Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]

Besos y más

*Alerta +18*

Luces apagadas, sus respiraciones se sentían demasiado cerca, era extraño, ellos juraron siempre ser él mejor pero ahora se dejaban sumir en esa burbuja de pasión.

"Mmnn~ Kageyama"

Él peli naranja no se podía contener ante los leves toques de su rival, era prácticamente lo que había soñado desde hace tiempo.

" Hinata Idiota, ¿Por qué eres tan lindo?"

Ambos se miraron retadores y volvieron a besarse, con más pasión que antes.

Pero.... ¿ Cómo llegamos a esto?

Kageyama*

Cuando Tsukishima y Yamaguchi salieron apresuradamente, solo nos quedamos nosotros.

Cómo por arte de magia casi al instante ya estábamos lanzando la pelota de un lado a otro.

Así estuvimos como media hora pero algo en el aire no era lo mismo, algo cambió.

La tensión podía romperse con el mínimo sonido de nuestras voces pero cuando las pelotas llegaban al suelo y lo golpeaban con fuerza , era un tema diferente.

Ambos nos miramos y no sé que es lo que Hinata tenía en su cabeza pero yo solo quería probar sus labios, quería sentí su cuerpo cerca mío.

- Hinata!! Vamos al cuarto.

- Si...

Caminábamos en silencio, ni una palabra, tan solo el leve roce de nuestras manos de vez en cuando, era desesperante no poder tomarlo ahí mismo.

Finalmente llegamos al cuarto, las luces seguían apagadas, nuestros dedos chocaron otra vez

Esta vez ninguno de los dos dijo una palabra, cerramos con cuidado la puerta y le echamos seguro. Ya no podíamos seguir con este deseo inquebrantable que cada día se hacía más y más fuerte.

Me acerque con algo de temor e inseguridad, busque una cabeza naranja irradiando felicidad y no fue difícil encontrarla.

Sentí que mis manos primero tocaron un rostro delicado, tan lindo, esos suaves labios, sus lindos cachetes.

Baje lentamente hasta su cuello ahí me quedé, era lindo, luego proseguí hasta su mano, sentí como un muy pequeño jadeo salió de su boca cuando recorrí desde su cintura hasta su pecho con mis dedos.

Es difícil de explicar, pero me encantó ese sonido y todo el mundo me podría decir codicioso pero yo necesitaba más, quería seguir provocando esa clase de sonidos en él.

Lo jale a la cama y él no puso resistencia, era genial tenerlo sobre mi, pasaron tres segundos y ya estábamos comiéndonos mutuamente.

Créanme cuando les digo que la noche era demasiado corta esa vez.

Hinata*

Yo sobre Kageyama, era algo que imaginé muchísimas veces, pero era mucho mejor de lo que pensé, aún le tenía recelo a Yamaguchi por tocar, inconscientemente, ese miembro que según yo, me pertenece.

A medida que pasaba en tiempo mis caderas se movían al son de nuestros besos, esos labios parecían tener mucha experiencia, pues al tan solo probarlos quería entregarme por completo a él.

Mis gemidos ya era incontrolables, sus manos pasaban por mi espalda, mi cintura, hasta en mi trasero, todo al rededor no importaba, solo quería disfrutar este momento para siempre.

— Hinata... Si te mueves así voy a explotar.

— Pues explota dentro de mi ... Tobio~

Nos miramos por millonésima vez esa noche, lo que dije fue muy vergonzoso pero no me arrepiento de nada.

Levantó su cuerpo y con un hábil movimiento me tiro a la cama, dejándome con la cabeza abajo y mi cadera levantada.

— Shoyo.... No sé que va a pasar pero recuerda que tú fuiste el que lo provocó.

No respondí nada, solo lo mire con ojos juguetones y comencé a mover de un lado a otro mi cadera.

Sentí que esas manos tocaban mi abdomen primero, quería más de ese toqué, necesitaba mucho más de él.

Sus dedos se desplazaron hasta mi espalda y subió hasta mi nuca, jalo un poco mis cabellos y mi espalda inconscientemente se arqueó.

Bajo su toque hasta mi coxis, se quedó ahí un rato , pasaron unos segundos y se dirigió más abajo, podía sentir como apretaba mis muslos.

— Ya deja de juego Kageyama, quiero que me tomes.

.
.
.
🗣️

Kageyama bajo los pantalones de Hinata con miles de cosas en la cabeza, su trasero era muy lindo.

Comenzó a masajearlo y sintió que su entrepierna en cualquier momento explotaría, la saco de su pantalón y se acercó a el peli naranja, quien no dejaba de suspirar.

Pero por razones algo desconocidas no la metió dentro, como tanto deseaba el más bajo.

Tan solo lo frotó en sus muslos, para Kageyama era como estar en el mismo cielo.

Fingió embestidas y al cabo de unos minutos se vino en las piernas de Hinata, el cual lo disfruto de igual manera.

Un silencio incomodo invadió la habitación, Hinata se levantó y entró al baño, ahí dentro grito como nunca, acababa de hacer algo sin remedio.

Por otro lado Kageyama estaba viendo al suelo, no se arrepentía pero tampoco se sentí bien por lo que acababa de hacer.

Paso al rededor de media hora y el peli naranja salió con los ojos hinchados.

" Me iré al cuarto de Yamaguchi" aviso Hinata, antes de salir.

Sonidos parecidos a jadeos provenían desde esa habitación, solo que no eran de placer, estos parecían de tristeza y mucha.

Tsukishima no estaba en la habitación al parecer, por lo que entró muy rápido, no hizo mucha bulla sin embargo Yamaguchi se levantó y seco las lágrimas, al parecer esperaba a alguien más, pues cuando vio al pequeño peli naranja sus ojos perdieron algo más de su brillo.

" ¿Qué paso Hinata? ¿Estás bien?"

Hinata se acercó lentamente y se sentó en la cama del peli oliva.

" La verdadera pregunta es ¿Tú estás bien?"

Yamaguchi no pudo retener un poco más sus lágrimas, lloro como nunca, recostado en el hombro de Hinata.

" No sé que hacer con estos sentimientos, ya no quiero sentirlos quiero que desaparezcan, odio querer a una persona que no siente lo mismo, trate de agradarle pero nunca hago nada bien, siempre es lo mismo, su mirada tan indiferente, solo quiero que me mire con amor por una vez en mi vida."

Esas eran las palabras que repetía el pecoso, él no entendía a su corazón, solo quería amar pero también ser amado, no quería volver a sentir ese rechazó por parte de su amigo de la infancia.

Hinata no sabía cómo responder ante esto, él también tenía problemas, pero en ese momento lo único que importaba era el bienestar de Yamaguchi.

" Tranquilo... Sé que nada se resolverá con simples lamentos por eso debes calmarte un poco, no te preocupes yo me quedaré a tu lado toda la noche"

" Hinata... gracias"

Ambos se acostaron en la misma cama, Hinata a pesar de ser más bajo acariciaba la cabeza de Yamaguchi, hasta que esté quedó perdido en la oscuridad de la noche.

No paso mucho para que él también se duerma.

Afuera de este cuarto se encontraba un chico alto con lentes, que no paraba de maldecir su existencia, se sentía tan culpable, no tenía el valor de entrar, por lo que botando a la mierda su orgullo fue al cuarto de Kageyama.

Esa noche podríamos decirla que fue una de las más problemáticas.