Capítulo 3 Primera parte

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POV Castiel

Volver era...doloroso. Sabía que hiciera lo que hiciera y fuera a donde fuera, volvería a esta ciudad. De alguna forma sentía que tenía que quedarme, aunque sigo sin saber por qué. Lo natural hubiera sido irme a otra ciudad a vivir, pero ¿Cómo? Tenía tantos recuerdos y lo odiaba, aun así, seguía siendo la ciudad en que nací y crecí.

Entré a mi departamento, estaba desordenado y sucio ya que había pasado un tiempo desde la última vez que volví. Comencé con los quehaceres mientras escuchaba a mis bandas favoritas y practicaba mi entonación para el concierto de esta noche.

Un cosquilleo se formaba en mi estómago al pensar en dar el concierto, no era por darlo en sí, era por pensar en verlo otra vez. Tendría que odiarlo y me esforzaba en demostrarlo, estaba intentando convencerme, sin embargo algo en mi interior me decía que las piezas no encajaban.

Cuando estábamos juntos, todo era bueno al principio y como en toda relación, eso se agota. Creo que comenzó cuando le dije mis planes del futuro. En ese tiempo juraba que tendría una banda con Lysandro y que seríamos exitosos juntos. Fue ahí cuando por un momento su expresión cambió, pareció contrariado y aunque forzó una sonrisa, su nerviosismo fue evidente. Desde ese momento, cada vez que el tema de la banda salía a la luz, él se limitaba a asentir. Yo sabía que estaba guardando algo dentro de sí que no quería decir, aun así no dije nada.

Fue meses después cuando comenzaron las discusiones frecuentes, la relación era algo tormentosa y aunque creí que lo superaríamos, esas palabras salieron de su boca terminando así nuestra relación. Ahora, años después, sigo sin olvidarlo ¿Por qué a pesar de lo que dijo y todo lo que me hirió sigo recordando los buenos momentos? No quería hacerlo.

Unas horas antes del concierto salí a fumar para aliviar el estrés que era por "actuar". Se escuchaba como las personas estaban ansiosas por entrar al bar, lo que hacía que me sintiera halagado. Un pequeño susurro me llamó la atención, parecía proceder de más cerca que de la entrada. No era de meterme en asuntos ajenos, pero algo me dijo que fuera allí.

En ese momento, me acerqué casualmente al lugar. Y allí lo vi, claramente había cambiado demasiado y yo lo sabía. Su cabello, su mirada, su rostro, sus ojos, su cuerpo, todo. Y a pesar de ello, seguía siendo él, seguía atrayendo mi mirada como un imán, seguía causando un efecto en mí, pero no estaba dispuesto a reconocerlo.

Un tipo de "colega" de él, como lo hizo llamar, se encontraba a pocos centímetros de su rostro y una mano en su cuello. Me preguntaba ¿qué rayos estaba haciendo con su vida?

-¿Qué hacen aquí? No pueden estar en este lugar. Si no vienen al concierto, pueden largarse. – Solté aquellas palabras con una mirada severa.

-Tsk. – El tipo, quien parecía muy molesto, chasqueó la lengua antes de retirarse del lugar en pocos segundos.

-... - Nathaniel no dijo nada, solo frunció el ceño e intentó irse. No sé por qué, pero lo detuve reteniéndolo del brazo.

-¿Qué estabas haciendo? ¿Es que ahora tus "colegas" te golpean y te amenazan? – Levanté una ceja.

-No es de tu incumbencia. – Sonrió de manera sarcástica e intentó librarse de mi agarre. Lo retuve con más fuerza.

-¿Por qué no me dices nada? A los demás al menos les diste una excusa. – No sabía la razón para sacar eso hora, ¿había sido por verlo después de mucho? Qué estupidez.

-Desde cuándo tengo que darte explicaciones a ti? – Su "ti" fue enfatizado y su rostro había cambiado. Ahora estaba serio.

-¿Es que vas a fingir que ni siquiera me conoces? – Solté sin pensar.

Aún te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora