Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]

No te odio

Hinata*

Oficialmente, hoy dormiría con Kageyama. Bueno no era para tanto, nunca lo habíamos hecho pero no creo que sea tan incomodo.

En realidad, no sería incomodo si quitamos el hecho de que prácticamente peleamos a gritos por algo tan estúpido como la posición de la cama.

Me gustaría poder tener la misma relación de amistad como la tienen Tsukishima y Yamaguchi, ellos en verdad me daban envidia, crecieron prácticamente juntos e hicieron millones de cosas en ese tiempo, no me sorprendió mucho escuchar que a Tsukishima le gustaba ese chico.

Era obvio.

Camine por un rato más hasta que inconscientemente llegué al gimnasio, ahí estaba Yamaguchi, practicando sus saques.

— Oye!! ¡¡Tadashi!!! ¿Quieres practicar conmigo?

El pecoso me miró algo extrañado pero accedió muy rápido.

Nos posicionamos uno frente al otro y solo nos pasamos la pelota entre nosotros.

Tsukishima me había ayudado mucho con las palabras que me dijo y yo tenía que hacer algo para retribuir su amabilidad.

— Dime Yamaguchi... ¿Te gusta alguien?

La pelota cayó en la cabeza de el peli oliva y no quiso mirarme a los ojos, bajo la mirada al suelo y murmullo un simple "No".

En ese momento me sentí muy mal por ese idiota alto de lentes, de seguro estaría devastado por eso.

— ¿Lo dices en serio?

— No lo sé.... Digo no, no puede ser, mejor iré al baño ya vuelvo.

En verdad no pensé que ese chico fuera así de nervioso pero bueno, tenía que volver a los cuartos para arreglar las cosas con Kageyama.

— Yamaguchi ya me iré!!

Me despedí y salí corriendo, tenía que comprobar algo para morir en paz.

— KAGEYAMAAAA!!!

— ¿Hinata?

— TÚ ME ODIAS???

— No no te odio ¿Estás bien?

— Bien!! Solo quería saber eso, nos vemos en la noche.

No me fijé bien pero solo vi que su cara se torno algo roja, de seguro era mi imaginación.

Kageyama*

Y así como vino se fue casi volando pero está vez dejando atrás un maldito color rojo plasmado en mi rostro.

¿Cómo era posible que con unas simples palabras tuvieran ese efecto sobre mi?

Estoy seguro de que su simple presencia arreglaba el 99% de mis problemas en la vida.

— Mira como te dejo ese enano!!

Y ahí estaba ese 1% que hacía mis días más miserables.

— ¿Qué quieres Tsukishima?

— Pero mira nada más ese tonito de voz— comenzó a reír y volvió a hablar— se nota lo hetero que eres...

Ahhh quería matar a ese tipo.

— El burro hablando de orejas...

— Por lo menos yo no trato mal a Yamaguchi.

....

— ¡¡¡A ti quien te dijo que ignorándolo y haciendo que llore lo haces sentir bien?!!!?

El rubio solo chasqueo la lengua y salió sin hacer ruido de la habitación.

Esperen un minuto... Acabo de confesar que me gusta Hinata?

Maldición, quiero morir ese idiota de seguro planeo todo desde un inicio.

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🫂

Claro que cada palabra que salía de la boca de Kageyama llegaba a los oídos de Hinata mágicamente.

Pues un pajarito siempre estaba al tanto.

Caso resuelto verdad?

Ahora que todos sabían de sus sentimientos, podrían estar juntos y todo lo que proseguía a eso.

Claro... Ese cliché solo funcionaba con otras personas, al parecer ellos eran algo.... Especiales.

Pasando al lado de Yamaguchi, estaba aún meditando si se sentía atraído románticamente por ese chico tan frío mientras que Hinata saltaba por todos lados al saber que su amado no lo odiaba del todo.

Tsukishima por su parte solo se quedó con la pelota en sus manos, incapaz de poder realizar cualquier tipo de jugada pues el pensamiento de que hacía llorar a ese lindo pecoso no lo dejaba en paz.

Bueno Kageyama, al parecer también estaba como  Hinata pero el no saltaba, solo caminaba en círculos, pensado en que podía hacer con todos los sentimientos que acababa de expresar.

Exacto!

Ellos demorarían un poco en organizarse.

Supongo que aquí aplica eso de que mientras más se tardaban más disfrutaban.

Solo espero de que no demoren demasiado.