Capítulo 9

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Sakura había escuchado toda la conversación que mantuvieron los hermanos, y aquellas palabras dichas por Itachi solo le habían confirmado lo que llevaba pensando desde que asistió a algunas misiones con él, y las sabias palabras de su madre también golpeaban sus pensamientos.

Ahora no estas lista para ser la jefa de la familia, pero llegara un momento en el que solo tú podrás manejar nuestro Imperio.

Ella lo sabía, en manos de Naruto siendo un títere de Ino quizás hubiera sido la perdición de la organización. A diferencia de Itachi, su debilidad eran lazos que parecían pender de hilos delgados que ella comprendía como romperlos. Pedir hablar con él no había sido más que un impulso desmedido que no podía explicar quizás estaba enojada por que fue ignorada por Naruto. Tal vez se sentía atraída por la fortaleza no solo física que existía en él. Ella estaba dispuesta a dar ese paso atrás y dejarle el poder, siempre y cuando las reglas continúen siendo respetadas. Aun así, la verdadera pregunta era: ¿Qué pensaba él?

— ¿Qué piensas acerca del matrimonio? —El silencio persiguió a la interrogante, ella vio como él se inclinó hacia delante del sillón observándola fijo. Sakura pronto se percató de la pregunta abierta que realizó, él podía darle cualquier respuesta, así que acoto, sintiéndose algo tonta, cosa que no pasaba a menudo— Me refiero a nuestro compromiso.

— Si te soy sincero casarme es algo que me es difícil de aceptar —Sakura se sintió ofendida, cualquier hombre estaría dispuesto a casarse con ella, su madre Mebuki tuvo varias ofertas de matrimonio hacia ella que tuvo que rechazar. Es más, ella estaba segura de que, si le preguntaba a Sasuke, él diría que sí, sin dudarlo ¿Es que acaso Itachi no había visto lo fuerte que era? Ella era más capaz que muchos miembros masculinos de la organización y nunca había fallado en alguna misión. Ese hombre tenía que decir algo más, o ella iba a arrepentirse de dar ese paso atrás. — Fugaku quiere que nos casemos antes de su muerte, desea ver el legado que mantuvo tu madre continuar.

Sakura se sintió humillada la reacción que esperaba en él era distinta, quizás compañerismo una muestra de algo de aceptación como ella lo estaba haciendo.

— Supongo que morirá sin verlo —Ella se levantó de la silla dispuesta a marcharse.

— No te atrevas a darme la espalda, Sakura —Él exclamó sorprendiéndola, la pelirrosa lamento no llevar el cinturón en su cadera con su manopla. Sin embargo, ella termino volteando en dirección a la puerta. Escucho aquellos pasos dirigirse hacia ella y cuando él estiro su mano y la cercanía era de menos de un metro, ella se inclinó dispuesta a golpear en el abdomen del pelinegro, sin embargo, él consiguió esquivarla, y en un rápido movimiento fue sujetada del cuello y estampada en la puerta. Con la fuerza de ambos codos ella colocó presión en ambas manos que la soltaron. Sakura e Itachi se miraban fijo esperando el siguiente movimiento—Es por esto por lo que la idiotez del matrimonio contigo me parece una insensatez.

— Al menos tenemos algo en común —Ella pronunció seria.

— Nos casaremos tal y como dictan las reglas. Hablaré con la mesa para pactar una fecha. Ahora puedes retirarte.

Sakura se sintió humillada y enojada, no había conseguido estampar su puño en el abdomen del pelinegro y la adrenalina dejo su corazón bombeando frenéticamente. Aun así, si el matrimonio era algo que lo jodia, ella haría todo lo posible por joderlo aún más.

***

Sasuke se encontraba en el sofá de aquella clínica esperando que su hermano llegará. Itachi personalmente le dio la noticia del matrimonio, y sólo se dedicó a escuchar en silencio lo que decía su hermano.

— ¿Debo felicitarte? —Él preguntó.

— Te dije que me interesaba, pero matrimonio es algo que se me hizo muy complicado de digerir.

Sasuke le había dado unas ligeras palmadas en la espalda. A Itachi le parecía una locura, sin embargo, Sasuke de alguna forma egoísta envidiaba la suerte de su hermano, y era algo para lo que sabía que en algún momento debía prepararse, pero no esperaba que ese día llegase tan rápido.

— ¿Seguirás viviendo aquí?

— Por nuestra seguridad y la de ellos tenemos que mantenernos junto a los herederos de sangre.

— Se siente como estar atado —Sasuke pronunció en un impulso.

— Es como se siente, Sasuke, pero cada misión que culmina con éxito y las nulas bajas que hemos tenido me hace pensar que esto vale la pena.

— ¿Te gusta ser el jefe?

— En el futuro no me veo en ningún otro lugar.

Sasuke se reincorporó del sofá y se dirigió a la habitación de su padre, se suponía que iba a esperar a su hermano, pero aquel compromiso daba vueltas y vueltas en sus pensamientos, y por puro impulso abrió aquella puerta para ver a su padre demacrado y pálido, con varios papeles en la mesa giratoria de la cama. Aquel hombre sostenía un bolígrafo en sus dedos temblorosos, sus ojos se enfrentaron y ese monstruo parecía ser ahora vulnerable y débil, no sé asemejaba en nada a ese ser que solía golpearlos a su hermano y a él.

— Me alegra verte, hijo.

— No soy tu hijo —respondió con rapidez—. Para mí solo eres el alcohólico que nos golpeaba.

Sasuke se acercó a la ventana, la vista era hermosa, montañas que se levantaban a la distancia y un amplio pasto verde. Era de esperarse puesto que sus últimos días lo estaba pasando en una de las mejores clínicas de cuidados paliativos.

— Sé que debí pedirte perdón hace mucho tiempo, Sasuke.

El pelinegro solo podía pensar en su madre y en todo el sufrimiento que pasaron después de que él la abandonará, en esos ojos que se apagaban lento y finalmente en su desenlace, el suicidio. Todo por culpa de ese hombre que tenía frente a él, que en vez de recibir un castigo y morir solo en las calles como lo merecía, gozo sus últimos años de una fortuna y una familia que parecía amarlo.

— Debiste pedirle perdón a Mikoto.

— Sasuke —El pelinegro se acercó al pie de la cama, observando al despojo de aquel hombre que era ahora y los recuerdos continuaron aglomerándose en su cabeza, sin embargo, también pensó en su hermano, en lo difícil que fue aquel encuentro en esa oficina, y en cómo había perdonado al hombre para llegar al punto de pedirle que fuera a verlo— Yo sé que les hice mucho daño, y cada día me arrepiento de ello, y debes saber que poner a su mando el Imperio, es algo que hice solo pensando en su bienestar.

— ¿Crees que el matrimonio con Sakura nos beneficia en algo?

— Son las reglas, y si Sakura llega a amar a tuhermano, ella daría su vida por él.

— Son las reglas, y si Sakura llega a amar a tuhermano, ella daría su vida por él

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