Di unos pasos, cada vez más cerca de ser aquel chico con una amor imposible, pero que tampoco hizo nada para que fuera posible.

Ya no podía más, mi orgullo lo arruinaba todo, esto no lo haría, está vez lo lograría, me di la vuelta con los ojos cerrados decidido a qué no importaría cuál fuera el resultado, por lo menos lo intente.

— YAMAGUCHI TADASHI, TU ME -

— Tú también me gustas Tsuki.

Mi cara mostraba una emoción pero dentro de mi, todo estaba inestable, una sonrisa boba se formó en mi rostro al contemplar a mi amado parado frente a mi, con las mejillas sonrojadas y los ojos soñolientos, es que esa era una imagen que nunca me sacaré de la cabeza.

Sumando a todo eso de que Yamaguchi acababa de terminar una oración mía, y no cualquier tipo de frase, está era una confesión.

Maldición podría morir de felicidad en este momento.

— ¿Lo dices en serio Yamaguchi?

— Me gustas desde hace años, pensé que nunca llegaría a gustarte.

— Pero... Tú sabes que te mereces algo mucho mejor que yo, mi simple presencia hace que estés triste, no puedes solo estar con aquella persona que no te hace feliz yo quiero que tú-

Mi frase motivadora fue interrumpida por el acto más lindo del mundo.

Yamaguchi de puntillas besando mis labios, mientras sostenía mi mano fuertemente.

— Tsuki, tú eres la persona que me hace más feliz que todos, a veces no mides tus palabras pero está bien, me gusta cada parte de ti, me encanta ver cuándo eres feliz pero también cuando estás enojado, amo estar a tu lado. Y no creas que no sentí esos besos que me diste cuando estaba dormido... Me gustaron.

Mi corazón no podía más, en verdad ese chico me traía mal.

No aguante más y volví a besarlo, está vez correspondido, fue tan lindo verlo cerrar los ojos mientras apretaba un poco las manos.

Nunca me cansaré de decirlo.

Él es la razón de todas y cada una de mis sonrisas.
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🌷

Bueno, ahora podíamos decir que todo está mejorando con los chicos, sus sentimientos ya fueron descubiertos.

Claro que dos ciertas personitas de adelantaron demasiado los pasos al saber sus sentimientos, pero bueno cada uno tenía su forma particular de amar.

Solo esperemos de que nada malo pase entre ellos.

Entre ese dúo hiperactivo.

Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora