༺Nuevo Destino༻ 『Mo Dao Zu Shi』〖En edición〗

༺Capítulo 13༻

Varias veces caí debido a la oscuridad que me rodeaba, la única luz provenía de la luna, siendo opacada por los árboles muertos que hacían casi intransitable el camino hacia el interior. Aún así, seguí con mi objetivo: encontrar a Wei Ying costara lo que costara. Fueron pasando los minutos, los cuales se convirtieron en horas y dieron paso al amanecer. Agotada, encontré un camino por el cual se veía la luz del alba y a una figura alejándose. Adapte mis ojos y pude ver que la figura iba vestida de morado. Corrí con las pocas fuerzas que me quedaban hasta la silueta. Mi felicidad creció ya que el camino se volvía cada vez corto y fácil, se podía observar con claridad que estaba saliendo del territorio de los Túmulos. Y como era de esperarse, esa felicidad se terminó cuando choqué contra un campo de fuerza...

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Era de noche. Las voces en mi cabeza no me dejaban pensar con claridad, no había nadie a mi alrededor pero sabía que estaban ahí. Las almas en pena de los que yacían en las profundidades de la tierra, me hablaban, reclamando mi alma. Lágrimas corrían por mi rostro, limpiando la suciedad en el, mi cuerpo temblaba constantemente y tapaba mis oídos con mis manos. Cerraba los ojos con fuerza, deseando que todo acabase y preguntándome repetidamente por que me sucedía esto a mi.

«Por qué? Era necesario todo esto? Realmente era necesario que solo por intentar ayudar todo hubiera ido en mi contra? Este no era mi destino! Yo no soy la protagonista de esta historia!»

—CÁLLENSE!!!

Grite a las voces, estas solamente rieron y siguieron con sus repetidas frases, pidiendo que me uniera a ellas.

Así pasaron las horas y los días, y sorprendentemente no moría así que decidí acelerar el proceso y ahorrarme a mi misma el sufrimiento. Me arrastre por el suelo, llegando a un pequeño pero mortal acantilado. Decidida a terminar de una vez por todas, una voz diferente se hizo presente en mi cabeza

«—Rose... Detente...—»

Miré desesperada alrededor, buscando al progenitor de aquella frase y encontrando solamente la sensación de muerte. Grite por milésima vez y seguidamente a eso me desmaye...

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«—Es tiempo—»

Una voz en mi cabeza habló. Abrí los ojos y observe las sombras que habían a mi alrededor, estas parecían querer acercarse pero por alguna razón no podían.

«—Tranquila, no pueden hacerte daño. Ahora tu tienes el control—»

«El control... De qué?»

«—De todo, ya verás, voy a enseñarte a usarlo, solo tienes que obedecer a todo lo que te diga. Levántate, ya es hora de tu entrenamiento—»

Obedecí y luego observe el lugar. Anteriormente estaba acostada en una amplia roca, a su alrededor habían algunas zanjas repletas de líquido rojo, supuse que era sangre. Miré mi cuerpo y estaba completamente desnudo, una persona normal se hubiera avergonzado pero yo no sentía ni la más mínima pizca de vergüenza, ni siquiera algún sentimiento. Baje de la roca, metiendo mis pies en la zanja con sangre. Camine por el lugar, percatándome de que era circular, había una salida en la parte contraria a mi, me dirigí a ese lugar y salí. Me encontraba desorientada, por instinto seguí caminando hasta salir del lugar y llegar a otro bosque pero este era más normal que el otro.

A lo lejos ví una cabaña y fui hasta ella. Entré y había una anciana en un telar antiguo, ella me miro con ojos ensombrecidos.

«—Hazlo—»

Por alguna razón, sabía a lo que se refería, y sin control de mis acciones, arranque el alma de aquella pobre anciana.

«—Para ser la primera vez, estuvo bastante bien. Busca algo de ropa, y seguiremos—»