⚜️35⚜️

638 123 13
                                    

"Panadería"

El trotar de los caballos es el único sonido que logra escuchar durante el transcurso del viaje y la única forma de distraerse de la incómodidad que se encierra en el pequeño espacio del coche.

Apesar de que la señora Min continúa leyendo su libro siente que hay algo que evita decir, y que tiene que ver con él y con su hijo, lo sospecha pero no esta seguro del todo.

Se niega a pensar en una pequeña posibilidad de que sepa lo ocurrido esa noche o de que alguien le haya dicho algo sobre aquello. Los nervios los tiene a flor de piel de solo pensar en una mínima posibilidad de que sepa y que en su caso le diga algo.

Más aún cuando ella le dió la oportunidad de vivir con ellos aún sin estar casados, le brindo confianza a pesar de que todo y de quién era. No quería defraudarla.

— ¿Te notó nervioso, sucede algo? — el nerviosismo creció en su interior ante aquella pregunta directa de la señora Min y de su falta de control ante la angustia que gobernaba su cuerpo.

— Y–yo.. solo estoy nervioso.— susurró evitando decir parte de lo que realmente sucedía en si cabeza.

No podía insinuar algo referente a lo sucedido entre él y si prometido.

— ¿Por qué? No es la primera vez que veremos al señor Lee. Además es un hombre que entenderá las razones de este cambió. — asintió con vergüenza dado que era su culpa el que se hicieran nuevos cambios en su traje de novio.

Unas tallas más no era justificable para él dado lo estricto que eran las contumbres de la familia Min.

Tampoco entendía por qué debía hacer uk cambió en la talla si se supone que fue hecho a la medida, no estaba comiendo demás y si cuerpo siempre fue delgado.

—A demás, es saludable salir al pueblo de vez en cuando. Te presentaré a algunas personas importantes para la familia y los negocios, ahora eres miembro importante de la familia y es necesario que conozcas el círculo social que debes mantener y en su caso cuidarte de quienes no son parte de él. Sabrás bien que no se puede confiar en cualquier persona en nuestro mundo. Especialmente debes cuidarte de aquellos que desean lo que no tienen.

Sabía de sobra lo que provocaba la ambición y la envidia y estaba seguro que más de uno haría lo que fuera por tener dinero y poder.

Sus hermanastras eran la fiel prueba de ello, de la cruda ambición que los seres humanos poseían bajo sus instintos más oscuros, más de una ocasión fue testigo de como sus hermanastras manipularon a hombres con tal de tener algo que deseaban especiales joyas y dinero que debía ser de otros.

— ... la señora  Moon quedará encantada contigo, es alguien que por experiencia debes mantener de tu lado, ella es los ojos y oídos de todo lo que sucede dentro y fuera del pueblo así como en los pasillos del palacio. Es una mujer que sabe todo de todo y la única que puede hacer que subas o bajes dentro de la escala social.

Lo dicho por la señora Min le causó intriga y miedo de no ser lo que aquella mujer quiere ver o si llega a caerle mal. Solía socializar con la gente del pueblo y con los jornaleros de la hacienda de su familia, siempre fue en eso pero ahora la situación era distinta.

No estaría hablando con sus compañeros de trabajo en el campo, había estado leyendo pero no creía estar lo suficientemente capacitado para hablar de algún tema social como a los que aquella dama estaba acostumbrada.

— ¿Qué sucede que si no soy de su agrado? — interroga con miedo y nerviosismo, tratando de mentalizarse para lo peor que puede suceder ese día.

— Se que le agradaras, fue ella quien me preguntó por ti y si no tenías algún inconveniente por ir a conocerla.— Observó los movimientos de la señora Min al dejar el libro a un lado de su asiento sin dejar de verse impotente y recta en su postura.

¿Cómo era posible que ella se mantuviera siempre recta, imponente y perfecta para todas las ocasiones posibles?

Siempre luciendo como una verdadera dama de la sociedad.

— ¿Eso es verdad? — se aferra a sus piernas con nerviosismo.

— Ella sabe de todo de todos, especialmente de quién solía hacer su pan recién horneado.— aquello le dijo desconcertado e intrigado por saber quién era esa mujer.

— ¿Pan? — En la panadería escuchó cosas de muchas personas; nombres, familias, matrimonios, fiestas y demás pero en ninguna de ellas reparó el nombre la señora Moon.

Ciertamente ningún miembro de la sociedad iba directamente a comprar sus enceres del hogar, quizás algún sirviente o se iba a dejar por encargó.

No lo sabía ahora, muchas cosas desconocía fuera de la cocina y los hornos de la panadería pero parecía ser que sabían de su existencia.

— La señora Moon es clienta recurrente de la panadería donde trabajabas. Es una gran persona así que no tengas miedo de ser quien eres, ella es una mujer muy inteligente asi que rápidamente sabrá leerte.

Aquello lo dejo aún más nervioso, asustado hasta cierto punto por conocer a aquella dama que ya sabía su vida y todo de él. Por no ser de su agrado y manchar el estatus de la familia Min si no era lo suficientemente agradable para la anfitriona de la casa.

El coche de detuvo quedando en la entreda de una enorme casa, igual de grande e imponente que la de la familia Min, aunque está más llamativa por las columnas y decoraciones de dragones en la entrada.

Bajo siendo ayudado por el chófer siguiendo los pasos de la señora Min, observando con más cuidado las enormes esculturas de dragones a cada lado de la puerta principal.

— Bienvenidos.— Saludo lo que parecía ser el mayordomo de la casa Moon apenas dieron el primer paso en la propiedad.

Siguió a la señora Min en silenció tratando de no verse demasiado evidente al observar el interior del hogar al que llegó. Colores blancos y tonos grises en las paredes y muebles que la hacían ver agradable y espaciosa, muy diferente a lo que haya visto anteriormente.

Cómo si fuera de otra cultura y lugar la decoración, colores y estructura de la casa.

— Bienvenidos, es un gran placer tenerlos aquí.— se quedó petrificado en su lugar al al escuchar la voz de la anfitriona de la casa, era fuerte y poderosa.

Igual a la de un alfa, corrección era una alfa la señora Moon.

Con una altura superior a la de cualquier Omega que hubiese conocido, el cuerpo esbelto y delgado luciendo unos pantalones negros con cinturón en la cintura, una camisa blanca con chaleco encima y botas negras, parecía ser que llegó de dar un paseo a caballo.

Su cabello negro y largo amarrado en una colega alta y una mascada en su cuello color amarillo.

Su aroma a alfa era muy notable en el aire, prácticamente en cada rincón de la casa.

— El honor es todo nuestro, madam. No esperabamos su invitación tan pronto.— se apresuró a contestar la señora Min haciendo una reverencia elegante ante aquella dama. A lo que imitó el gesto tratando de hacer que el nerviosismo tratara de aligerarse.

— Kim Taehyung, ¿Verdad? Es un gusto conocerte al fin. Eh escuchado mucho sobre y de tus grandes habilidades en la panadería.— se avergonzó inmediatamente ante ello agachando la mirada y ribrizandose al sentir la completa atención de aquella dama y de la señora Min por igual.

— Y–yo, el placer es todo mío.. me halagan mucho sus palabras. No sabía que conocían de mí por la panadería.— confesó con sinceridad y vergüenza sabiendo que cometió el error de bajar la voz y que su lengua le traicionara al hablar.

— Por favor pasen, tenemos muchas cosas de las que hablar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 14 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Besos Sabor A Miel (Yoontae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora