BEN POINTDEXTER

30 2 0
                                    

-¡Vamos Dex! Tú puedes 

Sam el mejor amigo de Ben, gritó a su lado mientras este  agarraba entre el pulgar y el índice un dardo. Acababan de salir de trabajar y habían ido a un bar de la ciudad donde ese día había un concurso de tiro a la diana. Ya que la puntería de Ben era perfecta decidió inscribirse, y allí estaban.

Concentró toda su fuerza en el dardo y lo lanzó, como era de esperar este se clavó en el centro de la diana. Unos silbidos de impresión acompañados de las risas de Sam le envolvieron.

-¡Y el ganador es Ben Pointdexter señoras y señores! -exclamó el juez del concurso a través del micrófono- 

-No tan deprisa 

Una chica de mediana estatura se colocó delante de él ofreciendo al locutor 5 dólares. 

-Quiero intentarlo 

El hombre del micrófono miró a Ben y este se encogí de hombros sin saber muy bien que decir. Él lo interpretó como una invitación para aceptar a la chica.

-¡Atención, tenemos una nueva participante! ¿Cómo te llamas jovencita? -dijo este inclinando el micrófono hacia ella para que hablase-

-Abby Peterson 

-Está bien Abby, colócate en la X del suelo y toma tus dardos, veamos lo que sabes hacer

Ella cogió el cuenco y se colocó en el sitio que el hombre le indicó. Cuando estuvo colocada le observó y con una mirada fría como el hielo y la voz clara dijo : 

-Mira y aprende 

Sin despegar los ojos empezó a lanzar los dardos uno a uno a una velocidad inhumana. Ben le  mantuvo la mirada y solo cuando los lanzó todos ambos miraron hacia la diana. Tragó saliva con fuerza. 

Todos los dardos habían acertado de manera precisa en el centro de la diana. El hombre del micrófono se quedó consternado unos instantes antes de empezar a aplaudir.

-¡Creo que tenemos una ganadora! ¡Enhorabuena! 

Le tendió una pequeña estatuilla con una diana grabada y ella sonrió con superioridad. Se despidió de él con un gesto de la mano y el se quedó allí sin saber muy bien que decir. 

Ben se sentó en una de las mesas de madera permitiéndome pensar unos instantes. ¿Quién era esa chica y por qué de repente había aparecido allí? ¿Sabría quién era? ¿Lo que podía hacer? 

La vio sentada a la barra tomando algo a la vez que charlaba animadamente con el camarero. Sam se acercó a mi lado y me palmeó la espalda.

-No pasa nada tío, la próxima vez será 

-Lo sé Sam pero es que no puedo parar de pensar en esa chica, ¿Porqué de repente apareció a mi lado? ¿Quién es en realidad? 

Sam miró hacia donde ella se encontraba y sonrió

-No lo sé, pero lo que si sé es que está tremenda ¿Tú la has visto?

Le empujé con el codo mientras sonreía.

-¡Córtate un poco!

-¿Qué? Solo digo la verdad, deberías ir a hablar con ella

-No quiero parecer un demente

-Ambos sabemos que lo eres a tu manera Ben, además no va a morderte -una sonrisa ladina se extendió por el rostro de su amigo- a menos que quieras

-¡Tío para ya! -dijo Ben mientras se lo quitaba de encima entre risas- 

Se levantó y se acercó a la barra poniéndose a su lado, la chica misteriosa levantó la mirada y al verle le saludó

-Hola

One Shots : Marvel (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora