Señor maniqui.

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Toma lo que falta y lo lanza a mí – con esto terminamos – tacho de la lista

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Toma lo que falta y lo lanza a mí – con esto terminamos – tacho de la lista. — ahora falta que él venga con lo faltante – asiente y tira del carrito llevando con él. Caminamos un rato por los pasillos del supermercado, viendo si lo encontrábamos cuando lo vemos corriendo con un señor detrás del.

— ¡corran! – gira el carrito a todo dar mareándome y comenzando una persecución, sabrá dios por qué. Corremos por distintos pasillos estilo scooby doo hasta que por fin no vemos al señor, los dos sé ríen y celebran.

— puedes explicar el porqué la persecución – lo veo mal.

— mi diosita es que solo quedaba un paquete de cervezas y se la quite – cuenta de lo más relajado.

— ¿esto por unas cervezas? – aprieto los dientes y cuento hasta diez, buscando las fuerzas para no matar mi padre – vas a devolver eso, y sin rechistar – aclaro.

— no es justo, tú no corriste por ellas, yo soy el que te está llevando – defiende Seth.

— nadie te mando a huir, imbécil – digo irritada. — ahora iremos, dejamos eso en su sitio, compramos y nos vamos ¿entendido? – asiente cabizbajos – dije ¿entendido?.

— si señora – hablan a la vez.

— Tío, usted lleva a la vaca Lola – me empuja, le saco el dedo del medio y saca la lengua – por mala.

Papa ríe y avanzamos por los pasillos, lo bueno es que no tardamos tanto y no encontramos al señor, con todo listo, pagan.

Salimos al estacionamiento, me dejan aún lado mientras meten las bolsas a la cajuela, levanto los brazos para salir. Nos montamos y arrancamos de ahí.

Llegamos a la tienda naturista y entramos, una chica aparece y se presenta.

— ¿en qué lo puedo ayudar? – la veo raro por su excesivo pestañeo <¿tiene basura en los ojos?>.

— mascarillas, velas... — me ve.

— también cremas – digo, su sonrisa se tensa por un momento al escuchar mi voz.

— si – dice disgustada – déjeme lo llevo a las mascarillas – cambia la voz y se lleva a mi papá del brazo, mis neuronas hacen conexión entendiendo.

< esta quiere con MI papá>

Respira hondo Hathor, sabes que él no engañaría a mama.

<tienes razón.> me calmo, mir a mi lado y Seth no está, me encojo de hombros y voy a la mini sección de cremas, tomo unas que me gustan y otra para aurora, veo un poco los productos hasta que doy con mi primo con las velas.

— ¿Cuáles elegiste? – pregunto.

— una es bosque y la otra – entrecierra los ojos acercando el envase – campo de lavanda. ¿Tú?

Perro que no ladra, si muerdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora