Capítulo 22

667 74 27
                                    


Sasuke no podía disimular aquella satisfacción que sentía por lo que sucedió en la noche y madrugada, su cuerpo debía estar descansado para el enfrentamiento, pero no pudo resistirse a esa mujer que descansaba en aquella cama como si fuera su trofeo, él a esas instancias estaba dispuesto a pagar por las consecuencias de sus acciones.

Partieron en la mañana de vuelta a la mansión Otsutsuki sin ningún contratiempo, su hermano no lo despidió. Durmió por casi cinco horas seguidas, y despertó al ver a Samui parada frente a él.

— Llegó el momento, Sasuke.

Se baño y se vistió con rapidez, lo subieron en el mismo auto de Indra como siempre lo hacían, no hablaron en todo el camino de regreso a la mansión, y quizás está sería su despedida, se cuestionó si es que Indra seguía enojado por lo que hizo.

— No pude evitarlo, Indra.

— Si podías, Sasuke. Eres débil, me desobedeciste por ella, y traicionaste a tu hermano por ella ¿Qué más harás por ella?

— Solo fue sexo.

— Es cuestión de códigos, Sasuke ¿Te gustaría que tu esposa quede embarazada de quien fue tu enemigo?

Esa era una de las cosas que él admiraba de Indra, aunque le gustaba disfrutar de las mujeres, parecía tener un profundo respeto por el legado de estirpe pura.

— No quedará embarazada, Indra.

— ¿Ella tiene alguna debilidad?

Fue cuestión de simples segundos que en la cabeza del pelinegro apareciera el rostro del rubio.

— Naruto Uzumaki.

— Bien, córtale una mano— Sasuke lo observo confundido, le costó procesar lo que él le estaba pidiendo— El último enfrentamiento no será a muerte, pero no se dijo algo de que saldrán ilesos de la arena. Córtale un maldito brazo y veras como esa mujer intentara matarte frente a todos. Entonces mientras la veas a los ojos quiero que tengas en mente que con ella jamás tendrás un comienzo. Demuéstrame tu lealtad, Sasuke.

***

El rubio veía a Karin pasear frente a él quien se encontraba sentado en el sofá, la armadura estaba en la mesa, se sentía ansioso, solo tenía que ganar y podría volver a verla. Ella es parte de él, así es como lo ve, como un ser que no puede ni debe existir sin el otro. Se levantó del sofá y pasea por la habitación, ha visto pelear a Sasuke, y está seguro de que puede vencerlo. Una Sakura bastante ojeruda y pálida lo visito en la mañana, le dijo que solo ganará, pero que no debía asesinar a Sasuke. Habían llegado a un acuerdo en el que no sería una pelea a muerte, uno en el que él nunca participó ¿Por qué debía respetarlo? Lo mataría, estaba ansioso por verlo sangrar, golpearía a Itachi y al desgraciado de Indra. A su jefe por no permitirle ir a rescatarla y a Indra por haberla secuestrado.

— Es hora Naruto. La armadura.

— No la usaré — Él mencionó decidido.

— Estas loco.

— Sasuke no puede matarme por el acuerdo, la armadura lo volverá lento y me dará ventaja para asesinarlo.

— ¿Quieres que te maten si lo haces?

— En el coliseo las reglas de muerte deberían ser respetadas hasta el final. Indra no podrá tocarme por la alianza que tiene con Itachi.

Abandono la habitación, la pelirroja lo sigue bastante cerca.

— No bajes la guardia, Naruto. Nuestra organización no puede permitirse tu muerte frente a los demás. Si mueres nos hundirás más.

— No voy a morir, Karin. Ya cállate.

SalvajesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora