Un chico + una chica = amigos
Amigos + sentimientos = novios.
Una suma cotidiana, en la vida normal de un adolescente.
Pero como yo y nada a mi alrededor es normal, significa que soy la suma de muchas cosas.
Para explicarte mejor, pongamos en una li...
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Dan tantas vueltas que siento que me estoy mareando < sigo sin entender como no vomitan > terminan la coreografía y se abrazan.
— bueno, chicos. Estuvimos bien, hay cosas que mejorar, pero estaremos listos para el siguiente partido. Eso es todo por hoy a casa todo el mundo – gritan y recogen sus cosas fugándose de aquí.
Se quedan un rato hablando de unos asuntos y acaban con un abrazo, toma su bolso y corre a mi lugar, dejándose caer en la grada agitado.
— ¿Cómo estás? – pegunto entregándole un envase de agua.
— de la mierda, siempre es así después de vacaciones – limpia con el antebrazo el sudor de su frente.
— me lo imagino – tomo su bolso y le doy una mano – vamos, tenemos que ir por él cuatro ojos. — asiente y coje mi mano levantándose.
Va a los vestidores, se cambia y salimos dirigiéndonos al auditorio, donde se supone que Marck está con su club de teatro. Hablamos de cosas de la clase, pero de pronto me encuentro corriendo por los pasillos para escapar del sudoroso. Abro las puertas del auditorio y bajo las escaleras escabulléndome entre los asientos, tomo un parte seguro y presto atención a los alaridos fúricos del director.
< Drama Queen> perfecto apodo en estos momentos.
— ¡por Federico, no se pasen de brutos! – Grita - ¡se vuelve a morir si los ve!
< Ok, esto está mal> - se le reventará una vena – susurran en mi oído, salto del susto y veo sobre mi hombro. Tiene la mirada fija en el escenario con cara de pena.
Despotrica al aire dando vueltas con la mano masajeando su sien, los nuevos lo ven asustados y temblando, mientras los más veteranos están con un a sonrisa <o eso creo> por no ser ellos sus víctimas. <pobres novatos, les toco un director histérico>
— ¡deja a los pobres niños! – grita, me tapo la boca aguantando la risa y me encojo en mi lugar.
Gira como la niña del exorcista, viéndolo con una mirada de diablo - ¡tú no te metas!
— condolencias para mis ellos - <hay dios, ya le entro lo yoda> salgo de mi escondite y me volteo a Seth.
Su cara pálida y el cuerpo temblado < ¿por qué esta mierda me pasa a mí?>
— Seth – lo llamo, no me presta atención - ¡apresúrate que se desma...! Seth! – no logro tomarlo a tiempo y cae desmayado.
Unos pasos acelerados resuenan y en nada llega, paso por encima de los asientos e intentamos levantarlo – tú, por un lado, y yo por el otro – asiento y lo hacemos – ¡el ensayo sigue mañana! – salimos arrastrando el cuerpo inerte de mi primo.
< Le encanta que lo vean dando vueltas y bailando, pero fuera de eso alguien le habla y pasa esto. Superlógico> lo suelto cuando Marck lo quiere meter al baño; sin embargo, se caen. <Genial>
