Rompiendo los esquemas (Editando)

Capítulo 41: El misterioso hermano de Mel

"El misterioso hermano de Mel"

Nunca en mi vida me había subido a una moto y la verdad era súper divertido. Me la estaba pasando genial sentada detrás de Jake.

Creo que la mayor parte del viaje me la pasé mirándolo. Realmente estaba cambiado, sin sus gafas parecía otra persona, podía ver más claramente el color de sus ojos tan celestes como el cielo. Sin embargo había algo que extrañaba y eran los hoyuelos que se le formaban cuando sonreía, ya no hacía tan seguido eso y me pregunto por qué.

Sus facciones eran muy lindas y me fijé más detalladamente en sus tatuajes. Realmente había cambiado pero seguía sintiendo lo mismo por él aunque me costara y me doliera admitirlo.

- Las fotos duran más tiempo.

- ¿Eh?- Se estaba burlando de mí- Yo ya lo sé.- Dije poniéndome tan roja como un tomate.

- No te me pongas roja Summers.

- ¿Acaso desde ahora me llamarás sólo así?

No es que me molestara. Solo estaba verificando.

- Sí, me gusta como suena Summers. Además será mi apodo hacia ti, si lo escuchas sabrás que soy yo.- Dijo Jake mientras estacionaba su moto delante de mi casa y se giraba un poco para verme.- Bueno ya llegamos, ahora fuera de mi moto.

- Qué "caballeroso" eres.- Digo irónicamente mientras intento salir de su moto antes de que me bote a patadas de allí.

Pero en ese momento me acuerdo de mi venda en mi pie y que prácticamente estaba coja, por lo que me quedo estática en el mismo lugar y a parecer Jake pudo leer mis pensamientos.

- Ya, yo te cargo porque si te dejo caminar llegaremos mañana a tu casa.

- Que "gentil" eres Jake.- Dije de nuevo irónica mientras Jake me tomaba en sus brazos y me llevaba hasta mi porche en brazos.

No podía negarlo estaba completamente extasiada en ese momento. Podría quedarme así todo el tiempo del mundo. Ya no puedo negarlo pero me encanta Jake.

Pero estás enojada con él y seguirás así. Te tienes que hacer dar valor por ese hombre. Que sus encantos no te cieguen.

Río por dentro por aquel comentario que yo misma me hacía. Era cierto pero yo era muy débil.

Cuando estuvimos frente a mi puerta, Jake me bajó por un segundo y sacó de su bolsillo una llave con la que abrió mi puerta.- No recuerdo haberte dado una llave.

- No lo hiciste.

Lo sabía. Ahora la pregunta recae en por qué tiene una llave de mi casa entonces.

- Oh. ¿Y por qué tienes una?- Jake me cargó de nuevo y me llevó hasta el sillón. No me respondió hasta que me dejó bien sentada sobre el sillón.

- Yo me la llevé el último día que me quedé aquí, ¿lo recuerdas? Cuando al día siguiente me enteré que te habías ido.- Dijo todo eso bastante enojado y respirando fuertemente.

Estaba bastante claro que estaba sumamente molesto. Era que me calle antes y no meta ese tema a la especie de conversación que tenía.

- Jake...

- No digas nada Megan.- Se notaba bastante enojado porque ya no me llamó Summers.

- No te pongas así.