Capítulo 19

505 65 20
                                    

Suele ser extraño cuando los antiguos son los que convocan al líder, siempre suele ser lo contrario, algunos asuntos son tratados de forma individual, pero que los cuatro antiguos lo convocarán hicieron que se ponga en alerta.

Arregla la corbata de su traje frente al espejo, falta media hora para la reunión, sin embargo, sabe que la gran mayoría ya debe estar en su mansión. Mira por el espejo a la pelirrosa, su esposa, se pasea desnuda en dirección a la otra mini habitación donde se encuentran sus prendas; admira sus piernas largas y torneadas, sus muslos firmes y su pequeña cintura, aun le resulta algo difícil de digerir el hecho de que ahora ella es la única mujer que existe para él. Intenta con todas sus fuerzas eliminar lazos afectivos, pero le es difícil, admira su belleza y su fuerza.

¿Pelearía con su hermano por ella?

Después de lo que le dijo Indra, la pregunta a veces llega de forma repentina a su cabeza.

Él piensa que necesita dialogar con su hermano, explicarle la situación, traerlo de vuelta. Ese Sasuke que lo miraba como si lo odiara, aun es su hermano.

Aquellas manos se deslizan por su abdomen y distingue esos ojos verdes mirarlo a través del espejo. Ya está vestida, con un short negro y una blusa manga larga del mismo color, encima un cárdigan que parece llegarle a las rodillas.

- ¿Sabes de qué quieren hablar?

Él lo sabe, tiene sus contactos, es el líder después de todo, con el dinero la información le llega sin esforzarse.

- Quieren una alianza con los Otsutsuki.

Se gira y ahora ella está frente a él, mirándolo fijo.

- ¿Tú que quieres?

- Matarlo.

- ¿Planeas asesinarlo en el coliseo?

- Si. Lo haré.

La ve impulsarse mientras aquellas manos suaves se deslizan por su cuello y se inclina para poder besarla, envolver su lengua con la suya, y deleitarse con aquel beso fogoso.

***

Sasuke está en el balcón de aquel apartamento, y puede ver cantidad de autos discurrir en la autopista, el ruido le pone de mal humor.

Escucha la puerta de la habitación abrirse y se mantiene en el mismo lugar hasta que la oye hablar.

- Indra quiere verte -Es Samui.

Agarra su camiseta y en el camino se la coloca, la habitación de Indra está dos pisos más arriba que la suya. La rubia se mantiene en silencio y eso le causa algo de gracia, antes no podía mantener esa boca cerrada.

- ¿Ya no te pongo cachonda?

La interrogación viaja en el ascensor.

- Eres fuerte gracias a nosotros.

Sasuke sonríe de forma burlona, y en un rápido movimiento la mujer termina con su espalda unida al espejo del ascensor. El pelinegro aprieta fuerte su cuello y cuando ella quiere golpearlo con el taser, él la detiene con su otra mano.

- Soy fuerte porque yo tome la decisión de serlo.

Ve aquellos ojos apagarse, y el sonido del taser chocando con el piso hace que finalmente la deje libre, ella cae al suelo luchando por recuperar el aire perdido.

- Dejaras de ser el protegido de Indra algún día, y voy a matarte.

Sasuke sale del ascensor ignorando a la rubia, en sus dedos aún se mantiene la sensación de aquel cuello débil y frágil siendo sometido con ímpetu, y eso no se compara al sonido de uno rompiéndose. Él ha roto un par de cuellos, y desde su primer asesinato casi no recuerda a su madre.

SalvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora