Capítulo 17

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Sakura sabe que la única forma de conseguir que Naruto vuelva a ser el de antes, es dándole lo que quiere. ¿Y qué quiere, Naruto? Él quiere a Ino. Karin lo está desintoxicando, un catéter insertado en aquella vena, y líquido amarillo discurriendo por el equipo de venoclisis. Ella llegó hasta esa silla donde él está atado de manos y pies, el olor a alcohol es fuerte, y el Naruto atractivo y sensual que solía cogerse, ahora es un ebrio con una barba rubia en su mentón.

— Itachi llego a un arreglo con Indra.

Esos ojos azules la miran, Sakura lo acaricia con lentitud de la mejilla. Ha dejado de extrañar sus besos desde que empezó a cumplir como la esposa de Itachi, aun así, la melancolía le llega.

— ¿Qué puto arreglo? —Él preguntó ante su atenta mirada.

— Nos devolverá a Ino si ganas en el coliseo.

Detecta un brillo en aquellos ojos azules, y sus facciones endurecidas relajarse.

— Siempre supe que estaba con vida, Sakura. Ese maldito de Indra, le voy a atravesar su maldito cerebro con una bala.

Sakura no podía evitar sentir celos, de nuevo ella conseguía devolverle razones para ganar a Naruto, no bastaba con que ella fuera la que abogaba día y noche para que no sea enviado a los coliseos, la que lo recogía de los campos de la mansión y lo devolvía a su colchón.

— Gana y no existirán probabilidades, ni intentos. Ella volverá a ti.

Naruto afirmó con la cabeza y Sakura soltó los amarres en las muñecas del rubio, al igual que las cadenas que sujetaban sus pies. La sangre se impulsó cuando él se arrancó el catéter de la vena de un solo jalón.

— Yo nunca pierdo, Sakura.

***

Sasuke sube aquellas escaleras para llegar al puente que lo lleva al lado oeste de la mansión, sin embargo, escucha sus pasos y termina deteniéndose, él gira y ve a aquella mujer usando un vestido con un escote muy pronunciado en los pechos.

— Si se lo pides Indra me entregará a ti.

Ella es hermosa, su larga cabellera rubia esparcido encima de esos hombros que él ha lamido y mordisqueado.

— No eres lo que quiero —La respuesta es simple y directa, ve decepción en el rostro de la rubia. Ella se acerca y él siente la suavidad de aquellas manos en sus mejillas.

— Estas aquí, gracias a mí —Ella dice antes de envolver sus labios con los suyos. El intensifica el beso, ingresa su lengua en aquella cavidad, y la escucha gemir contra él, ya no es el menos experimentado entre ambos y se lo ha demostrado más de una vez, pero piensa que de una forma patética ella cree que puede tener control sobre él.

— Y por tu culpa perdí parte de mi humanidad en este lugar, mi vida no era perfecta, incluso era aburrida, pero me gustaba.

Se alejó de ella y avanza por el puente a pasos decididos, uno de los hombres de seguridad lo guía hacia la habitación donde tendrán el encuentro.

Abren las dos puertas de par en par y él se queda de pie frente a la cama, es una mujer joven de larga cabellera castaña, ella está sentada en la cama, con una bata transparente cubriendo su desnudez.

La puerta se cierra detrás de Sasuke.

— Eres el primero al que soy ofrecida por Indra ¿Por qué? ¿Qué hay de especial en ti?

Sasuke se deshace de su chaqueta y enseguida de su camiseta.

— No es mejor que lo averigües por ti misma. ¿Dónde está Indra?

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