"Extraño"
La tranquilidad en su corazón fue evidente haciendo que su estancia en la fiesta fuera más fácil de sobrellevar a pesar de que se sentía no encajar en el lugar, mismo que estaba lleno de gente acaudalada presumiendo sus próximos negocios y enlaces matrimoniales de sus hijos y familiares como si fuera algo normal y común dentro de sus pláticas.
Las miradas curiosas dejaron de estar sobre él cuando los novios empezaron a convivir con los invitados más libremente y la fiesta hacerse más larga, la música seguía sonando de fondo anunciando que terminaría casi al amanecer, las parejas bailaban mientras que algunas otras se paseaban por los enormes jardines de la finca siendo acompañada por luceros en el cielo y la poca luz de la luna en el firmamento.
Hasta cierto punto parecía que todo mejoró a comparación a cuando llego al lugar del brazo de su prometido, la señora Min también le dio la tranquilidad que necesitaba cuando llegaron, tratando de hacer que su estancia fuera pasable y que los demás invitados no se arremolinaran sobre él.
Ahora que se sentía calmado y menos acorralado estaba disfrutando la primera fiesta a la que era invitado y que se celebraba entre la gente de alta alcurnia, la primera vez que se veía rodeado de gente tan diferente a el y de costumbres y valores totalmente ajenos a los suyos. Donde los omegas eran el centro de atención de todos los alfas y hombres de la celebración; recibiendo halagos por sus vestimentas y por lo hermosos que eran, joyas caras e inalcanzables para un simple pueblerino como lo era él quien a pesar de todo jamás podría adquirir alguna de esas joyas compradas por su propio dinero. Aunque tampoco quería alguna de ellas porque no eran de su gusto y preferencia; demasiado extravagantes y coloridas que no le gustaban, prefería algo más reservado y menos llamativo.
Suspiró con cansancio observado a la distancia a su prometido al lado de aquel hombre de negocios al que no conocía pero que en varias ocasiones tuvo la oportunidad de escuchar de el y que minutos antes se presento ante él llevándose al alfa Min para hablar de negocios, alejados de los demás invitados. La señora Min fue requerida por la señora Park con la escusa de aclarar algunos detalles de lo que seria la luna de miel de los recién casados dejándolo sólo en la mesa que se les fue asignada pero que por cansancio y aburrimiento la dejo yéndose al jardín principal en el que la mayoría de los invitados fue pero que ahora estaba solo haciendo más clamado y relajante el espacio.
Flores que no conocía se apoderaron de su atención completa apenas puso un pie dentro del jardín, los colores no se llegaban apreciar del todo bien pero eso no les quitaban lo hermosas que eran, siempre le gustaron las plantas, desde pequeño siempre se vio rodeado de flores y arboles que su padre cultivo para él en honor al recuerdo de su madre, después siempre se le ordeno cuidar de ellas y mantenerlas verdes y bien podadas. Les tenia un gran cariño que era imposible no emocionarse al tener frente a él plantas desconocidas para si conocimiento.
— La flor es la poesía de la reproducción.. es un ejemplo de la eterna seducción de la vida. — ergio su postura al escuchar aquello, asustándose en consecuencia. Se dio la vuelta con cuidado y nerviosismo al no reconocer aquella voz misma que le dio escalofríos de pies a cabeza. — Son tan bellas y puras que es imposible no quedar seducido y encantado por ellas— prosiguió el desconocido con total naturalidad que le intimidó un poco.
Alto, de hombros anchos y demasiado cerca de su persona.
La poca iluminación no le permitía reconocer completamente al hombre que le hablaba de esa manera tan atrevida y poco decente con la que se atrevió a dirigirse y ciertamente no sabía que responder o si debía responder a ello.
¿Era correcto responderle?
Retrocedió un poco nervioso cuando lo miró acercarse a él sin un atisbo de cuidado o de pena, el aroma contrario pego demasiado fuerte a su nariz que por un momento se sintió abrumado e inestable al sostenerse. Un fuerte aroma a insienso fue el culpable de su nervios y mareo poco estable.
— Eres como ese flor.. tan hermoso y solitario en este inmenso jardín.
Retrocedió varios pasos tratando de alejarse de ese hombre que le estaba incomodando, asustandolo de tal forma que se sentía acorralado y nervioso.
Antes de su prometido nadie más le dijo palabras tan escandalosas como las que ese hombre, quizás borracho, le estaba diciendo. La incomodidad fue evidente apesar de que quiso mostrarse fuerte e inmutable a lo que le dijo.
Buscó con la mirada a su prometido o a alguien más que le ayudará a salir de ahí, lejos de ese hombre, pero no logró ver a alguien más.
La imponencia de ese hombre bajo un poco cuando lo miró agacharse y recoger algo del suelo acción que le causo desconfianza y miedo por lo que ese hombre le pudiera hacer si bajaba la guardia, sus pies estaban pegadas al suelo sin poder avanzar, asustado por la presencia de ese desconocido.
La oscuridad se hizo más evidente conforme los segundos pasaron mientras ese hombre se ergio nuevamente sobre sus piernas completamente alzando en sus manos una flor que reconoció desde su lugar para después extenderla hacía su persona.
— N-no puedo aceptarla.— negó con nerviosismo odiando el titubeos en su voz lo débil que se vio ante ello.
— Es una flor tan pequeña y frágil que no se compara a tu belleza, disculpa mi atrevimiento pero me es inevitable no acercarme a ti desde el primero momento en que ti sentado solo en tu mesa. Por las telas filas que usas es seguro que perteneces a una de las familias más importantes de la región, lo que me admira aún más es que no te haya visto antes, es una lástima y me culpo por ello. Viajo los meses enteros y me pierdo de la mayoría de fiestas que hacen.
— Señor, estoy comprometido. Le pido que no de comentarios que se puedan malinterpretar.— expresó tomando las fuerzas necesarias para evitar que ese hombre creara una situación que le pueda traer problemas futuros.
— ¿Comprometido? Es una gran lástima que alguien tan hermoso como tú este comprometido con alguien que no sea yo.. aunque siendo sinceros era de esperarse que una belleza tan etérea no estuviera comprometida. ¿Lee o Choi, a cual familia perteneces?
— A los Min por supuesto, y es un gran honor que lo sea.— su corazón descanso enormemente al notar la presencia de su prometido.
— Min Yoongi, ¿Por qué no me sorprende que lo sea? — respondió aquel hombre con una sonrisa en su rostro.
— Será porque siempre tengo lo mejor y eso incluye desde los negocios hasta mi hermoso prometido. — su rostro se calentó al escuchar aquello tan natural e inesperado del alfa Min para con él. — Aunque a decir verdad es un honor que sea mi prometido y futuro esposo.
— ¿Hay algo que no sea perfecto en tu vida? Desde que tengo memoria siempre obtuviste lo mejor, juguetes, vestimenta, familia, hermano, herencia y ahora el Omega más hermoso de la región.
— Siempre consigo lo mejor porque me lo merezco, no culpo a la suerte como los demás.
El ambiente se puso demasiado incómodo y asfixiante que su Omega se encogió en su interior queriendo irse de ahí.
El agarre fuerte en su cintura le advirtió que Yoongi estaba enojado o irritado con la presencia de ese hombre, aunque ciertamente aún no conocía perfectamente los estados de ánimo de su esposo.
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Besos Sabor A Miel (Yoontae)
FanfictionLos besos con sabor a miel su nueva adicción. #Yoontae #Taehyung #Yoongi #Jungkook #Amor #Historias 100% original# NO se permiten copias y/o adaptaciones.