Campamento de cuatro [ Kagehina ] [Tsukiyama]

Cuidado

Yamaguchi*

Estaba cargando con dos mochilas, una maleta, una lonchera y un chico muy alto sobre mi, en serio, ¿Qué le dieron de comer a Tsuki de chiquito para que creciera tanto?

Cuando estábamos a punto de llegar sentí como algo o alguien detrás nuestro venía a toda velocidad y tuve la necesidad de apartarme.

En cuando me aleje vi que estaba en toda la razón de hacerlo pues un peli negro azabache y una linda mandarina con patas corrían a mil kilómetros por hora.

Solo alcance a gritar que tengan cuidado de no caerse.

Hinata*

En cuanto salí de mi casa , con dos maletas y una mochila, comencé a caminar, no es que no pudiera cargar esas molestas maletas pero así demostraría que era más fuerte.

Seguí caminando y cuando estaba a punto de llegar, sentí un peligro eminente de el otro lado del camino y al parecer mi instinto de ayuda nunca se confundía pues cuando volteé la vista ahí estaba el ser más peligroso y extraño del mundo, Kageyama.

Cuando me refería a extraño era porque en los últimos días cada vez que estábamos juntos, tenía un dolor de estómago y mi temperatura subía, estoy casi 100% seguro de que ese idiota contacto con alguna clase de bruja para que todos los de su alrededor se enfermaran pero yo era valiente y soportaba todo eso.

Él volteo a mirarme y mi corazón se aceleró un poco, obviamente era la adrenalina.

Entendí lo que decía esa mirada y me preparé, nos miramos nuevamente y corrimos con todas nuestras fuerzas, yo tenía que ganar.

Tsukishima*

Era extraño pero había algo que me molestaba en el pecho, también sentía que mis pómulos quemaban un poco, pero nada tenía sentido ni una explicación lógica.

Yo sentía todos estos síntomas cuando estaba cerca de mi lindo amigo pecoso, digo lindo de lindo pero no lindo de que es super lindo... sí, es lindo okey?

Él tomaba mi mano y esta ya sudaba, tenía que hacer algo pues cada vez que él volteaba a verme sentía un cosquilleo de la coxis hasta la nuca.

Perdido en mis pensamientos no me di ni cuenta el momento en el que dos retrasados mentales pasaron por nuestro lado, pero al parecer Yamaguchi sí, pues me apartó rápido y protegió las cosas.

Él siempre era muy precavido, eso es importante, todas las personas deberían ser como él.

Luego de ese percance, volvimos a caminar, esta vez ya estaba más despierto y me ofrecí en cargar la mayoría de las maletas, sus lindos ojos se iluminaron y me mostró una sonrisa que incluso hizo que retrocediera unos cuantos pasos.

Me dio las cosas sin chistar y el se quedó solo con la mochila grande.

Por dios, juro que mataría por ver esa sonrisa toda la maldita vida.

Kageyama*

Yo estaba ganando, como siempre, no era ninguna sorpresa pero está vez era demasiado fácil pues ese idiota enano, corría muy lento y sus maletas no ayudaban, yo solo quería una carrera justa no es que le tuviera piedad o algo.

Me acerque trotando hasta él y le quite una de sus mochilas, ahora sí corría más rápido para perseguirme.

Todo fue exactamente como lo planee y obviamente gané yo.

-Idiota hiciste que se perdiera mi concentración cuando me quitaste la mochila!!!!

-No digas estupideces yo solo trate de hacer la carrera justa boke!!!

Ya estaba desesperado y nuestros rostros se juntaban más y más con cada grito que dábamos.

Afortunadamente en ese momento llegaron el idiota gigante y Yamaguchi.
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Todos con distintos pensamientos pero con parecidos sentimientos.

Subieron a el bus que los llevaría a su destino final.

Ya dentro había un desastre total, a pesar de ser solo ellos los invitados del Karasuno, también estaban acompañados de otros viajeros.

Y los retos que se hacían Kageyama y Hinata no ayudaban a mantener el orden.

Por otro lado el más alto dormía con la música al 100 mientras su amigo de la infancia le acomodaba la manta con la que estaba tapado, para que no se enfermara.

"Idiota te apuesto a que no puedes ir y quitarle los audífonos a Tsukibaka"

" Eso es fácil, lo haré en unos segundos"

El peli naranja se levantó de su asiento tambaleando por los baches del camino, y al fin llegó hasta el sitio de su víctima.

Ahí trato de quitarle los audífonos pero unas conocidas manos me detuvieron antes de que pudiera hacer el reto.

"Estás muerto enano"

Yamaguchi se había dormido por lo que no podía ser él, trago saliva y fingió demencia pero nada lo salvó de un buen golpe por parte de Tsukishima.

Y así, golpeados, molestos, riendo y medio dormidos llegaron a ese dichoso campamento.

Y sin duda que sería divertida y extraña su estancia en ese lugar.