Besos Sabor A Miel (Yoontae)

⚜️30⚜️

" Cabalgar"

Las riendas del caballo entre sus manos le eran tan familiares, una sensación de comodidad ante los recuerdos de su niñez con su padre y de aquellos otros cuando se escapaba a la colina con su caballo; un semental marrón que lo vio nacer de la potra pura sangre que le regalaron a su madrastra hace un par de años, dado que su madrastra nunca iba a las caballerizas podía hacer uso de él las veces que quisiera.

Extraña esos días de libertad en los que podía cabalgar por largas horas entre los plantíos de su familia y los alrededores de la colina, ir a la cabaña de su difunta madre sin tener que pedir permiso, quizás ahora con lo que le había dicho a su madrastra, días atrás, podría ir sin problema. Podrían quizás ir ahora mismo; aún el sol no se ocultaba por lo que tendría la oportunidad de ir a visitar su pequeño refugio aunque también no podría hacerlo si Yoongi no le autorizaba ir. 

Verlo calmado y sereno disfrutando del viento antes del atardecer mientras montaba su corsel a su lado le dio otra perspectiva del hombre con el que se iba a casar en semanas contadas, los encuentros pasados eran en circunstancias más serias y estrictas que la de ahora. Siempre se le veía serío, imponente, y ahora no es que no lo fuera, sino que verlo de la forma en que lo estaba haciendo le daba otra sensación de que realmente no se conocían.

No sabía nada de su vida como él también lo sabía de la suya, eran extraños que trataban de convivir en una enorme casa que siempre los mantenía alejados uno del otro para evitar problemas con la señora Min. Eran estrictos con sus encuentros y parecía ser que no sería diferente hasta el de la ceremonia.

Le aceleraba la respiración saber que en unas cuentas semanas estaría legalmente casado con uno de los hombres más respetados y honorables el país, sus padres estarían más que orgullos de él por lo acontecido.

— Es una agradable tarde, ¿No lo cree? — asintió con un movimiento de cabeza dirigiendo su atención al agradable cielo sobre su cabeza, un pacífico y calido atardecer acercándose con lentitud.

— Lo es, es maravilloso ver el atardecer desde este lado de las colinas.— expresó desviando su mirada.

Sin duda las tierras de la familia Min estaban localizadas muy cerca de las de su familia, rodeando las colinas que dividían el pueblo. La única colina que no era de la familia Min pertenecía, ahora, a él así que ahora prácticamente todas las colinas eran de la familia Min acrecentando su dominio.

— Ha pasado un largo tiempo desde la última vez que estuve aquí, la nieve fue tan imponente que congelo el río más de tres meses..— le sorprendió saber que tenían un río que atravesaba sus tierras muy diferente a las tierras de su madrastra que n las tenía y que en consecuencia tuvieron que hacer pozos y canales de riego para transportar el agua a los plantíos y darle agua a los animales, un trabajo duro que tardo largos meses en hacerse pero que en definitiva los ayudaba mucho.

— .. las reces pastoreadas pocas veces llegan hasta está área por lo lejos que está de los corrales, casi nunca se utiliza. — asintió comprendiendo aquello, observo a su prometido detener su caballo.

Imito el gesto observando pacientemente sus acciones, el lugar era agradable, demasiado bonito para sus ojos. El agua relucia con los rayos de sol potentes sobre el agua cristalina del río, grandes pastizales lo rodeaban; tan verdes como las hojas de los árboles a los alrededores, la tranquilidad de estar en un lugar tan pacífico y familiar le alegro el corazón. Después de tantos meses en la mansión Min por fin estaba fuera, disfrutando de la naturaleza en pacífica sintonía.

Dejó que el cabello pastara tranquilo alrededor de los pastizales mientras seguía a su prometido a la orilla del cristalino río, la calma siendo relajante en su cuerpo mientras alejaba los pensamientos negativos de su mente.