Capítulo 15

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POV Nathaniel

Desperté y sentí unos brazos envolviendo mi pecho con fuerza además de aquella respiración tan característica en mi nuca. Lentamente me contraje para poder levantarme, pero los brazos se apretaron más impidiéndolo.

-Castiel... – Susurré bajo. Él no respondió, sólo comenzó a besar mi cuello suavemente bajando hasta el hombro. Un jadeo bajo escapó de mis labios. Como si no pudiera resistirlo, mordió delicadamente mi hombro. – Castiel...tenemos que levantarnos.

Esta vez sí respondió.

-No... Quedémonos aquí todo el día. – Dijo en un murmullo.

-Mmm... – La idea me pareció tentadora, hasta que recordé que llevábamos casi una semana de la misma manera. – Hey, hoy deberíamos hacer otra cosa. – Dije tratando de librarme de aquellos brazos que me envolvían.

-Te escucho. – Dijo antes de bostezar ruidosamente.

-Hoy deberías ir con tu grupo a ensayar. – Y con eso pareció despertarse por completo. Me soltó poco después y bostezando otra vez se arqueó para quedar sentado. Luego, me lanzó una mirada molesta de "no te metas en cosas que no tienen que ver contigo". Suspiré. – Sé lo que estás pensando, pero debes hacerlo. Seguro están preocupados porque no apareces. Debes ir, Castiel.

-¿Por qué estás diciendo esto? Y yo que creí que sería un gran día. – Se restregó los ojos con su mano.

-Castiel, debes prepararte para tu gira. – Solté sin pensarlo.

Castiel por un momento se quedó callado, sorprendido evidentemente.

-¿Cómo lo...? – No dejé que terminara.

-Eso no importa. – No iba a decirle que Ámber me había contado sobre ese rumor. Con sólo ver su cara, supe que era cierto. – Debes prepararte. Tienes que pensar en tu carrera. – Me había sentado para mirarlo. Llevé mis manos a sus mejillas acariciando su rostro. Él dejó que lo hiciera por un momento y después habló.

-No quiero. Prefiero estar contigo. – Como si fuera un niño pequeño, me abrazó enterrando su rostro entre mi cuello y mi hombro.

Reí suave y lo abracé de vuelta.

-Yo también quiero estar contigo, pero no podemos. Necesitas ensayar. – Esta vez me apretó con su agarre. Dejé escapar un sonido de dolor. - Castiel...

-¡No lo voy a hacer! ¡Puedo ensayar en cualquier momento, estar contigo...! – Y entonces calló. Fue cuando entendí a lo que se refería.

-Lo sé, sólo no quiero que las cosas cambien después de...eso. – Dije acariciando su rojizo cabello.

-Lo entiendo, pero estoy de vacaciones y estoy contigo. No quiero pensar en nada más. – Dijo más relajado.

-Está bien, pero promete que hoy te contactarás con tus compañeros del grupo.

-Bueno... - Dijo a regañadientes.

Un poco después ambos nos levantamos. Hicimos el desayuno juntos y lo comimos en el mesón de la cocina, uno al lado del otro. Robó juguetonamente un poco de comida de mi plato y yo lo empujé sin fuerza mientras reíamos. Parecía todo perfecto. Pero eso era sólo una ilusión que habíamos creado. La verdad es que estábamos en negación.

Después de salir del hospital, Ámber se había molestado mucho conmigo, pero también me dijo lo mucho que se alegraba de que estuviera allí con ella. Intenté decirle lo que estaba pensando en hacer, sin embargo, ella estaba tan feliz de que estuviera a su lado, que si le dijera intentaría por todos los medios impedírmelo y esta vez no tenía el lujo de cometer un error.

Aún te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora